Bienvenidos.

miércoles, 26 de febrero de 2020

Driving Force (Andrew Prowse, 1988)



Actioner de serie B dirigido por el debutante Andrew Prowse, que luego rodaría otras cutreces como Enemigo sobrenatural (1990), Ultraman: Towards the future (1990) o El reino perdido (2007) pero que básicamente se paso toda su carrera, hasta su muerte en 2018, rodando capítulos para series de televisión como The new adventures of black beauty (1992), Los rompecorazones (1997), Wildside (1999), Farscape (2003) o Rush (2011) y que nos presenta al mítico Sam J. Jones -que ocho años después del estreno de Flash Gordon (Mike Hodges, 1980) andaba revolcándose en productos de baratillo del estilo de Jungle Heat (Jobic Wong, 1985), Jane en busca de la ciudad perdida (Terry Marcel, 1987), Vengador (James Sbardellati, 1988) con la tremenda Vanessa Williams, Formula mortal (Doo-Yong Lee, 1988) o Whiteforce (Eddie Romero, 1988)- en la piel de Steve, un viudo que malvive junto a su hija pequeña Becky (Stephanie Mason) en un lugar indeterminado y un tiempo indeterminado, aunque por la pinta que tiene todo, es de suponer que la película este ambientada en un futuro postapocaliptico en la onda de Mad Max (un tema muy recurrente en la serie B debido a la escasez de dinero). En fin, que el pobre Steve se pone a currar en una empresa de grúas tuneadas, porque se ve que en dicho futuro el negocio esta en la asistencia en carretera, pero claro, la competencia es dura y la empresa rival, Black Night tiene en sus filas a un cabrón llamado Nelson (Don Swayze) que junto a sus secuaces Surf (Robert Marius) y Pool (Billy Blanks) se dedican a propiciar accidentes para luego socorrer a las victimas y hacer negocio. Black Night no quiere competencia, así que la llegada de Steve hará que se produzca un enfrentamiento encarnizado entre ambos y para colmo, los suegros de nuestro prota, John (Gerald Gordon) y su mujer Leslie (Renata Scott) odian a muerte a Steve y quieren quitarle la custodia de su hija. Pero no todo son malas noticias para nuestro guerrero de la carretera de hacendado, ya que una imponente mujer llamada Harry (Catherine Bach) se cruzara en su camino y su corazón y le ayudara a enderezar su vida.
Esta julandrada esta escrita por Patrick Edgeworth, guionista de No somos ángeles (Russell Hagg, 1977) o Los bicivoladores (Brian Trenchard-Smith, 1983), la producción corrió a cargo de Anthony I. Ginnane -productor de el cutre-simpático thriller Punto limite (Paul Lynch, 1995) con Andrew Dice Clay y Robert Davi y el sci-fi de segunda división Asesinos ciberneticos (Christian Duguay, 1995) protagonizado por Peter Weller- junto a Marilyn Ong, productora de Hell Hole (Ciro H. Santiago, 1978) “¡Sexy women must escape from jungle prison!” o la anterior película se Sam Jones, Whiteforce (Eddie Romero, 1988). Todo bajo el amparo de la productora Eastern Film Management Corporation, que tiene en su haber astracanadas como Killer instinct (Ciro H. Santiago, 1987) o Justicia fatal (Joey Romero, 1988) y, si, por si os lo preguntabais, la película se rodó en Filipinas.
De la banda sonora se hizo cargo Paul Schutze, conocido en su casa y por haber compuesto la música de La historia de Ruby Rose (Roger Scholes, 1987) o Asalto a Firebase Gloria (Brian Trenchard-Smith, 1989); De la fotografía, pese a ser una autentica mierda, se hicieron cargo tres personas; Kevan Lind, cuyo mayor merito es haber sido “additional camera operator” en Calma total (Phillip Noyce, 1989), Richard Michalak, director de fotografía de esa menospreciada obra maestra de las artes marciales noventera llamada Tres pequeños ninjas (Jon Turteltaub, 1992), director de fotografía de la segunda unidad en Mad Max: Mas allá de la cúpula del trueno (George Miller, George Ogilvie, 1985) y Dark City (Alex Proyas, 1998) y Jun Pereira, curtido en películas como 2098: Holocausto nuclear (Bobby A. Suarez, 1985) o El ultimo comando (1985) también de Suarez.
En cuanto al elenco tenemos al ya mencionado Sam J. Jones y del resto del reparto tan solo destacar tres nombres mas; Don Swayze, actor curtido en infinidad de series de televisión y alguna que otra chapuza de serie B y sobre todo, hermanisimo de Patrick Swayze, la hermosa Catherine Bach, recordada por su papel (y modelitos) de Daisy Duke en la serie de televisión The Dukes of Hazzard (1979-1985) y por ser la jamona del mono azul y el Lamorghini en Los locos de Cannonball 2 (Hal Needham, 1984) y Billy Blanks, creador del método de fitness “Tae Bo” y actorzuelo en películas como Tango y Cash (Andrei Konchalovsky, 1989), Lionheart: El luchador (Sheldon Lettich, 1990), El rey de los kickboxers (Lucas Lowe, 1990), Treinta minutos para morir (Avi Nesher, 1991) o El ultimo Boy Scout (Tony Scott, 1991).
Tres cosas destacaría de esta película; el carisma de Sam Jones, la belleza de Catherine Bach y lo bien construida (dentro de lo que cabe) que esta la relación entre los personajes de Jones, su hija y Catherine Bach ya que para ser un producto de acción de serie B no me esperaba para nada que lo que mas me llamase la atención fuese precisamente dicha relación, tenia todas mis esperanzas puestas en la acción pura y dura, pero al final, esa parte me ha decepcionado totalmente ya que escasea y cuando la hay esta mal rodada, mal coreografiada y es jodidamente lamentable, en cambio, cuando la película tira por la vertiente mas humana y dramática me ha convencido. Así que si buscáis acción futurista mejor no la veáis, si por el contrario queréis ver una historia sobre un tierno padre que esta dispuesto a hacer lo que sea necesario por el bien de su hija, no dudéis en darle una oportunidad ya que como drama colateral la película funciona mejor que como producto de acción. Ahí lo dejo. 4/10

lunes, 24 de febrero de 2020

Huida A Traves Del Tiempo (David Twohy, 1992)



Inicialmente ideada para ser proyectada en cines, Huida a través del tiempo fue estrenada como telefilme por la HBO en 1992, bajo su titulo original Grand Tour: Disaster in Time; aunque para su lanzamiento en el mercado de vídeo se le cambio el titulo a Timescape.
Le película esta basada en un relato corto escrito por el matrimonio de escritores formado por Henry Kuttner y Catherine L. Moore, dos especialistas del genero de ciencia ficción que publicaban sus novelas a dúo bajo el alias de Lawrence O´Donnell. El relato se publico en la revista astounding en 1946 bajo el nombre de “Vintage Season” y 46 años después Jill Satinger y Paul White, productor ejecutivo de Society (Brian Yuzna, 1989) y La novia de Re-Animator (Brian Yuzna, 1990) aflojaron sus carteras junto White Channel Communications, Drury Lane Holdings y Wild Street Pictures y se hicieron con los derechos para su adaptación. El director elegido para ponerse tras la cámara fue David Twohy, que hasta ese momento tan solo había ejercido de guionista en películas como Critters 2 (Mick Garris, 1988) y Warlock, el brujo (Steve Miner, 1989) y que a partir de entonces compaginaría su labor de guionista; El fugitivo (Andrew Davis, 1993), Velocidad terminal (Deran Sarafian, 1994), Waterworld (Kevin Reynolds, 1995) o La teniente O´Neil (Ridley Scott, 1997) con su faceta como director; ¡Han llegado! (1996) y Pitch Black (2000) y sus secuelas; Las crónicas de Riddick (2004) y Riddick (2009). De la banda sonora se hizo cargo Gerald Gouriet, compositor de música para Tv Movies y que en cine ha compuesto las bandas sonoras de garruladas como El experimento Philadelphia 2 (Stephen Cornwell, 1993) o Hombres de acero (Perry Lang, 1994) y de la fotografía se encargó Harry Matthias, director de fotografía de Creature (William Malone, 1985), Los cazadores del tiempo (Michael Schultz, 1987) o Pacto en la sombra (Richard Friedman, 1989).
La trama de la película nos presenta a Ben Wilson (Jeff Daniels), que tras la trágica muerte de su esposa en un accidente decide regresar junto a su hija Hillary (Ariana Richards) a su pueblo natal en Ohio para remodelar un viejo caserón y abrir una casa de huéspedes. Al poco tiempo aparecen en el lugar un grupo de personas que dicen ser turistas y quieren quedarse, pese a que la pensión aun no esta en funcionamiento, a pasar unos días en dicha pensión. Ben acepta a regañadientes y poco a poco empieza a intuir que los supuestos turistas no son quienes dicen ser. Al final, Ben, descubrirá que se trata de viajeros temporales que se dedican a viajar al pasado para ver in situ catástrofes de toda índole. Ben tendrá que luchar contra el reloj para intentar salvar a su pueblo de una inminente catástrofe.
Como protagonista principal tenemos a un mas que correcto Jeff Daniels que había trabajado unos años antes a las ordenes de Woody Allen en La rosa purpura de El Cairo (1985) y Días de radio (1987) y que estaba recién salido de Aracnofobia (Frank Marshall, 1990) a quien acompaña una jovencisima Ariana Richards, que había hecho pequeños papeles en Temblores (Ron Underwood, 1990) o Locos invasores del espacio (Patrick Read Johnson, 1990) pero que no fue hasta 1993 cuando lo petó a nivel masivo con su papel de Lex en Jurassic Park de Steven Spielberg. Luego se la vio en El gran peque se va de ligue (Patrick Read Johnson, 1995) y la segunda parte de Parque Jurásico; The Lost World (Steven Spielberg, 1997) y poco a poco fue abandonando la profesión para dedicarse a la pintura. Del resto del elenco tan solo destacaría a Jim Haynie, actor que ha aparecido en películas como La niebla (John Carpenter, 1980), La chica de rosa (Howard Deutch, 1986), Los puentes de Madison (Clint Eastwood, 1995) o la infravalorada y magnifica El pacificador (Mimi Leder, 1997) y que aquí interpreta a Oscar, el chófer de autobús que lleva a los “turistas” hasta la pensión de Bill y que entablara amistad con este; a la exuberante Emilia Crowe -que interpreta a una de las viajeras del tiempo que hace buenas migas con el personaje de Jeff Daniels- y que ha participado en películas como El precio del poder (Brian De Palma, 1983) o Hollywood vice squad (Penelope Spheeris, 1986) y a George Murdock, veterano actor con multitud de títulos entre los que destacan el actioner protagonizado por Chuck Norris, El poder de la fuerza (Don Hulette, 1977), Expediente X: Enfrentate al futuro (Rob Bowman, 1998) o Star Trek V: La ultima frontera (William Shatner, 1989) y que aquí interpreta al juez Caldwell y suegro de Bill, que intentara por todos los medios quitarle a su hija ya que piensa que tras la muerte de su hija no esta capacitado para ejercer como padre.
La película no esta mal, se deja ver fácilmente y es entretenida, pero se me queda corta en cuanto a ciencia ficción. Arranca muy bien y de manera original presentando a este grupo de turistas temporales, pero poco a poco se va decantando por el drama sentimental y va dejando de lado la trama mas fantástica. Pero bueno, aun así vale la pena darle una oportunidad. Eso si, sabiendo que es un telefilme, así que no esperéis grandes alardes. 5/10

jueves, 20 de febrero de 2020

Bikini Summer II (Jeff Conaway, 1992)



Un año después de esa cumbre del séptimo arte que fue Miss Bikini (Robert Veze, 1991), los avispados productores de PM Entertainment Group -creadores de entre otras aquel plagio de Jungla de cristal (John McTiernan, 1988) a mayor gloria de la neumática Anna Nicole Smith llamado Infierno de cristal (Raymond Martino, 1996), Desmadre en la comisaria (Corey Feldman, 1997), Juegos de pasión (Edward Holzman, 1995), Demasiado peligrosa (Charles T. Kanganis, 1992) protagonizada por Tracy Lords o los actioners de baratillo de videoclub protagonizados por estrellas de segunda como Firepower (Richard Pepin, 1993) con Chad McQueen y Gary Daniels, Final impact (Joseph Merhi, 1992) con Lorenzo Lamas, Maximum force (Joseph Merhi, 1992) con Sam Jones, Ring de fuego (Richard W. Munchkin, 1991) con Don “the dragon” Wilson o la entretenidisima copia televisiva de Arma letal (Richard Donner, 1987) que fue L.A. Heat (1996-1999) con los carismáticos y cachondos Wolf Larsson y Steven Williams- decidieron volver a las andadas y estrenar (directamente en vídeo) esta Miss Bikini 2 que al igual que la primera parte (y las posteriores) es una comedia erótica de serie Z con escasa (mas bien nula) calidad técnica y artística y repleta de humor descerebrado y pésimas interpretaciones que tan solo tiene como propósito mostrar a sus sexys protagonistas femeninas en bikini, lencería o directamente desnudas mientras ante nuestros ojos no paran de desfilar un sinfín de tetas operadas.
De perpetrar esta maravilla se encargo Jeff Conaway -mas conocido por interpretar al malote Kenickie en Grease (Randal Kleiser, 1978)- en la que fue su primera y ultima incursión en la dirección, en su ayuda acudió Charles T. Kanganis, director de grandes clásicos de las cubetas de saldos de las tiendas de segunda mano como Chantaje a un testigo (1991), Misión suicida (1993), 3 Ninjas contraatacan (1994) -¡Si no conoces a “Colt”, “Rocky” y “Tum Tum” es que no pasaste largas horas entre los pasillos del videoclub!- O la divertida (y olvidada) La carrera del sol (1996) con Halle Berry y James Belushi, que fue el encargado de escribir el guion basándose en un argumento del propio Conaway.
De la música (por llamarlo de alguna manera) de la película se encargó Jim Halfpenny, compositor de entre otras las bandas sonoras de Arma silenciosa (Lawrence Hilton-Jacobs, 1991) o Riot. La revuelta (Joseph Merhi, 1996) y de la fotografía se hizo cargo Ken Blakey, director de fotografía de Magic Kid II (Stephen Furst, 1994), Creados para obedecer (Richard Pepin, 1994) o Bigfoot: El encuentro inolvidable (Corey Michael Eubanks, 1994) y que debuto y murió como director con la tercera entrega de esta saga; Bikini Summer III: South Beach Heat (1997).
La alucinógena trama nos presenta a Joshua (Robert Miano), un vagabundo que pasa sus días junto a su amada Noreen (Michele Conaway) pidiendo limosna y tocando su guitarra por las playas de Los Ángeles hasta que cierto día es atropellado por accidente por la limusina de Harry (Richard Arbolino), un rico empresario que harto de su mujer Marilyn (Jessica Hahn) y sus hijas Bridget (Maureen Flaherty) y Venessa (Melinda Armstrong) pasa sus ratos libres con la Dominatrix Madame Clarice (Avalon Anders). Pues bien, Harry quiere tirar al mendigo a la puta calle, pero su hija Bridget, que tiene un gran corazón, decide acogerlo, darle de comer y cuidarlo hasta que se reponga del susto. Esto hará que Johua y Noreen entren en un mundo hasta ahora prohibido y desconocido para ellos y a cambio ellos les enseñaran a esta familia de tarados (y sus satélites) algunos valores fundamentales para afrontar la vida.
El elenco esta bien nutrido, así que vamos a ello. En el papel de Harry tenemos a Richard Arbolino, actor con tal solo tres películas en su mimeografiara; Operación Dragonfire (Richard T. Heffron, 1991), una Tv Movie con Daniel J. Travanti (el mítico Furillo de Canción triste de Hill Street) como protagonista, el tórrido thriller Una imagen en el espejo (Gregory Dark, 1992) donde coincidió con Jeff Conaway y esta Miss Bikini 2; La tremenda, voluptuosa y conejita de Playboy Jessica Hahn, de la que tan solo es rescatable su participación en un episodio de la serie Matrimonio con hijos (1991), interpreta a Marilyn; De las hijas del matrimonio, Bridget y Venessa se encargan respectivamente Maureen Flaherty (la única de toda la película con pechos naturales, creo), que tiene trabajos no acreditados tanto en Perseguido (Paul Michael Glaser, 1987) como en Agarralo como puedas (David Zucker, 1988), apareció (esta vez ya acreditada) en Psycho Cop (Adam Rifkin, 1993), Bikini Squad (Valerie Breiman, 1993) o Tina and the professor (Stan Haze, 1995) y Melinda Armstrong, actriz (como todo el plantel) con pocos títulos en su filmografia y casi todos enmarcados en el erotismo para vídeo, que ya trabajo en la primera Miss Bikini (aunque con un papel diferente) y de la que cabe destacar (ademas de su pedazo de cuerpo) su participación en El hombre de California (Les Mayfield, 1992) o el Sci-Fi de baratillo con Billy Dee Williams Alien Exterminador (Ricardo Jacques Gale, 1993); Robert Miano, actor con infinidad de títulos tanto en televisión como en cine y del que se podría decir que su momento de gloria fue aparecer en Donnie Brasco (Mike Newell, 1997) interpreta al vagabundo de buen corazón Joshua; La hermana mayor de Jeff Conaway (director de la peli) Michele, que hasta ese momento tan solo había aparecido en cuatro episodios sueltos de televisión y en la película Corrientes de amor (John Cassavetes, 1984) interpreta a Noreen y todo sea dicho, tras esta experiencia abandono el cine, ahí lo dejo.
Vamos con las amigas de Bridget, Sandra y Sandy (He de reconocer que en cuanto vi a Sandy, interpretada por Tammy Marcel, casi me da algo, un jodido flechazo, y en cuanto sacó a relucir sus magníficamente operados pechos casi me caigo de la cama). Marcel, por desgracia para mi, tan solo tiene una película en su filmografia (ademas de esta), Ring of fire II: Sangre y acero (Richard W. Munchkin, 1993) y rastreando la red no he encontrado nada sobre ella, así que mi gozo en un pozo; De interpretar a Sandra se hizo cargo la ex bailarina, chica Penthouse y actriz porno Alicyn Sterling. Y, por ultimo, pero no por ello menos importantes, nombrar a Tracy Dali (que interpreta a la doncella de la casa, Anita), actriz (aparecía en el jacuzzi de Regreso al futuro II), modelo (según se dice es la modelo de Playboy que mas veces ha sido fotografiada en lencería) y causante de casi acabar con el matrimonio del famoso “Enterrador” de la WWF tras alegar que este le fue infiel a su embarazada mujer con ella. Y par acabar, Avalon Anders, que se las hace pasar putas al padre de familia en su rol de Madame Clarice y que también, como no, se especializo en películas picantonas como Las sirenitas de agua dulce (Mark Pirro, 1993), Divorce Law (Michael Paul Girard, 1993) o The great bikini Off-Road adventure (Gary Dean Orona, 1994). 
En fin, que la película es una mierda ¡pero oye! A mi, su argumento me ha sorprendido, esto de mezclar vagabundos con tías buenas desnudas no lo había visto yo nunca y me ha parecido cuanto menos interesante, por lo raro del asunto. Por lo demás poco que decir, un desfile constante de jamelgas en bikini y topless y poco mas. A destacar el buen ver de Maureen Flaherty y el enamoramiento que tuve durante día y medio con Tammy Marcel y sus puntiagudos y tersos senos. Ale, a disfrutarla. 5/10

miércoles, 19 de febrero de 2020

Millennium (Michael Anderson, 1989)



Dos aviones de pasajeros colisionan poco antes de tomar tierra en el aeropuerto de Minneapolis. Pero antes del choque se produce una explosión, y uno de los copilotos descubre que antes de dicha explosión todos los pasajeros ya estaban muertos.
Bill Smith, investigador jefe de la junta nacional de transporte (NTSB), es asignado para determinar si un error humano ha sido el causante del accidente, pero cuanto mas indaga en ello mas dudas tiene sobre lo ocurrido, hasta que entra en escena Louise Baltimore, una azafata de la compañía aérea que sabe mas al respecto de lo que aparenta.
Interesante película de ciencia ficción con toques dramáticos que llevaba 10 años rondando por los estudios de Hollywood desde que John Varley publicase el relato corto en 1977 y que en ese momento tenia intención de dirigir el diseñador de efectos visuales Douglas Trumbull, también director de películas como Naves misteriosas (1972) o Proyecto Brainstorm (1983).
El estudio (MGM) tenia intención de rodar la película con Paul Newman , que por aquel entonces venia de rodar Buffalo Bill y los indios (Robert Altman, 1976) y El castañazo (George Roy Hill, 1977) y Jane Fonda, que estaba recién salida de Roba bien sin mirar a quien (Ted Kotcheff, 1977) y Julia (Fred Zinnemann, 1977), pero tras la trágica muerte de Natalie Wood en noviembre de 1981 -con quien Trumbull había trabajado en Proyecto Brainstorm- se paralizo la producción.
Mas tarde la producción paso a manos de la 20th Century Fox y hubo un baile incesante de candidatos a dirigir la pelicula como Richard Rush, conocido por aquel thriller erótico protagonizado por Bruce Willis y la guapísima Jane March llamado El color de la noche (1994), el canadiense Alvin Rakoff o Randal Kleiser, director de Grease (1978), El lago azul (1980) o El vuelo del navegante (1986) pero las negociaciones no fueron a buen puerto y entre tantas idas y venidas a John Varley le dio tiempo a convertir su relato corto en una novela y mas tarde en un guion.
Finalmente fue Michael Anderson, director de entre otras La vuelta al mundo en 80 días (por la que obtuvo el Oscar a mejor director) Operación crossbow (1965) o La fuga de Logan (1976) el elegido para hacerse cargo de la dirección. De la fotografía se encargo Rene Ohashi, camarografo de películas como Shadow dancing (Lewis Furey, 1988) o They (Robert Harmon, 2002) y el especialista en bandas sonoras para televisión Eric Robertson se encargo de la partitura.
La película se rodó íntegramente en Toronto (el set al aire libre utilizado para simular el accidente del 747 era tan convincente que los pilotos que aterrizaban en el aeropuerto de Toronto creían que se trataba de los restos de un accidente real) y recaudo a nivel mundial casi 6 millones de dolares.
Los papeles principales recayeron en Kris Kristofferson, que estaba recién salido de rodar la miniserie Amerika (1987) y El gran Pee-Wee (Randal Leiser, 1988), Chery Ladd, famosa por aquella época por haber interpretado a Kris Munroe en la ultima temporada de la conocida serie Los angeles de Charlie (1976-1981) en sustitución de Farrah Fawcett y Daniel J. Travanti, recordado por su papel del capitán Frank Furillo en la mítica serie Canción triste de Hill Street (1981-1987).
A ver, no tenia la menor idea de la existencia de esta película y si decidí verla fue porque estaba buscando cutreces de serie B y esta me salio recomendada en IMDB, y la verdad es que me he llevado una grata sorpresa encontrándome una estimable producción de ciencia ficción con una premisa cojonuda (Los humanos del futuro son estériles y su existencia peligra, así que utilizan la tecnología de la que disponen para viajar al pasado y “abducir” a victimas de accidentes aéreos, antes de que mueran, para llevárselos al futuro y repoblar la tierra) y un guion bastante interesante (me ha dado la sensación de estar ante una predecesora-salvando las distancias- de 12 Monos de Terry Gilliam), si a eso le sumas la buena química entre un Kristofferson al que el papel le sienta como un guante y a una Cheryl Ladd que desprende sensualidad en cada plano, te da como resultado una película la mar de interesante y creo, desconocida, que vale la pena recuperar. Cierto es que tanto los efectos visuales, como todo lo que tiene que ver con el futuro da un poco de grima (¡ese robot, uff!) pero la trama de viajes temporales y el drama de los personajes engancha de lo lindo. 6/10

martes, 18 de febrero de 2020

Killer Workout (David A. Prior, 1987)



Rhonda Johnson (Marcia Karr) es la propietaria de Rhonda´s Workout, un gimnasio de Los Angeles en el que empiezan a aparecer muertas varias de sus atractivas clientas. El teniente de la policía Morgan (David Campbell) intentara averiguar quien esta tras estos asesinatos antes de que las calles de Los Angeles se queden sin gente guapa.
Slasher ochentero dirigido y escrito de forma paupérrima por David A. Prior, realizador de cutreces con encanto como Sledgehammer (1983), actioners de serie B como Presa mortal (1987) o producciones de ciencia ficción de baratillo como Fuerza futura (1989) y su secuela. La producción corre a cargo de Shapiro Entertainment, compañía fundada por Leonard Shapiro y el director James Glickenhouse, autor de entrañables y videocluberas pelis como The exterminator (1980), El protector (1985) con Jackie Chan o una de acción que a mi me encantaba de pequeñajo, Blue Jean Cop (1988) con Sam Elliot y Peter Weller, y especializada en producir y distribuir películas de terror y acción de bajo presupuesto como Maniac Cop (William Lustig, 1988), Vicios diabólicos (Frank Henenlotter, 1990), Red scorpion (Joseph Zito, 1988), Las garras del tigre (Kelly Makin, 1991) o Lethal pursuit (Don Jones, 1988).
Estamos en plenos años ochenta y si algo se llevaba en la época eran los Slashers y los gimnasios llenos de pibones embutidas en lycra y de eso va sin mas esta película. La acción transcurre casi en su totalidad dentro de un gimnasio donde se van sucediendo unos asesinatos perpetrados con un imperdible de tamaño XXL (¡si, si, un imperdible!) mientras la clientela del gimnasio, tíos cachas y tías macizas dispuestas a enseñar sus encantos y hacer gala de su buen estado físico y flexibilidad, sigue con sus clases como si no pasase nada. Calentadores, zapatillas Nike, vestuario ajustado de gimnasio multicolorido, cardados, culos en pompa, saltarines y turgentes pechos sudados... Todo lo que puedas imaginarte que debería estar en cualquier gimnasio ochentero (y peliculero) que se precie, lo tienes aquí.
La película, pese a desprender un tufo a telefilm barato y tener una fotografiá de película erótica de las noches noventeras de Telecinco, se deja ver gracias a un ritmo dinámico, sus múltiples (aunque chapuceros) asesinatos, su maravillosa caratula, la profusión de planos del extenso elenco femenino y sus prietos culos, una banda sonora de alto nivel (si te gusta el AOR/Pop ochentero) a cargo de interpretes como Jill Colucci (Woman on fire), Donna DeLory (Only you tonight), Didi Nelson (Love is a four letter word), Sunny Hilden(Rock n´Rock) o Gina Harlan (Something to feel) y porque no decirlo, la motivación del asesino (y su identidad, ya que la película juega con el espectador mostrando varios posibles candidatos a psycho killer), ya que este mata por un motivo y quieras que no, eso se agradece de vez en cuando.
De la música se encargo Todd Hayden, compositor de bandas sonoras para películas como El regalo del diablo (Kenneth J. Berton, 1994) o Llegaron del espacio (Timothy Bond, 1997) y para televisión en series como La nueva Lassie (1989-1991), Harry y los Henderson (1991-1993) o Batman (1992-1995).
En cuanto al elenco principal tenemos a la guapísima Marcia Karr, actriz con una filmografia bastante corta (13 películas) pero digna de mención gracias a películas cutres pero divertidas como Rejas ardientes (Paul Nicholas, 1983), Curvas peligrosas (Mark Griffiths, 1984), Calles salvajes (Danny Steinmann, 1984), Escuela de genios (Martha Coolidge, 1985), Un seductor en apuros (Chuck Vincent, 1986), Salvaje acorralado (Max Kleven, 1986), W.A.R (Raphael Nussbaum, 1987) o Maniac Cop (William Lustig, 1988), en el papel del teniente Morgan tenemos a David Campbell, actor recurrente en series B como Presa mortal (también de Prior), Zona restringida (William Wesley, 1988) o Zona mortal (de nuevo bajo las ordenes de Prior). Ted Prior, hermanisimo del director se encarga de dar vida al cachas misterioso Chuck Dawson y por supuesto su carrera también es digna de mención gracias a cutreces como Los surfistas nazis deben morir (Peter George, 1987), Karate kimura 2 (Fabrizio De Angelis, 1988), Jungle assault (David A. Prior, 1989) o Fuerza futura 2 (David A. Prior, 1990) por nombrar algunas ya que su filmografia como la de su hermano son un festival de las risas. Del resto del reparto no vale la pena decir mucho mas, tan solo nombrar a alguna de las jamelgas tonificadas que salen en pantalla por si algún lector quiere pelarse la sardina, entre ellas están; Teresa Van der Woude, Laurel Mock, Lynn Meighan, Teresa Truesdale o Denise Martell, ninguna sobrepasa la media docena de trabajos en cine, pero vale la pena admirar sus encantos en estas mierdecillas de serie B.
Es una bazofia, si. Pero como suele pasar con este tipo de producciones, te hacen pasar un divertido rato y encima te alegran la vista con sus generosas dosis extra de tetas y culos. 4/10

jueves, 13 de febrero de 2020

Mi Madre Es Una Mujer Lobo (Michael Fischa, 1989)



Leslie Shaber (Susan Blakely) es una frustrada madre y ama de casa que un día, tras dejarla su marido colgada para ver un partido de fútbol por la tele con los amigotes, conoce a Harry Thropen (John Saxon), dueño de una tienda de mascotas a la que Leslie ha ido para comprar un collar antipulgas para su perro Rambo (Si, así se llama el perro). Tras un desafortunado percance con un ladrón de bolsos, Leslie y Harry comen juntos y acaban liándose. Una vez en casa de Harry, este muerde un dedo del pie de Leslie y la cosa queda ahí, pero mira tu por donde que realmente Harry es un hombre lobo que esta buscando una mujer especial para convertirla (y no comérsela) en lobo para perpetuar su especie. En fin, que la pobre Leslie empezara a notar extraños cambios en su cuerpo los cuales intentara esconder a su familia. Pero su hija Jennifer (Tina Caspary) y la amiga de esta, Stacey (Diana Barrows), una autentica friki del cine de terror no tardaran en olerse la tostada y harán todo lo posible por acabar con el hombre lobo antes de que sea demasiado tarde y Leslie se transforme en un perro para la posteridad.
Bueno, estamos ante una comedia de terror (pero mal) dirigida por Michael Fischa, director de entre otras basurillas Crack House (1989), Perra bruja (1989) o aquella divertidilla buddy movie protagonizada por Anthony Edwards y Lance Henriksen llamada Delta Heat (1992). Del guion se encargo Mark Pirro, escritor y director de frikadas como Curse of the queerwolf (1988), Usted primero, por favor (1989) o Las sirenitas de agua dulce (1993). Todo bajo la mano (y el parné) de Marilyn Jacobs, hija de Newton Jacobs, fundador de la productora especializada en grindhouse, exploitations y demás morralla de serie B dirigida al mercado de los autocines americanos Crown International, que dio títulos como Point of terror (Alex Nicol, 1971), Dulces mujeres (Lee Frost, 1974), Galaxina (William Sachs, 1980) o la anteriormente citada Usted primero, por favor (algunos posters de estas películas aparecen en la habitación de Stacey en la película).
La película tuvo un presupuesto de 750.000 dolares y fue filmada íntegramente entre Sherman Oaks y Los Angeles (California).
En los papeles principales tenemos a Susan Blakely, actriz de orígenes alemanes que empezó fuerte su carrera en películas como El coloso en llamas (John Guillermin, 1974), Shampoo (Hal Ashby, 1975), Capone (Steve Carver, 1975) o Yo, el Halcón (Menahem Golan, 1987) pero que a partir de la década de los 90 su carrera se centro única y exclusivamente en producciones televisivas como Falcon crest, Walker, Se ha escrito un crimen o multitud de Tv Movies de baja calidad. El Papel de Hombre lobo recayó en las manos de John Saxon, actor de infinidad de películas pero que en esa época ya aceptaba cualquier cosa que le propusiesen con tal de pagar el alquiler y comprarse unas birras. Tina Caspary parecía que a principios de los 80 iba camino de convertirse en una de las caras habituales de las películas de adolescentes americanas ya que empezó pegando fuerte con Annie (John Huston, 1982), Loca academia de combate (Neal Israel, 1986), Mi amigo Mac (Stewart Raffill, 1988) e incluso se hizo con el papel de Kelly Bundy en la mítica serie Matrimonio con hijos (1987-1997), pero solo le duro lo que duro el episodio piloto, para el resto de la serie se hizo con el papel Christina Applegate, pero su carrera acabo tan rápido como le llego su primer papel protagonista con esta película, ya que tras finalizar el rodaje se caso y ya no se supo nada mas de ella hasta que en 1994 hizo una breve aparición en la serie Valley of the dolls y volvió a desaparecer hasta el día de hoy. Y para finalizar tenemos a John Schuck, que interpreta al marido de Leslie y que al igual que su partenaire es un habitual en producciones televisivas de todo tipo y del que cinefilamente hablando tan solo vale la pena destacar su participación en películas como M.A.S.H (Robert Altman, 1970), Star Trek IV: Misión, salvar la tierra (Leonard Nimoy, 1986), Dick Tracy (Warren Beatty, 1990) o Star Trek VI: Aquel país desconocido (Nicholas Meyer, 1991). La película es mala, cutre y muy amateur, pero aun así tiene ese tufillo a producción Amblin (pero hecha jodidamente mal) que hace que se deje ver, pese a que al finalizarla te deja la sensación de haber visto un autentico bodrio con, posiblemente, uno de los peores trabajos de maquillaje que se hayan visto en una producción de este tipo y una escena final de pelea entre hombre y mujer Lobo que da autentica vergüenza ajena. Se puede ver, si. Pero mejor no hacerlo a no ser que seas muy cafetero y nostálgico de las ofertas de 3 pelis por 500 pesetas del videoclub, con ver el poster de la película (lo mejor de largo) suficiente. 3/10

Los Piratas De Las Islas Salvajes (Ferdinand Fairfax, 1983)


Tras el éxito de taquilla que supuso En busca del arca perdida (Steven Spielberg, 1981) todos los grandes estudios de Hollywood se pusieron a producir películas de corte similar como Sky Pirates (Colin Eggleston, 1986), Las minas del rey Salomón (J. Lee Thompson, 1985), Allan Quatermain y la ciudad perdida del oro (Gary Nelson, 1986), El templo del oro (J. Lee Thompson, 1986) o El rio de la muerte (Steve Carver, 1989) y si, ninguna llego a la altura. Una de esas películas que salieron a rebufo de Indiana Jones y que hoy en día es una gran olvidada es esta Los piratas de las islas salvajes (Nate and Hayes en su titulo original).
En su momento la película fue un fracaso en taquilla. Tuvo un presupuesto de 12 millones de dolares y apenas recaudo 2 a nivel mundial, pero seria injusto culpar a la película en si. La Paramount había comprado la película, que fue financiada por inversores Neozelandeses aprovechando lagunas fiscales, y cuando les presentaron el corte final en el verano de 1983 se preocuparon por las similitudes estilísticas que tenia con En busca del arca perdida (que había llenado de billetes las arcas de la Paramount dos años antes) y como Spielberg ya estaba en preproducción de Indiana Jones y el templo maldito (1984) decidieron no darle mucha publicidad (solo la justa para cumplir obligaciones contractuales) por miedo a que el publico no aguantase películas tan similares en tan poco espacio de tiempo y que esto perjudicase la recaudación de la película de Spielberg que se estrenaría tras esta. Así que para reducir perdidas decidieron darle muy poco bombo publicitario y una cosa llevo a la otra. Cierto es que la película no esta a la altura de Indiana Jones, pero es una estimable peliculilla de aventuras que se deja ver a las mil maravillas.
La película cuenta con un guion escrito a cuatro manos entre David Odell, escritor que venia de Cristal Oscuro (Jim Henson, Frank Oz, 1982) y que luego puso sus manos en los libretos de Supergirl (Jeannot Szwarc, 1984) y Masters del universo (Gary Goddard, 1987) y Lloyd Phillips, productor sudafricano de películas como Doce monos (Terry Gilliam, 1995), El desafió (Lee Tamahori, 1997), Limite vertical (Martin Campbell, 2000) o Malditos bastardos (Quentin Tarantino, 2009) y que hizo su debut y su única escritura de guion con esta película.
La trama de la película esta inspirada en las andanzas reales del capitán de barco William Henry “Bully” Hayes, quien navego en los mares del pacifico sur a mediados del siglo XIX hasta su asesinato en 1877 y que según algunos escritores fue “el ultimo de los bucaneros”.
La dirección de la película corrió a cargo de Ferdinand Fairfax, director ingles especializado en televisión y que solo tiene un par de películas de cine mas en su haber ademas de esta; Una especie de Águila de acero pero ambientada en Corea del norte (Evasión del norte, 1988) y una de competiciones de remo (True blue, 1996) con un joven Dominic West en su reparto.
El rodaje tuvo lugar entre Fiji y Nueva Zelanda donde se construyeron sets que incluían una aldea nativa de Fiji, un puerto comercial de Samoa de finales del siglo XIX, la transformación de un barco pesquero en una siniestra cañonera alemana a vapor y un puente de cuerda colgante sobre un barranco.
Para interpretar al capitán Bully Hayes se contrató a Tommy Lee Jones, que por aquel entonces era una cara conocida de la pequeña pantalla y del que tan solo puedo recomendar previamente su participación en la magnifica El ex-preso de Corea (John Flynn, 1977) ya que no seria hasta casi nueve años después cuando a principios de los años 90 pegaría el pelotazo al estrellato con películas como El fugitivo (Andrew Davis, 1993) o El cliente (Joel Schumacher, 1994), aunque yo siempre lo recordare por su papel del desquiciado Strannix en la genial Alerta Máxima (Andrew Davis, 1992). La guapísima Jenny Seagrove, que estaba recién salida del rodaje de Local Hero (Bill Forsyth, 1983) y cuya carrera no llego a despegar pese a que prometía, se encargo de dar vida a Sophie, la joven religiosa que acaba, por circunstancias de la vida, empuñando pistolas y espadas, al igual que su prometido en la película, el reverendo Williamson, al que interpreto Michael O´Keefe, actor con una amplia trayectoria televisiva y con pequeños papeles en cine en películas como El club de los chalados (Harold Ramis, 1980), El juramento (Sean Penn, 2001) o Michael Clayton (Tony Gilroy, 2007).Y para interpretar a la nemesis de “Bully” y villano de la función se requirieron los servicios del australiano Max Phipps, actor cuyo mayor merito cinematográfico es haber interpretado a uno de los capullos que perseguían a Mel Gibson en Mad Max 2, el guerrero de la carretera (George Miller, 1981).
Si hay algo que me ha llamado la atención de esta película es la cantidad de similitudes que tiene con Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra (Gore Verbinski, 2003), tanto el trío protagonista como su desarrollo dramático es prácticamente igual en ambas películas. Supongo que Disney, Bruckheimer y Verbinski tomarían nota y plagiaron (u homenajearon) a diestro y siniestro. Por lo demás, estamos ante una entretenida película de aventuras marinas, con unos paisajes naturales dignos de alabar, un protagonista con carisma y una trama que, aunque algo endeble, se deja ver con agrado. No os cambiara la vida, pero si os van las pelis de piratas, os gustara. Ademas, esta ambientada en el pacifico, cosa que se agradece ya que por norma general las películas del genero suelen estarlo en el mar caribe. 6/10

sábado, 8 de febrero de 2020

Equalizer 2000 (Cirio H. Santiago, 1987)


Durante los años 80 Filipinas se convirtió en el patio trasero (mas bien, vertedero) de Hollywood especializándose en Series B que se rodaban con cuatro perras y que tenían como única intención atiborrar los autocines de los Estados Unidos con películas baratas (principalmente exploitations de todo tipo) protagonizadas por alguna estrella de segunda venida a menos, mujeres voluptuosas y ligeras de ropa, muchas explosiones, centenares de extras que corriesen de un lado para otro y que recaudasen lo máximo posible para seguir haciendo mas y mas y mas. 
Uno de los directores mas prolíficos de todos cuanto salieron en aquella época fue el Filipino Cirio H. Santiago, que dejo para la posteridad autenticas maravillas de la cutrez (y el divertimento) como T.N.T Jackson (1975), Ebony, Ivory & Jade (1976), El samurai negro (1978) o Puño desnudo (1981) por citar solo algunas de su infinito y demencial catalogo. Pues bien, a mediados de los años 80 estaba pegando fuerte el éxito de Mad Max 2: El guerrero de la carretera (George Miller, 1981) y alrededor del mundo montones de directores se lanzaron a perpetrar sus propias visiones sobre futuros post-apocalípticos y el bueno de Cirio no iba a ser menos y tras homenajear al cine bélico con El ojo del águila (1987) y al genero de monstruos marinos con La bestia ha vuelto (1987) se metió de nuevo en el terreno post-nuclear como ya había hecho antes con Stryker (1983) y Ruedas de Fuego (1985) para dar (de nuevo) su visión de lo que debería ser un futuro desolado por una guerra nuclear.
La trama nos sitúa en el norte de Alaska (aunque parezca Murcia). Tras el holocausto nuclear todo es un páramo desolado en el que varias tribus (o bandas) luchan entre ellas para hacerse con las pocas reservas que quedan de combustible y agua. Entre estas bandas están Los gobernantes, Los rebeldes y La gente de la montaña. Todos lucharan por hacerse con el control del páramo y con una nueva y mortífera arma llamada Equializer 2000 que promete ser la que de el poder total a quien la empuñe. 
Del guion de esta obra cumbre del genero se encargaron el director/actor/ escritor Joe Mari Avellana, que tiene en su aver títulos tan evocadores y sugerentes como La ultima misión (Cirio H. Santiago, 1984), Ultimax Force (Willy Milan, 1987), Killer Instinct (Cirio H. Santiago, 1987) o la maravillosa y spectrumera Trident Force (Richard Smith, 1989) y Frederick Bailey, guionista de entre otras; Enemigo sobrenatural (Andrew Prowse, 1990), Corrupción en Manila (Clark Henderson, 1992) o Raiders of the Sun (Cirio H. Santiago, 1992). Para la fotografía se contrataron los servicios de Johnny Araojo, director de fotografía de películas tan estimables como Vampire Hookers (Cirio H. Santiago, 1978), Dragon solo (Rudy Evangelista, 1979) u Operación Rambo (Anthony Maharaj, 1989) y para rematar el apartado técnico decir que de la banda sonora se encargó Ding Achacoso, compositor de corta carrera que también colaboro con Santiago en Demon of paradise (1987) y del que únicamente destacaría su gusto por los sintetizadores (aunque no muy bien utilizados, la verdad). Eso si, en la escena en la que el prota de la peli monta el arma al mas puro estilo (bueno, plagio) de Rambo se luce con su teclado casio a pilas. 
Pasemos al apartado actoral. Para este tipo de películas rodadas en filipinas siempre suele haber tres máximas que se repiten, a saber; Uno. El protagonista debe ser un cachas con escaso carisma y caucásico, Dos. La chica tiene que ser una jamelga de las que quita el hipo y a poder ser ex conejita playboy o asidua al Penthouse. Y tres. Tiene que haber centenares de extras por doquier, a ser posible vagabundos filipinos. Pues bien, aquí se cumplen las tres. De los extras no hablare porque son muchos y todos se parecen, así que pasemos directamente a los protas de la peli, nuestros héroes, brújulas morales del páramo y únicos cuerpos de gimnasio en 1000 kilómetros a la redonda o lo que es lo mismo, Slade y Karen. De dar vida a Slade se encargo el australiano Richard Norton, al que habíamos visto en clásicos del videoclub como Marcado para morir (James Fargo, 1982) junto a Chuck Norris, El regreso de los supercamorristas (Sammo Hung, 1985) junto a Jackie Chan y el propio Hung o El guerrero americano (Sam Firstenberg, 1985) con Michael Dudikoff, tras Equalizer 2000 su carrera siguió dando vandanzos por la serie B de accion asiática mayormente y lo único destacable de su carrera es su participación en Mad Max: Fury Road (George Miller, 2015). Para interpretar a Karen se contrató a la atractiva y voluptuosa Corinne Alphen que salia de poner nervioso al personal en Camisetas calientes (Chuck Vincent, 1980) y Movida de verano (Sean S. Cunningham, 1983) y sobretodo de ser nombrada pet del mes en Penthouse en junio de 1978 y en agosto de 1981 y de ser pet del año en 1982 (si, hay fotos suyas desnuda en internet). Del actor encargado de interpretar al villano no diré nada porque tiene nulo interés, pero si decir que uno de los villanos de opereta que sale es el bueno de Robert Patrick, que antes de convertirse en el famoso T-1000 de Terminator 2 (James Cameron, 1991) estuvo dando tumbos por las filipinas para pagar el alquiler. 
En fin, una serie B sin complejos, muchas explosiones, muchos tiroteos, cachas y tías buenas, sintetizadores ochenteros, cutrez, pésimos diálogos, coches tuneados y mucho descampado en el que rodar persecuciones. Eso si, todo con mucho encanto y muy disfrutable. Mala, si, pero divertida. 5/10