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martes, 30 de noviembre de 2021

La Carta Final (David Hugh Jones, 1987)

 


Helene Hanff nació un 15 de abril de 1916 en Filadelfia, Pensilvania (EEUU). Sus padres, Miriam y Arthur eran de orígenes humildes y no pudieron financiarle una costosa educación, pero Helene gano una beca para estudiar en la Universidad de Temple, estudios que solo pudo prolongar durante un año ya que dicha beca no daba para mas. Resignada, Helene decidió estudiar por si misma y convertirse en autodidacta, pero una vez mas tuvo que abandonar sus estudios ya que su familia necesitaba urgentemente dinero debido al golpe económico que supuso para ellos la crisis de 1929 (también conocida como La Gran Depresión) por lo que Helene tuvo que ponerse a trabajar, pero sin dejar nunca de leer, formarse y soñar con convertirse en dramaturga.
Fue en la década de 1940 cuando por fin puedo dejar su Filadelfia natal tras ganar un concurso anual de dramaturgia y mudarse a Nueva York para estudiar en la prestigiosa Theatre Guild y probar fortuna primero escribiendo obras teatrales de las que llego a escribir 20, ninguna de las cuales llego a producirse pese a ser muchas de ellas admiradas por los principales productores de Broadway, la propia Hanff llego a decir sobre sus obras que eran textos “con encanto pero sin trama” ya que se consideraba muy buena escribiendo diálogos, pero muy mala a la hora de encontrar una trama donde encajarlos.
En fin, que la buena de Hanff se partía el lomo escribiendo obras teatrales y no había manera de vivir de ello y entretanto, Hanff, extravagante, maniática y apasionada por la lectura decide ponerse en contacto mediante correo postal, ya que en Nueva York (ni en los EEUU) encontraba nada de lo que buscaba, con la librería Marks & Co de Londres y, mas concretamente con uno de sus principales compradores de libros y vendedor llamado Frank Doel, con el que acabaría entablando una amistad epistolar durante diecisiete años.
Mientras se carteaba con Doel, Hanff escribía y escribía y llegaron los años 50 y ahí fue cuando entro en la industria televisiva para escribir guiones y malvivir de ello debutando con con la Tv Movie No Man Is an Island (Albert McCleery, 1953) a la que siguieron títulos como The Web (1953) de la que escribió tres episodios; Tv Movies como Aesop and Rhodope, The Hands of Clara Schumann, The Ordeal of Thomas Jefferson, The Armour-Bearer, Flight from Cathay, The Reluctant Redeemer o Lady in the Wings, todas producidas en 1954 y dirigidas a las ordenes de Albert McCleery y sobre todo la serie The Adventures of Ellery Queen, que tuvo cierto éxito y de la que escribió 11 episodios. Pero poco a poco la producción televisiva fue abandonando Nueva York para trasladarse a Los Ángeles y Hanff decidió quedarse en la Gran Manzana aparcando su trabajo como guionista y pasando a trabajar como publicista o como colaboradora en revistas como New Yorker o Harper´s.
Y, ¿A que viene todo este sermón? Se preguntara algún incauto (si lo hay) lector. Pues a que gracias a todas las vicisitudes que rodean la vida de la escritora y mas concretamente a la relación entre ella y Doel (y por extensión los demás empleados de la librería londinense) podemos disfrutar hoy en día de esta sencilla pero extraordinaria, fascinante y conmovedora película sobre la amistad y el amor por los libros ya que tras la muerte de Doel en 1968 Hanff escribió “84 Charing Cross Road”, libro que contaba su relación con Doel y la librería Marks & Co. durante casi veinte años y que diecisiete años después de su escritura fue adaptado a la gran pantalla.
La producción de la película podríamos decir que fue un capricho del productor y director Mel Brooks, el cual compro los derechos de la novela como regalo de cumpleaños para su mujer, la actriz Ann Bancroft.
Brooks venia de producir con su productora Brooksflims películas como Máxima Ansiedad (1977) dirigida por el mismo; El hombre elefante (David Lynch, 1980), Mi año favorito (Richard Benjamin, 1982), Frances (Graeme Clifford, 1982), Soy o no soy (Alan Johnson, 1983), La mosca (David Cronenberg, 1986) o Guerreros del sol (Alan Johnson, 1986) y en 1986, once años después de que el libro fuese llevado a la pequeña pantalla mediante una obra de teatro televisada llamada Play for Today: 84 Charing Cross Road, cuatro desde que la versión teatral dirigida por James Roose-Evans se estrenase en Broadway y mientras estaba metido de lleno en la preproducción de su película La loca historia de las galaxias (1987) decidió que era hora de ponerse manos a la obra y llevarla a la gran pantalla. Para ello se asocio con Geoffrey Helman, productor ingles que había producido El león del desierto (Moustapha Akkad, 1980), La mujer del teniente francés (Karel Reisz, 1981) o la fantástica e infravalorada Krull (Peter Yates, 1983).
A Brooks y Helman se unieron como productores asociados Randy Auerbach, que se estrenaba como productor con esta película pero que previamente había trabajado como asistente de Brooks en El hombre elefante, La loca historia del mundo, Mi año favorito y La mosca y Jo Lustig, que tras trabajar como consultor en un especial de televisión sobre Mel Brooks llamado An audience with Mel Brooks (Alasdair Macmillan, 1983) se unió a la troupe de Brooks pero debió salir escaldado de la experiencia ya que tras esta película dejo el negocio del cine para centrarse en la producción de documentales musicales para la televisión. Con la producción viento en popa y a toda vela era el momento de elegir un guionista que adaptase tanto la novela de Hanff como la obra teatral de Roose-Evans y el elegido fue un ingles de pura cepa como Hugh Whitemore, guionista curtido en mil batallas televisivas y cuyo reconocimiento llego años después gracias a Jane Eyre (Franco Zeffirelli, 1996) y sobre todo gracias al exquisito díptico televisivo sobre Winston Churchill que formaban Amenaza de tormenta (Richard Loncraine, 2002) y Hacia la tormenta (Thaddeus O´Sullivan, 2009) y que había sido el encargado de escribir el libreto en Play For Today: 84 Charing Cross Road, la versión teatral televisada de 1975.
Con el libreto finiquitado había que encontrar un director ya que Mel Brooks estaba ocupado con La loca historia de las galaxias y es sabido que a el lo que le gusta dirigir son películas de corte humorístico y que los dramas se los encarga a directores que por alguna razón le llamen la atención como fue el caso de David Lynch con El hombre elefante o David Cronenberg con La mosca, así que entre los productores escogieron para sentarse en la silla de director a, como no, otro ingles, David Hugh Jones, curtido también en la televisión británica y que fue elegido por su buen hacer en la película El riesgo de la traición (1983) que adaptaba la obra teatral del dramaturgo Harold Pinter Betrayal sobre las relaciones entre una mujer casada y un agente literario (Quizá este dato también tuvo que ver con su elección) y que aquí desempeña una correcta y clásica labor de dirección sin aspavientos ni virguerias innecesarias.
Para hacerse cargo de la sobria fotografía principal se contrató a Brian West, director de fotografía que había trabajado en películas como Billy dos sombreros (Ted Kotcheff, 1974), Tres forajidos y un pistolero (Richard Fleischer, 1974) o Quien la sigue la consigue (Richard Lester, 1984) pero que por aquellos tiempos andaba liado entre Tv Movies como Reflejos de la noche (Dick Lowry, 1985) o Lejos de las tinieblas (Jud Taylor, 1985) y series televisivas como Misterio (1984) o la divertida Remington Steele (1984).
De componer la música para la película se encargaría Geroge Fenton, que venia de componer la banda sonora de la película de culto En compañía de lobos (Neil Jordan, 1984) y que mas adelante nos dejaría grandes trabajos como Grita libertad (Richard Attenborough, 1987), Las amistades peligrosas (Stephen Frears, 1988), Memphis Belle (Michael Caton-Jones, 1990), El rey pescador (Terry Gilliam, 1991), Atrapado en el tiempo (Harold Ramis, 1993) o la olvidada pero muy interesante Prisioneros del cielo (Phil Joanou, 1996) y que aquí se marca una banda sonora con mucho piano y viento, de corte clásico, uniforme en su sonoridad y sencilla pero emotiva que empasta perfectamente con las imágenes gracias a deliciosos (y cortos) temas como “Fan Fare”, “Book of Love Poems”, “Dear Speed”, “Pilgrimage-Helene and Frank”, “Love Between Friends” o “Helen´s First Letter”.
Finiquitados los aspectos mas técnicos de la producción, era hora de ponerse en marcha para encontrar a los interpretes adecuados para cada rol. El papel de Helene, como era de suponer, ya tenia dueña, Anne Bancroft, por quien su esposo Mel había puesto en pie la película y que venia de ofrecer muy buenas interpretaciones en Buscando a Greta (Sidney Lumet, 1984), Agnes de Dios (Norman Jewison, 1985), película por la que obtuvo su quinta y ultima nominación a los Oscar y Buenas noches, madre (Tom Moore, 1986) interpretaría a la maniática escritora de una manera tan convincente que fue premiada con el BAFTA a mejor interpretación femenina del año. Para encontrar al resto del reparto se decidió por parte de los productores que no habría un director de casting, sino que habría un departamento de casting que se desdoblaría para buscar los interpretes adecuados para los personajes que vivían a un lado y otro del Atlántico y los elegidos para este cometido fueron Judy Courtney, que se había estrenado en la labor tres años antes con la película Go Tell It on The Mountain (Stan Lathan, 1984), venia de trabajar en el departamento de casting de Poltergeist II: El otro lado (Brian Gibson, 1986) y de elegir a Karl Malden para el papel del currela Jack Galvin en el drama Billy Galvin (John Gray, 1986) que se haría cargo del casting americano junto a su socia D.L. Newton y Marilyn Johnson, directora de casting en películas como Sweeney (David Wickes, 1977), su secuela Sweeney 2 (Tom Clegg, 1978) o McVicar, el enemigo publico numero 1 (Tom Clegg, 1980) que se haría cargo del casting ingles. Por la parte americana del elenco y por no extenderme mucho en roles secundarios, se contrató a Mercedes Ruehl, vista por aquel entonces en películas como The Warriors (Walter Hill, 1979), Se acabó el pastel (Mike Nichols, 1986) o Días de radio (Woody Allen, 1987), que años mas tarde ganaría el Oscar a mejor actriz de reparto por su papel de Anne en El rey pescador (Terry Gilliam, 1991) y que aquí daría vida a Kay, amiga de Helene y, por el lado británico del reparto tenemos a Anthony Hopkins, que por aquel entonces ya era un actor con peso en la industria, que había sido nominado dos veces a los BAFTA cinematográficos por The lion in winter (Anthony Harvey, 1968) y por su actuación vocal en Magic (Richard Attenborough, 1978), que ya sabia lo que era trabajar en una producción de Mel Brooks (el hombre elefante), que venia de participar en Motín a bordo (Roger Donaldson, 1984) y The good father (Mike Newell, 1985), que lo petaría a nivel mundial con su Hannibal Lecter de El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991) cuatro años después y que aquí se encargaría de interpretar, de manera convincente y perfecta, al comprador y vendedor de libros usados Frank Doel; para interpretar a sus compañeros de trabajo de Marks & Co. Se ficho a Maurice Denham, actor que empezó su carrera en la década de los años 30 visto (en este caso oído) en Rebelión en la granja (Joy Batchelor & John Halas, 1954) en la que ponía voz a todos los animales, las bélicas ¡Hundid el Bismarck! (Lewis Gilbert, 1960), Operación Crossbow (Michael Anderson, 1965) y Los héroes de Telemark (Anthony Mann, 1965), La condesa Drácula (Peter Sasdy, 1971) junto a la atractiva Ingrid Pitt, Chacal (Fred Zinnemann, 1973) o Julia (Fred Zinnemann, 1977) y que aquí se metería en la piel de George Martin, el trabajador mas mayor de la librería; Wendy Morgan, que apenas tenia tres títulos cinematográficos en su haber; Yanquis (John Schlesinger, 1979), El nacimiento de los Beatles (Richard Marquand, 1979) y El espejo roto (Guy Hamilton, 1980) se hizo con el papel de Megan Wells; Ian McNeice, visto en Top Secret! (Jim Abrahams, Daviz Zucker, Jerry Zucker, 1984) y siempre recordado por mi por sus papeles en La casa Rusia (Fred Schepisi, 1990) y Escape de Absolom (Martin Campbell, 1994) interpretaría a Bill Humphries y, para rematar el apartado actoral nombrar a Judi Dench, que por aquel entonces ya tenia tras de si una larga carrera de casi treinta años con papeles importantes como los de Cuatro de la madrugada (Anthony Simmons, 1965), Un pasado en sombras (David Hare, 1985) o Una habitación con vistas (James Ivory, 1985) que le acababa de dar su primer premio BAFTA como actriz de reparto, premio al que también optaría por su interpretación de Nora Doel, esposa de Frank pese a tener un papel no muy extenso y con apenas diálogos.
El rodaje tuvo lugar entre el 24 de marzo y el 18 de junio de 1986 en diversas localizaciones entre Inglaterra y Manhattan, motivo por el que la producción se dividió en dos equipos, entre las que destacan Glynde y Eastbourne en Sussex, el Soho, Trafalgar Square, Hyde Park, Covent Garden y Lambeth en Londres, Richmond y los Shepperton Studios en Surrey y Central Park y St. Thomas Church en Manhattan y la película tuvo una recaudación entre los Estados Unidos y Canadá de 1.083.486 dolares.
Y, para finalizar la reseña comentar que Helene Hanff finalmente visito su querida librería de 84 Charing Cross Road, pero para cuando sucedió su amigo Frank Doel ya había muerto debido a una peritonitis y la librería ya había cerrado. Hanff había pospuesto su viaje demasiado tiempo debido a problemas financieros y a su renuencia a viajar y finalmente llego a Londres en el verano de 1971. Hanff relató dicha visita en su libro de 1973 “La duquesa de Bloomsbury Street” en el que describe sus visitas con amigos y admiradores a varios lugares de interés literario e histórico de Londres y el sur de Inglaterra. 7/10



viernes, 29 de octubre de 2021

El Cartero Siempre Llama Dos Veces (Bob Rafelson, 1981)

 


Cuarta adaptación de la novela homónima de James M. Cain escrita en 1934 tras la francesa Le dernier tournant (Pierre Chenal, 1939), la italiana Obsesion (Luchino Visconti, 1943) y la clásica de 1946 dirigida por Tay Garnett y protagonizada por Lana Turner y John Garfield, convirtiéndose en la segunda versión rodada en ingles y en la primera rodada en color.
De sacar adelante el proyecto se encargaron tres productoras; Lorimar Film Entertainment, productora que venia de producir Bienvenido Mr. Chance (Hal Ashby, 1979) y A la caza (William Friedkin, 1980) con Al Pacino y que mas tarde produciría algunos exitazos del calibre de Evasión o victoria (John Huston, 1981), Oficial y caballero (Taylor Hackford, 1982) y Las amistades peligrosas (Stephen Frears, 1988) antes de ser comprada por Warner Brothers Entertainment; Northstar International, productora fundada para producir Corazones de segunda mano de Hal Ashby un año antes y que tras esta “El cartero...” tan solo firmaría Intento de fuga un año después y también con Ashby a los mandos y CIP Filmproduktion GmbH, productora detrás de películas como Hair (Milos Forman, 1979), Yanquis (John Schlesinger, 1979), La formula (John G. Avildsen, 1980) o Lili Marleen (Rainer Werner Fassbinder, 1981).
Para encargarse de la adaptación de la novela de Cain a libreto cinematográfico, los productores contrataron al dramaturgo David Mamet, cuya única experiencia en el medio había sido la escritura un par de años antes del guion de una Tv Movie llamada A life in the theatre (Kirk Browning & Gerald Gutierrez, 1979), convirtiéndose esta película en su debut en la escritura de guiones para cine, al cual seguirían autenticas obras maestras como Veredicto final (Sidney Lumet, 1982), Los intocables de Eliot Ness (Brian De Palma, 1987), Glengarry Glen Ross (James Foley, 1992), Hoffa (Danny DeVito, 1992), la infravalorada El desafío (Lee Tamahori, 1997), Ronin (John Frankenheimer, 1998), El ultimo golpe (2001) y Cinturón rojo (2008) ambas dirigidas por el mismo.
El guion nos presentaba a Frank, un buscavidas y maleante de poca monta que durante un viaje a ninguna parte hace una parada en un restaurante de carretera de la California rural y por avatares del destino acaba quedándose a trabajar allí como mecánico. El restaurante esta regentado por Nick, un inmigrante griego de avanzada edad y su joven y bella mujer Cora, que esta cansada de su situación, casada con un hombre al que no quiere y trabajando en un local del que quisiera ser propietaria para poder hacerle mejoras.
Al poco tiempo, Frank y Cora inician una tumultuosa relación a espaldas del marido de esta y juntos planean asesinar a Nick para comenzar una nueva vida juntos.
Una vez con el guion finiquitado era hora de buscar a un director que pudiese llevarlo a buen puerto y el elegido fue Bob Rafelson, uno de los llamados “Fundadores del nuevo Hollywood”, que había debutado tras las cámaras en 1966 en la popular serie de televisión “Los Monkees” a la cual seguiría su debut en cine, también con los Monkees en Head (1968) escrita junto a Jack Nicholson (que también tiene un pequeño papel sin acreditar), Mi vida es mi vida (1970) y El rey de Marvin Gardens (1972), ambas, ahora si, protagonizadas por Jack Nicholson y Músculos de acero (1976) con Jeff Bridges, Sally Field y Arnold Schwarzenegger.
Con Rafelson subido al barco era hora de encontrar a los actores perfectos para dar vida a Frank y Cora, o mas bien para dar vida a Cora ya que con lo bien que se llevaban Rafelson y Nicholson la elección para meterse en la piel de Frank era obvia.
Nicholson a esas alturas ya era un experimentado y reconocido actor con cuatro nominaciones al Oscar por Easy Rider (Dennis Hopper, 1969); Mi vida es mi vida, dirigido por el propio Rafelson; El ultimo deber (Hal Ashby, 1973) y Chinatown (Roman Polanski, 1974), lo había ganado en 1975 por Alguien voló sobre el nido del cuco de Milos Forman, estaba recién salido del rodaje de El resplandor (Stanley Kubrick, 1980) y podía compaginar las fechas de rodaje con Rojos (Warren Beatty, 1981) que también se produciría ese año, así que dicho y hecho. Nicholson se subía a bordo.
Encontrar a Cora fue mas complicado y del trabajo se encargó Terry Liebling, director de casting que había trabajado en producciones del calibre de Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979), El imperio contraataca (Irvin Kershner, 1980) o Brubaker (Stuart Rosenberg, 1980) y se le hicieron pruebas a Kim Bassinger, actriz que por aquel entonces era poco conocida ya que unicamente se dedicaba a hacer personajes esporádicos en series como El hombre invisible (1976), Los ángeles de Charlie (1976), Dog and Cat (1977) o De aquí a la eternidad (1980) y que fue desestimada por Rafelson, petandolo cinco años después con su papel de Elizabeth en Nueve semanas y media (Adrian Lyne, 1986). También se presento a la prueba Lindsay Crouse, que por aquel entonces estaba casada con David Mamet, venia de rodar Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976), El castañazo (George Roy Hill, 1977) y Al otro lado de la noticia (Joan Micklin Silver, 1977) y estaba considerada como una de las nuevas promesas a tener en cuenta, pero por lo que fuese no cuajo; otra actriz a la que se le ofreció el papel fue a Meryl Streep, que estaba on fire gracias a sus interpretaciones en Julia (Fred Zinnemann, 1977), la mini serie Holocausto (1978), El cazador (Michael Cimino, 1978), Manhattan (Woody Allen, 1979) y especialmente Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979), pero rechazó el papel debido a su alta carga erótica y prefirió embarcarse en la producción de La mujer del teniente francés (Karel Reisz, 1981) junto a Jeremy Irons y, fue en ese preciso momento cuando entró en escena Jessica Lange, que tras su debut en King Kong (John Guillermin, 1976) y su paso por All that jazz (Bob Fosse, 1979) y Como combatir el alto coste de la vida (Robert Scheerer, 1980) se estaba labrando un buen y reconocido nombre en la escena y por lo visto dejo boquiabierto al propio Bob Rafleson durante la prueba ya que según el mismo cuenta escribió su nombre en un papel y lo puso dentro de un sobre cerrado y meses después, cuando los productores ya la habían elegido para interpretar a Cora le dio el sobre a Lange para que esta supiera que era su favorita para el papel.
De los personajes secundarios se hicieron cargo John Colicos, actor canadiense de gran recorrido tanto en cine como en televisión, que venia de rodar el clásico de terror Al final de la escalera (Peter Medak, 1980) y el thriller Phobia (John Huston, 1980) que se encargaría de dar vida al marido de Cora y futura victima de la pareja Nick, papel para el que también se presento el director y actor Elia Kazan; Angelica Huston, recién salida de El corsario escarlata (James Goldstone, 1976) y El ultimo magnate (Elia Kazan, 1976), que tendría un pequeño papel como interés amoroso de Frank; Michael Lerner, otro clasico visto en infinidad de peliculas y series y al que siempre recordare por encarnar al alcaide cabrón en la entretenidisima Escape de Absolom (Martin Campbell, 1994) que daría vida al abogado de la pareja y por ultimo John P. Ryan, que había trabajado nueve años antes con Rafelson en El rey de Marvin Gardens, que para mi siempre sera el hijo de puta de Ranken en El tren del infierno (Andrey Konchalovskiy, 1985) y que aquí interpreta a Kennedy, ayudante del abogado y extorsionador en sus ratos libres.
Terminado el cast, pasemos a aspectos mas técnicos. Para hacerse cargo de la fotografía se requirieron los servicios del sueco Sven Nykvist, considerado como uno de los mejores en su campo y colaborador habitual del director Ingmar Bergman desde que trabajasen juntos en Noche de circo (1953) y gracias al que ganaría sus dos Oscar por Gritos y susurros (1972) y Fanny y Alexander (1982) y que aquí se limita a trabajar del modo mas simple y natural posible, como solía hacer en casi todas sus películas, y resaltar los tonos naturales de la piel del rostro humano de modo que la emoción de la escena se pudiera representar en el rostro sin que la luz fuese intrusiva.
El encargado de componer la banda sonora de la película fue Michael Small, compositor que se había hecho cargo de las partituras de auténticos peliculones como Klute (Alan J. Pakula, 1971) con la bellisima Jane Fonda; El ultimo testigo (Alan J. Pakula, 1974), La noche se mueve (Arthur Penn, 1975), Marathon Man (John Schlesinger, 1976) o Driver (Walter Hill, 1978) y que aquí elabora un trabajo perfecto para ambientar la época en la que sucede la película.
El rodaje tuvo lugar entre enero y mayo de 1980 entre Goleta y Santa Barbara (California), según las notas de producción, el set de Twin Oaks (El restaurante y gasolinera) se construyo en un tramo remoto de la carretera de San Marcos, cerca de Santa Barbara y la película se proyecto fuera de competición en el Festival de Cine de Cannes de 1981 obteniendo un mal recibimiento por gran parte de la critica especializada, que sintieron que esta nueva versión era un autentico desperdicio, criticando también que el final era “muy débil” en comparación con la original, que el significado del titulo no se explicaba en la película, lo que generaría confusión entre los espectadores y que pese a contener mas escenas de sexo que la película anterior, era asexuada en comparación con la versión de Tay Garnett y eso que corrieron ríos de tinta con la famosa escena de la cocina entre Nicholson y Lange, la química entre los dos era de tal calibre (Nicholson admitió que estaba enamorado de Lange) que muchos espectadores creyeron que era sexo real y no simulado, cosa que rápidamente fue negada por los protagonistas.
Y, para finalizar y como curiosidad decir que esta película inicio una corriente de thrillers eróticos a la que se sumarían Fuego en el cuerpo (Lawrence Kasdan, 1981), Atracción fatal (Adrian Lyne, 1987) o Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992) entre muchas otras. 6/10

martes, 19 de octubre de 2021

Nunca te prometí un jardín de rosas (Anthony Page, 1977)

 


Tras el rotundo éxito de Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman, 1975), el inefable Roger Corman, director y productor que me ha hecho pasar momentos auténticamente gloriosos delante de una pantalla con gozadas como Cannonball (Paul Bartel, 1976), Ilsa, la tigresa de Siberia (Jean LaFleur, 1977), Piraña (Joe Dante, 1978), Saint Jack (Peter Bogdanovich, 1979), Puño desnudo (Cirio H. Santiago, 1981), La galaxia del terror (Bruce D. Clark, 1981) El ultimo guerrero (James Sbardellati, 1983) o Tygra: Hielo y fuego (Ralph Bakshi, 1983), pudo finalmente conseguir la financiación necesaria para adaptar de manera sublime el libro autobiográfico “I never promised you a Rose Garden” escrito por Joanne Greenberg en 1964 y que es una representación de la esquizofrenia contada por una esquizofrenica y crear una autentica maravilla que por desgracia a día de hoy esta semiolivada.
Corman se asocio al productor Daniel H. Blatt, que venia de producir tres TV Movies; Brigada anti-secuestro (Irvin Kershner, 1976), Un circulo de niños (Don Taylor, 1977) y Pánico en Echo Park (John Llewellyn Moxey, 1977) y que mas tarde destacaría ejerciendo labores de producción en productos de terror como Aullidos (Joe Dante, 1981) o Cujo (Lewis Teague, 1983), en una película de acción ramplona a la que le tengo mucho cariño, Rescate infernal (Stuart Rosenberg, 1986) o en la mítica serie de televisión “V” (1984-1985) y bajo el manto de New World Pictures, productora que tenia en su haber títulos tan apetecibles y olvidados como The Student Nurses (Stephanie Rothman, 1970), The Big Doll House (Jack Hill, 1971), Women In Cages (Gerardo De Leon, 1971), Night Call Nurses (Jonathan Kaplan, 1972), Dulce y Peligrosa (Andy Sidaris, 1973), Tender Loving Care (Don Edmonds, 1973), The Arena (Steve Carver, 1974), La cárcel caliente (Jonathan Demme, 1974), TNT Jackson (Ciro H. Santiago, 1974), La celda de la violación (Michael Miller, 1976) o con mas caché como Dersu Uzala (Akira Kurosawa, 1975), Rabia (David Cronenberg, 1977) y a las que siguieron producciones del nivel de La habitación verde (Fraçoise Truffaut, 1978), Sonata de otoño (Ingmar Bergman, 1978), El tambor de hojalata (Volker Schlöndorff, 1979), Fitzcarraldo (Werner Herzog, 1982) o mas tarde, éxitos ochenteros como Jóvenes Ocultos (Joel Schumacher, 1987), Hellraiser (Clive Barker, 1987), Elvira, reina de las tinieblas (James Signorelli, 1988), Escuela de jóvenes asesinos (Michael Lehmann, 1988), Warlock, el brujo (Steve Miner, 1989) o una película que a mi siempre me trae buenos recuerdos como Transilvania 6-5000 (Rudy De Luca, 1985), se pusieron manos a la obra.
Para adaptar el libro a la gran pantalla se acudió al escritor y ex editor de la afamada revista Sight & Sound, Gavin Lambert, que había debutado como director en 1954 con la película Another Sky, labor que abandono para trabajar como asistente personal del director Nicholas Ray en Bigger Than Life (1956) y ahí le cogió el gustillo a la escritura de guiones e hizo su debut también con Ray en Amarga victoria, película bélica con Richard Burton y Curd Jürgens en su reparto, a la que seguirían, series de televisión como Expectación (1958), Lux Playhouse (1958), El millonario (1959) y On trial (1959), tras lo cual publico su primera novela “The Slide Area” y de ahí paso a trabajar en películas como La primavera romana de la señora Stone (José Quintero, 1961), ¿Quien mato a tía Roo? (Curtis Harrington, 1972) o adaptar sus propias obras al cine como sucedió con su novela “La rebelde” que fue llevada al cine por Robert Mulligan en 1965 contando en su reparto con Natalie Wood, Christopher Plummer y Robert Redford. Para ayudar a Lambert con el libreto se ficho al también guionista Lewis John Carlino, que ademas de haber participado en varias series de televisión, había escrito los guiones de películas como Un reflejo sin miedo (William A. Fraker, 1972), Fríamente... sin motivos personales (Michael Winner, 1972), Joe, el loco (Carlo Lizzani, 1974) o Los días impuros del extranjero (1976) que también fue su debut en la dirección y ambos lograron adaptar de forma brillante el libro de Joanne Greenberg y mostrar perfectamente lo duro que es el dolor emocional que padecen las personas esquizofrenicas y como esos laberintos que se crean en sus mentes, esas dobles vidas imaginarias, no son mas que una forma retorcida de huir del dolor emocional. Su buen hacer con la adaptación les valió una nominación al Oscar a mejor guion adaptado, premio que les fue arrebatado por Alvin Sargent por la película Julia de Fred Zinnemann.
El guion nos presenta a Deborah Blake, una joven que siempre ha intentado evadirse de la realidad, construyendo su propio mundo mágico llamado Yri en el que todo es perfecto y eterno. Pero la joven ha llegado al punto de confundir ficción y realidad y, por ello, ha sido ingresada en un hospital psiquiátrico. Su caso se da por perdido ante las constantes alucinaciones que sufre, pero la terapeuta que la cuida no pierde la esperanza de curarla.
Con el dinero en la cazuela y el guion terminado, los productores se decantaron por el Hungaro Peter Medak para ocupar la silla de dirección y dejar los papeles principales en manos de Charlotte Rampling y Mick Jagger, pero Medak estaba atado por contrato con la televisión para rodar la TV Movie The Rocking Horse Winner y unos capítulos de Espacio: 1999 y declino la oferta, al igual que hicieron Rampling, que tenia apalabrados los rodajes de Taxi Malva (Yves Boisset, 1977) y Orca: La ballena asesina (Michael Anderson, 1977) y Jagger, que por ese entonces andaría de juerga con los Stones. Por aquel entonces también se hablo mucho sobre Natalie Wood, amiga del guionista Gavin Lambert desde que trabajaron juntos en “La rebelde” y que estaba dispuesta a protagonizarla y producirla, pero por uno motivos u otros tampoco cuajo, así que los productores, finalmente, decidieron ofrecerle la silla de mando a Anthony Page, director que venia compaginando TV Movies como Male of the species (1969) o Los misiles de octubre (1974) con películas como Prueba inadmisible (1968) o Alpha Beta (1974), pero que mas allá de estar curtido en productos televisivos apenas tenia bagaje cinematográfico pero supo sacarle partido al guion y ejercer una gran labor en la dirección.
Para hacerse cargo de la opresiva fotografía se contrato a Bruce Logan, que venia de trabajar como director de fotografía en La celda de la violación (Michael Miller, 1976) y El perro de Satan (Albert Band, 1977) y que también había trabajado en el departamento de efectos fotográficos en 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968) y en el departamento de miniaturas y efectos ópticos en La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977). Para encargarse de la banda sonora se ficho a Paul Chihara, que ya había colaborado con la New World Pictures en La carrera de la muerte del año 2000 (Paul Bartel, 1975) y que mas tarde se encargo de componer la música en la versión televisiva de Doctor Extraño (Philip DeGuere, 1978), de trabajar para Sidney Lumet en El príncipe de la ciudad (1981) o junto a Walter Matthaw y Robin Williams en la comedia Sufridos ciudadanos (Michael Ritchie, 1983) y que aquí crea una partitura que sin destacar especialmente, si que consigue ir al unisono de las imágenes y la trama.
Una vez descartadas las opciones de Charlotte Rampling y Natalie Wood, Harriet B. Halberg, directora de casting que había debutado un año antes en Carrie (Brian De Palma, 1976) y que compagino su labor en “Nunca te prometí un jardín de rosas” con Ruby (Curtis Harrington, 1977) y Stunts (Mark L. Lester, 1977) selecciono para el papel principal a Kathleen Quinlan, que había debutado unos años antes a las ordenes de George Lucas en American Graffiti (1973) y que tras unos años dando tumbos en televisión en series como Emergencia (1973), La mujer policía (1974), Kojak (1974) o Ironside (1974) parecía que su carrera empezaba a despegar gracias a sus intervenciones en películas como Aeropuerto 77 (Jerry Jameson, 1977), Nigtmare in blood (John Stanley, 1977) o la que nos ocupa, en la que hace un trabajazo espectacular y conmovedor de principio a fin, cosa que le valió la nominación ese año al Globo de Oro a mejor actriz, que le fue arrebatado por Jane Fonda y su papel en Julia de Zinnemann.
Para dar voz al resto de internas del hospital psiquiátrico se contrato a un variopinto y fantástico grupo de actrices entre las que estaban Susan Tyrrel, Signe Hasso, Darlene Craviotto, Sylvia Sidney o Carol Worthington; Para hacerse cargo del papel de la doctora Fried, la psiquiatra que se implica personalmente en el caso de la joven Deborah para intentar apagar esas voces que la atormentan y salvarla de su enfermiza mente, se recurrió a la guapísima Bibi Andersson, actriz que venia de trabajar con Ingmar Bergman en películas como El séptimo sello (1957), Fresas salvajes (1957), El rostro (1958) o Persona (1966) y para finalizar, destacar la presencia de Renny Santoni, el “Chico” de Harry el sucio (Don Siegel, 1971) y el “Gonzales” de Cobra (George P. Cosmatos, 1986), de un jovencisimo Dennis Quaid en el que fue su primer papel acreditado y del compositor Danny Elfman, que aquí debutaba como actor tres años antes de hacerlo como compositor de Forbidden Zone (Richard Elfman, 1980).
En definitiva, estamos ante una película muy recomendable que te va atrapando poco a poco hasta dejar una huella, por lo menos en mi, imborrable. 8/10

sábado, 9 de octubre de 2021

La Mujer De Al Lado (Françoise Truffaut, 1981)

 


Penúltima película como director de Françoise Truffaut, que aquí también ejerció labores de producción con su productora Les Films du Carrosse, productora que creo junto a Marcel Berbert y Ignace Morgenstern en 1957 y bajo la cual ya había producido hasta la fecha; Los mocosos (1957), Los cuatrocientos golpes (1959), Jules y Jim (1962), Antoine et Colette (1962), La piel suave (1964), La novia vestía de negro (1968), Besos robados (1968), La sirena del Mississippi (1969), El pequeño salvaje (1970), Domicilio conyugal (1970), Las dos inglesas y el amor (1971), Una chica tan decente como yo (1972), La noche americana (1973), Diario intimo de Adela H. (1975), La piel dura (1976), El amante del amor (1977), La habitación verde (1978), El amor en fuga (1979) y El ultimo metro (1980). Para escribir el guion, Truffaut recurrió a Suzanne Schiffman, compañera de fatigas del director en películas como La noche americana o Diario intimo de Adela H. y que venia de trabajar junto a el en su anterior El ultimo metro y Jean Aurel, director de películas como Las mujeres (1969) o Un marido infiel (1979) y que había trabajado junto a Truffaut en el libreto de El amor en fuga un par de años atrás, para contarnos la trágica historia de amor de Bernard Coudray y Mathilde Bauchard. A caballo entre la intriga criminal y el melodrama mas descarnado, el autor de Los cuatrocientos golpes (1959) junto a Schiffman y Aurel construyeron esta historia de amour fou con muy pocos elementos. Contó solamente con cinco personajes principales (dos matrimonios y la propietaria del club de tenis) y ubico el escenario de la acción en exteriores reducidos y concretos de la ciudad de Grenoble. Bernard vive feliz con su esposa Arlette y su hijo Thomas en un pueblo en las afueras de Grenoble. Un día, un matrimonio, Philippe y Mathilde, se mudan a la casa de al lado. Bernard y Mathilde sufren un shock al verse porque años antes, cuando ambos eran solteros, tuvieron una tormentosa aventura que termino dolorosamente. Al principio Bernard evita a Mathilde, hasta que un encuentro fortuito en un supermercado despierta pasiones enterradas durante mucho tiempo y emprenden una nueva aventura a espaldas de sus respectivas parejas. Truffaut tenia en mente quien interpretaría a los personajes principales desde que en una ceremonia de los premios Cesar vio la química entre Dépardieu y Ardant. A Fanny Ardant le había puesto el ojo desde que la vio en la miniserie Las damas de la costa (1979), le dio el papel y obtuvo gracias a el una nominacion a los Cesar que le arrebato Isabelle Adjani por La posesión de Andrzej Zulawski y con Dépardieu acabab de trabajar en su anterior película, El ultimo metro (1980). Para interpretar a sus respectivas parejas se contrato a Michèle Baumgartner como Arlette, mujer de Bernard, que venia de trabajar en la serie de televisión Médecins de nuit y que tan solo trabajaría una vez mas en cine en Les mots pour le dire (José Pinheiro, 1983) ya que murió repentinamente en 1985 a los 31 años de edad. Y, para interpretar el marido de Ardant, Philipe, se contrato a Henri Garcin, actor belga que estaba recién salido del rodaje de Murder Obsession (Riccardo Freda, 1981) y Faut s´les faire (Alain Nauroy, 1981) y que ademas de tener una extensa carrera televisiva, quizás lo mas importante a nivel internacional que haya hecho sea participar en la nefasta versión de La pantera rosa (2006) de Shawn Levy. Del resto del reparto tan solo destacar a Véronique Silver, actriz de enorme recorrido tanto televisivo como cinematográfico, que con su papel de Odile Jouve fue candidata a mejor actriz secundaria en los premios Cesar y que pese a que lo perdió en favor de Nathalie Baye por su interpretación en Strange Affair de Pierre Granier-Deferre esta inmensa. Para hacerse cargo de la fotografía de la película, Truffaut eligió a William Lubtchansky, afamado director de fotografía francés que venia de trabajar en Salve quien pueda, la vida (1980) a las ordenes de Jean-Luc Godard y que en su haber tiene títulos como Las noches de Monsieur Max (Jacques Poitrenaud, 1965), Duelle (Jacques Rivette, 1976) o Les amants réguliers (Philippe Garrel, 2005) y que aquí se sirve de abundantes planos secuencia, giros de cámara, emotivos “zooms” y tira mano de una paleta de colores cálidos y de tonos suaves tratando de penetrar en el mundo interior de la pareja protagonista. Para componer la partitura, Truffaut eligió a Georges Delerue, afamado compositor francés con mas de trescientos títulos en su haber entre los que destacan Anne of the thousand days (Charles Jarrott, 1969), The day of the dolphin (Mike Nichols, 1973), Julia (Fred Zinnemann, 1977) y Agnes of God (Norman Jewison, 1985) por haber sido nominadas al Oscar, A little romance (George Roy Hill, 1979), por la que consiguió su única estatuilla y por tres exitazos ochenteros como Platoon (Oliver Stone, 1986), Los gemelos golpean dos veces (Ivan Reitman, 1988) y Magnolias de acero (Herbert Ross, 1989) y que también venia de trabajar con el director en su anterior “El ultimo metro” y que aquí ofrece un trabajo de 16 breves temas instrumentales y melódicos de entre los que destacan “L´Amour dans la voiture”, Garden Party” o “Le secret de madame Jouve” El rodaje tuvo lugar entre el 1 de abril de 1981 y el 13 de junio del mismo año entre Chemin des Batellières (emplazamiento de las dos casas), Corenc (el club de tenis) y Grenoble. A mi me ha parecido un drama bastante interesante, con una trama que poco a poco se va complicando y que desencadena una espiral de locura romántica, que pese a que me ha parecido que se va de madre demasiado en el ultimo tercio, sigue manteniendo el interés.

6/10


miércoles, 7 de abril de 2021

We Summon The Darkness (Marc Meyers, 2019)

 


Simplona película de terror (ejem) que se sube al carro de la nostalgia ochentera dirigida por Marc Meyers, director de la adaptación a cine del cómic de Def Backderf My Friend Dahmer (2017) y del drama Human Capital (2019) y con guion de Alan Trezza, que lo único que había hecho antes como guionista fue aquella basurilla dirigida por Joe Dante llamada Enterrando a la ex (2014) en la que también aparecía la exuberante Alexandra Daddario y que aquí nos cuenta la historia de tres amigas; Alexis (Alexandra Daddario), Val (Maddie Hasson) y Beverly (Amy Forsyth) que durante un concierto de Heavy Metal conocen a otros tres chicos; Mark (Keenan Johnson), Ivan (Austin Swift) y Kovacs (Logan Miller) y deciden llevárselos a casa de Alexis para seguir la juerga. Lo que estos pájaros no saben es que en realidad las tres amigas no son unas jevilonas con ganas de fiesta, sino unas asesinas en serie en potencia que quieren acabar con sus vidas. 
Para producir este intento de homenaje a la Serie B sin gracia se unieron un sinfín de productoras y productores (cuantas mas productoras, peor producto) entre las que destacan Common Enemy, compañía fundada por Kyle Tekiela, que venia de producir la anteriormente mencionada Enterrando a la ex y el drama de Netflix Mudbound (Dee Rees, 2017); Thefyzz, productora encargada de aquel bodriazo español llamado XP3D (Sergi Vizcaino, 2011) o de películas mas interesantes como Bone Tomahawk (S. Craig Zahler, 2015), Silencio (Martin Scorsese, 2016), La Corresponsal (Matthew Heineman, 2018), Nación Salvaje (Sam Levinson, 2018) o Dragged Across Concrete (S. Craig Zahler, 2018) aunque mirando ahora por Internet veo que también esta detrás de las ultimas mierdas paga-hipotecas de Steven Seagal, Bruce Willis, Jean-Claude Van Damme o John Travolta. En fin, sigamos, también anda por aquí Magna Entertainment que tan solo tiene seis títulos en su haber en el que solo destaca el drama deportivo sobre la figura del boxeo Vinny Pazienza Sacrificio de leyenda (Ben Younger, 2016); Highland Film Group, que venían de producir basurillas del calibre de Looking Glass (Tim Hunter, 2018) con Nicolas Cage, Reprisal (Brian A. Miller, 2018) con Bruce Willis poniendo el cazo, el Slasher The Row: La Hermandad (Matty Beckerman, 2018) o las secuelas de Plan de escape; Plan de escape 2: Hades (Steven C. Miller, 2018) y Plan de escape III (John Herzfeld, 2019). A la fiesta se une Iconic Media One, productora que se estrena con esta película y que tiene varias anunciadas pero ninguna confirmada y Nightsade Entertainment, creada para producir esta película y (seguramente) para defraudar a hacienda. 
De componer la banda sonora se hizo cargo el ingles Tim Williams, curtido en el departamento musical en producciones como Guardianes de la Galaxia (James Gunn, 2014), Dejame salir (Jordan Peele, 2017) o Fast & Furious: Hobbs & Shaw (David Leitch, 2019) y que aquí desarrolla un trabajo bastante plano y simplón en el cual solo destaca la inclusión del éxito de Belinda Carlisle “Heaven Is A Place On Earth” y el tema jevarra de los Mercyful Fate “Black Funeral”. De la fotografía principal se encargo Tarin Anderson que había participado en un segmento de V/H/S 2 (Simon Barret, 2013) y venia de trabajar junto a Demi Moore en una basura infecta llamada Ejecutivos Agresivos (Patrick Brice, 2019) y que aquí se limita a cumplir sin proponer nada novedoso u original. Para elegir al cast principal se contrato los servicios de Michelle Lewitt, directora de casting de películas como Transformers (Michael Bay, 2007), Ángeles y Demonios (Ron Howard, 2009) o Los Sustitutos (Jonathan Mostow, 2009) que eligió a la voluptuosa Alexandra Daddario que venia de darse el batacazo con El juego del asesino (David Raymond, 2018) y que no estaba en el candelero desde el relativo éxito de Baywatch (Seth Gordon, 2017) para interpretar a Alexis, la zumbada ultra-religiosa embarcada en una cruzada asesina en contra de cualquier infiel que se le cruce; Para interpretar a Val, secuaz de Alexis se ficho a Maddie Hasson, que estaba recién salida del interesante drama religioso Novitiate (Maggie Betts, 2017) y de More Than Enough (Anne-Marie Hess, 2017) otro dramón que no he tenido oportunidad de ver, pero al que le tengo ganas ya que de esta We Summon The Darkness lo único que rescato es la presencia de esta actriz y mira que al verla por primera vez mi primer pensamiento fue bastante negativo con su aspecto físico pero a los cinco minutos ya estaba totalmente rendido ante ella, ha acabado encantándome tanto físicamente como interpretativamente, se nota que sabe donde se ha metido y lo esta disfrutando a piñón fijo y encima la pava esta jodidamente buena, vamos, que me he pillado por esta Maddie Hasson a la que a partir de ahora le seguiré la pista cual lamentable acosador. Para terminar el trío de damiselas psicóticas tenemos a Amy Forsyth, actriz curtida en series de televisión como Cracked (2013), Degrassi: La nueva generación (2014), Defiance (2014), The Path (2016) o Rise (2018) y que venia de Hell Fest (Gregory Plotkin, 2018) otro Slasher cutresalchichero y que da vida a Beverly, la nueva del grupo que se da cuenta del lavado de cerebro al que están siendo sometidas y decide volverse en contra de sus dos compinches y ayudar a los desvalidos fans del metal. Para interpretar a estos tres metalheads se contrato a Keenan Johnson, que estaba recién salido de Alita: Ángel de combate (Robert Rodríguez, 2019) para dar vida a Mark, el guaperillas que pierde los huesos (y casi la vida) por Beverly; Logan Miller, visto en Escape Room (Adam Robitel, 2019) que interpreta a Kovacs y Austin Swift, que lo único destacable de su filmografía es haber participado en Vivir de noche (Ben Affleck, 2016) y que aquí, además de participar como actor, ejerce de coproductor. 
La película se filmo en Chicago, donde se rodaron las escenas de carretera y Winnipeg (Canadá) donde se recreo el set de la casa de Alexis donde tiene lugar gran parte de la trama. En resumen, a mi me ha parecido bastante floja y descafeinada, con pocos asesinatos y con un desarrollo que va de mas a menos dejándome la sensación que me hubiese interesado mas de no convertirse en un slasher y haber seguido siendo una película en la que tres amigas conocen a tres chicos y se van de juerga juntos. Al final, se la he soportado entera ha sido únicamente por la presencia de Maddie Hasson y eso que si la vi era por la Daddario... sorpresas te da la vida. 4/10

miércoles, 24 de febrero de 2021

El Laberinto Rojo (Jon Avnet, 1997)

 


El guionista Robert King, autor de los libretos de Nido Subterráneo (Terence H. Winkless, 1988), Chicos de fuego (Fritz Kiersch, 1988), Imposible de matar (Cirio H. Santiago, 1989) con la tremebunda Monique Gabrielle o La isla de las cabezas cortadas (Renny Harlin, 1995) llevaba un tiempo moviendo por Hollywood un guion sobre la falta de libertades y juicios justos en la China comunista y finalmente fue la Metro-Goldwyn-Mayer quien se hizo con el para producirlo. Para dirigir el cotarro se contrato a Jon Avnet, director sin gran personalidad en sus trabajos pero muy correcto en la ejecución y que aquí entrega un entretenido (sin mas) drama judicial con toques de thriller. Avnet había despuntado con su primer largo para cine, Tomates verdes fritos (1991) y que venia de dirigir un par de películas, The War (1994) e Intimo y personal (1996) que si bien no habían sido grandes éxitos de taquilla si que habían tenido buenas criticas y que también se involucro en labores de producción junto a su socio Jordan Kerner con su productora Avnet/Kerner Productions. A la Metro (que también ejercería de distribuidora) y Avnet y Kerner se les unieron en dicha labor Gail Katz y su socio el director y productor Wolfgang Petersen, que venían de producir En la linea de fuego (1993), Estallido (1995) y Air Force One (1997), las tres dirigidas por el propio Petersen.
La trama nos presentaba a el abogado americano Jack Moore, que está a punto de cerrar en Pekín un contrato entre una compañía de televisión estadounidense y el gobierno chino. Hasta que los funcionarios chinos decidan, le ofrecen a él y a su delegación un variado programa de entretenimiento. En el marco de ese programa Moore se encuentra con una joven modelo, con la que pasa la noche y que se encuentra muerta al día siguiente, brutalmente asesinada. Moore es detenido, porque piensan que él es el asesino y la modelo resulta ser además la hija de un general chino, que desea verlo muerto. Para defenderse contara con la ayuda de una joven abogada china llamada Shen Yuelin, que de primeras no cree en su inocencia, pero que poco a poco descubrirá que algo huele a podrido en el gigante rojo y sus instituciones.
El diseño de producción corrió a cargo de Richard Sylbert, diseñador curtido en mil batallas gracias a películas como Esplendor en la yerba (Elia Kazan, 1961), El mensajero del miedo (John Frankenheimer, 1962), ¿Quien teme a Virginia Woolf? (Mike Nichols, 1966), El graduado (Mike Nichols, 1967), La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968), Chinatown (Roman Polanski, 1974), Dispara a matar (Roger Spottiswoode, 1988) o Atrapado por su pasado (Brian De Palma, 1993) y que para esta película tuvo que realizar dos viajes de investigación a China donde tomo mas de 1.500 fotografías para proporcionar referencias de la vida real para la posterior construcción de los sets de rodaje que incluían una reproducción de dos hectáreas de un vecindario de Beijing que se construyo cerca del aeropuerto internacional de Los Angeles y que incluía 300 bicicletas, 15 coches y miles de accesorios, desde estufas hasta tapas de alcantarillas que habían sido importadas desde China. Así mismo y para aumentar el sentido de la realidad de la película, el director Jon Avnet, la actriz Bai Ling y el productor Martin Huberty viajaron a Beijing y durante una semana estuvieron filmando en plan “guerrilla” sin el conocimiento o permiso del gobierno Chino. Ademas de recrear Beijing en Los Angeles también se rodó en los Culver Studios y en el aeropuerto de Long Beach.
La fotografía de la película se le encargo al alemán Klaus Walter Lindenlaub, director de fotografía de cabecera de Roland Emmerich con el que había trabajado en El secreto de los fantasmas (1987), Estación lunar 44 (1990), Soldado universal (1992), Stargate (1994) e Independence day (1996) y que venia de trabajar con Avnet en Intimo y Personal un año antes.
Para componer la banda sonora, Avnet se trajo a otro compinche con el que también había trabajado en Intimo y Personal: el compositor Angelino Thomas Newman, encargado de bandas sonoras del calibre de Jóvenes ocultos (Joel Schumacher, 1987), Tomates verdes fritos (Jon Avnet, 1991), El juego de Hollywood (Robert Altman, 1992), Esencia de mujer (Martin Brest, 1992), Cadena perpetua (Frank Darabont, 1994), Mujercitas (Gillian Armstrong, 1994) o El escándalo de Larry Flint (Milos Forman, 1996) y que aquí nos deja temas remarcables como “Main title”, “Shen Yuelin” o “Remarkable things”.
El proceso de casting se le encargo a David Rubin, que tras iniciar su carrera en el Saturday Night Live de Nueva York se mudo a Los Angeles y ejerció de director de casting en películas como El nombre de la rosa (Jean Jacques-Annaud, 1986), Dos sabuesos despistados (Tom Mankiewicz, 1987), Los fantasmas atacan al jefe (Richard Donner, 1988), La guerra de los Rose (Danny DeVito, 1989), Dias de trueno (Tony Scott, 1990), Análisis final (Phil Joanou, 1992), La tapadera (Sydney Pollack, 1993), Waterworld (Kevin Reynolds, 1995) o Intimo y personal (1996) en la que coincidió con Jon Avnet.
Rubin eligió a Richard Gere, que venia de petarlo fuerte con El primer caballero (Jerry Zucker, 1995) y Las dos caras de la verdad (Gregory Hoblit, 1996) con la potente irrupción de Edward Norton en la gran pantalla, para interpretar a Jack Moore; para dar vida a Shen Yuelin, la abogada defensora de Moore se contrato a la actriz china Bai Ling, que tres años antes había dado el salto a Hollywood tras una corta carrera en su país natal con la película El cuervo (Alex Proyas, 1994) y que venia de interpretar un pequeño papel en Nixon (1995) de Oliver Stone; Byron Mann, el inefable Ryu de la desastrosamente cómica Street Fighter: La ultima batalla (Steven E. de Souza, 1994) se hizo con el papel de Lin Dan; Robert Stanton, visto en Ellas dan el golpe (Penny Marshall, 1992), Daniel el travieso (Nick Castle, 1993) o Stiptease (Andrew Bergman, 1996) daba vida al funcionario de la embajada americana Ed Pratt y la actriz china Tsai Chin, conocida por interpretar a Lin Tang en El regreso de Fu-Manchu (Don Sharp, 1965), Las novias de Fu-Manchu (Don Sharp, 1966), La venganza de Fu-Manchu (Jeremy Summers, 1967) y Fu-Machu y el beso de la muerte (Jesus Franco, 1968) se hizo con el papel de la jueza Xu.
La película tuvo un presupuesto de 48 millones de dolares y recaudo 22 en el mercado americano convirtiéndose en un absoluto fracaso de taquilla.
A ver, estamos ante un vehículo para el lucimiento de Richard Gere, así que tampoco se le puede pedir mucho mas, quizás si en vez de Gere la protagonizase un actor con mas enjundia dramática seria mejor película, pero aquí hemos venido a ver al bueno de Richard corriendo, huyendo entre tejados chinos, siendo vilipendiado por las autoridades chinas y redimiéndose de sus pecados pasados y eso, joder, mola y entretiene, así que le perdonamos la panfletada tendenciosa, maniquea, y simplificadora anticomunista y si nos dejamos llevar por la acción y el suspense, la película se deja ver fácilmente Aunque tras este nuevo revisionado he de decir que lo que mas me ha gustado ha sido la presencia y el buen hacer de Bai Ling, una actriz a la que no le he seguido mucho la pista, pero que en esta película me ha sorprendido para bien. 6/10

viernes, 19 de febrero de 2021

Wild Things 2 (Jack Perez, 2004)

 


Seis años después del relativo éxito de Juegos salvajes (John McNaughton, 1998) la productora Mandalay Entertaiment, que ya había producido la primera entrega decidió apostar por una segunda parte pero sin pillarse mucho los dedos: seria una producción directa a vídeo y para no jugársela mucho ya que la primera tuvo cierto impacto en el imaginario colectivo pero escaso en taquilla (incluso perdieron dinero), la producción seria a pachas con otras compañías. Así es como se sumaron a la causa Destination Films, que venia de producir engendros como Los cazavampiros de Tsui Hark (Wellson Chin, 2003) o Golpea o muere (Craig Ross Jr, 2003) y Magic Hour Pictures, productora de Muerte sensual (Robert Angelo, 2001) con la neumática Shannon Tweed o el thriller con el cutre de Stephen Baldwin y la atractiva Kari Wuhrer La trampa de la araña (Paul Levine, 2002), todo bajo el amparo en la distribución de TriStar Home Entertainment y un presupuesto de casi tres millones de dolares.
Para encargarse del guion se contrataron los servicios de Ross Helford y Andy Hurst. Helford había debutado el año anterior con una panfletada directa a video llamada Marines (Mark Roper, 2003) y tras esta Juegos salvajes 2 ha seguido en el mundo del directo a video con un par de secuelas de aquella chulada que era En el corazón de la jungla (Luis Llosa, 1993): Becket: Sombras del pasado (P.J. Pesce, 2004) y Sniper: Al limite (Claudio Fäh, 2011), la tercera parte de la que hoy nos atañe, Juegos salvajes 3 (Jay Lowi, 2005) y otra secuela tardía, Mujer blanca soltera busca 2 (Keith Samples, 2005) y Hurst sigue en la linea de su colega y tiene créditos como escritor en catástrofes como Fuerza 10: Destrucción total (Tibor Takacs, 2005), Juegos salvajes 3 (Jay Lowi, 2005) o Vampiros 3: El retorno (Martin Jay Weiss, 2005). Viendo las mierdas en las que andan enfrascados era fácil deducir que el guion de esta película iba a brillar por su ausencia ya que lo único que hacen es “remakear” la primera parte pero cambiando los personajes.
La trama nos presenta a Brittney Havers (Susan Ward), una jovencita de 17 años que vive con su padrastro Niles Dunlap (Tony Denison) tras la accidental muerte de su madre un año atrás. Pues resulta que el padrastro de Brittney es un ricachón que anda metido en negocios turbios y cierto día cuando viajaba en su avioneta privada lo asesinan y la pobre Brittney va a heredar todo un pastizal a no ser que aparezca un heredero legitimo y, mira tu por donde que la archienemiga de Brittney en el instituto, Maya King (Leila Arcieri) aparece en medio del juicio diciendo que es una hija bastarda del fallecido. Percal armado, a partir de ahí: sexo, traiciones, giros rocambolescos, alianzas improbables, policías, agentes de seguros y blablabla.
Una vez con el guion escrito había que buscar a un director que se dejase engañar para dirigir esto a cambio de un bocadillo de mortadela con olivas y tras una criba en la que estaban un vagabundo de Wisconsin y la cortadora de césped de uno de los productores el elegido fue Jack Pérez, que tras dirigir un episodio de la serie Hércules: Sus viajes legendarios y un documental sobre Walker Texas Ranger había debutado en el largo con The big empty (1997) a la que le seguiría La cucaracha (1998) ¿Que mas se podía pedir? ¡Nada, coño, nada, contratado! Este tío apunta maneras, debieron pensar los productores, y no se equivocaron, tras esta Juegos salvajes 2 vendrían grandes clásicos como Megatiburon contra pulpo gigante (2009) o Destrucción total: Las Vegas (2013), películas que seguro que las habéis visto algún domingo por la tarde en La Sexta o Cuatro.
De la fotografía se encargo Seo Mutarevic que venia de dejar su sello en la comedia Vampiros anónimos (Michael Keller, 2003) y que aquí no aporta nada, si algo tenia la primera Juegos Salvajes era, ademas de otras cosas, una lograda y estilizada fotografía a cargo de Jeffrey L. Kimball que aquí brilla por su ausencia y de la banda sonora se hicieron cargo Andrew Feltenstein, que debutaba con esta película y que mas tarde trabajaría en Despedida de soltera (Leslye Headland, 2012), Casa de mi padre (Matt Piedmont, 2012) o Los amos de la noticia (Adam McKay, 2013) y John Nau, que había currado en truños del calibre de Amenaza biológica (William R. Greenblatt, 2000) y que a partir de esta Juegos salvajes 2 se uniría a Feltenstein y colaboraría con el en las anteriormente mencionadas.
Para reunir al exquisito elenco que daría vida a los personajes de la película se recurrió a Dan Shaner y Michael Testa, directores de casting que han hecho carrera en el lodazal de las Tv Movies con producciones como Los ojos del asesino (Peter Markle, 1992), Magachip (Fred Walton, 1992), Pista mortal 2 (Stuart Cooper, 1996), Un golpe de suerte (Isaac Florentine, 1997) o Dancer, población 81 (Tim McCanlies, 1998) y que lo mejor que han hecho en su carrera es Pesadilla final: La muerte de Freddy (Rachel Talalay, 1991) uno y Amor y sexo (Valerie Breiman, 2000) el otro y aquí tenían la papeleta de reemplazar a Matt Dillon, Kevin Bacon, Denise Richards, Neve Campbell y Bill Murray y para ello contrataron a Linden Ashby que ya había pasado sus cinco minutos de gloria diez años antes interpretando a uno de los hermanos Earp en Wyatt Earp (Lawrence Kasdan, 1994) y a Johnny Cage en Mortal Kombat (Paul W.S Anderson, 1995) y que aquí tendría el papel del teniente Morrison (Papel al que volvería en la tercera parte); Para hacerse cargo de interpretar al agente de seguros Terence Bridge se contrato a Isaiah Washington, actor que venia de rodar Ghost Ship (Steve Beck, 2002) y Hollywood: Departamento de homicidios (Ron Shelton, 2003); Tony Denison, un habitual de la televisión americana que ha tenido episodicos en series como Matrimonio con hijos (1996), Melrose Place (1997), Embrujadas (1998), Walker, Texas Ranger (2000), Policías de Nueva York (2004) o JAG: Alerta roja (2002-2005) y que en largo lo mas destacado que tiene es el actioner protagonizado por Dolph Lundgren Hombres de acero (Perry Lang, 1994) se haría con el papel de Niles Dunlap. Y, ahora, vamos al ajo, o sea, a las jamelgas que para eso vi yo la película; Para el papel de Maya King se contrato a Leila Arcieri, ganadora del concurso Miss San Francisco en 1997 tras el cual inicio una carrera como actriz en películas como xXx (Rob Cohen, 2002) o Papa canguro (Steve Carr, 2003) y que aquí tiene algunas escenas subidas de tono, pero para los desnudos me da a mi que usaron una doble de cuerpo y para interpretar a Brittney Havers se ficho a Susan Ward, ex-modelo de la agencia Ford que había hecho sus pinitos en series de televisión como Swans crossing (1992), Malibu shores (1996), Hércules: Sus viajes legendarios (1997) o Sunset beach (1999) y en cine había tenido un pequeño papel en Amor ciego (Bobby & Peter Farrelly, 2001), su carrera no llego a despegar tras su participación en esta secuela y se limito a hacer papeles en series y Tv Movies hasta que en 2012 se quedo embarazada y dejo la actuación. Por desgracia para mi en esta Juegos salvajes 2 no pone toda la carne en el asador y tan solo se puede apreciar su espectacular y neumática anatomía a través de los bikinis, la lencería y algún que otro modelito de lo mas sugerente, eso si, la tía luce jodidamente bien en cada plano.
La película es mala con avaricia, pero entre asesinatos, traiciones, dúos, tríos, giros, lencería, pezones marcados en batas de andar por casa y algún que otro topless aguanta el tipo y se deja ver, si sabes a lo que te expones, claro. 4/10

Dracula (John Badham, 1979)

 


Peliculón basado en una produccion teatral (basada a su vez en la novela de Bram Stoker) de Hamilton Deane y John L. Balderston estrenada el 20 de octubre de 1977 en el Martin Beck Theatre de Nueva York y que permanecio en cartel la friolera de novecientas veinticinco actuaciones hasta el 6 de enero de 1980.
El concepto de la pelicula surgio cuando Walter Mirisch, productor de La invasion de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956), Los siete magnificos (John Sturges, 1960), La gran evasion (John Sturges, 1963), La pantera rosa (Blake Edwards, 1963) o En el calor de la noche (Norman Jewison, 1967) vio la produccion teatral en Broadway y dijo: “Realmente no tenia ni idea de que esperar. Pero descubri que (Frank) Langella habia creado un personaje completamente diferente del siniestro al que estamos acostumbrados, un personaje con encanto y atractivo sexual. En ese momento decidi hacer la pelicula”
Dichi y hecho; Walter Mirisch y su hermano Marvin bajo su sello The Mirisch Corporation se asociaron con el aleman Tom Pevsner, que venia de producir el maravilloso drama Julia (Fred Zinnemann, 1977) y que tras esta Dracula haria carrera produciendo films de la franquicia Bond como las dirigidas por John Glen Solo para sus ojos (1981), Octopussy (1983), Panorama para matar (1985), 007: Alta tension (John Glen, 1987), 007: Licencia para matar (1989) y Goldeneye (Martin Campbell, 1995) para producir la pelicula bajo el amparo de la todopoderosa Universal Pictures que tenia los derechos del libro y que volveria a producir una pelicula de Dracula cuarenta y ocho años despues de su mitica version de 1931 dirigida por Tod Browning e interpretada por el magnifico Bela Lugosi y que para ello extendio un suculento cheque de 12 millones de dolares, que para la epoca y para una pelicula de terror no eran nada habituales. La audiencia no respondio y tan solo dejo en taquilla unos escasos 20 millones que daban para recobrar la inversion y poco mas, lo que significo una gran decepcion para el estudio que tenia muchas esperanzas puestas en ella. Quizas su fracaso se debio a que durante ese año se estrenaron cinco peliculas basadas en Dracula: Nosferatu, vampiro de la noche de Werner Herzog, Amor al primer mordisco, dirigida por Stan Dragoti, Nocturna, de Harry Hurwitz y Muerdeme abajo, Dracula, de Carl Schenkel y el publico ya estaba un poco harto de el chupacuellos transilvano.
El director elegido para hacerse cargo de la pelicula fue el ingles John Badham, que tras un largo recorrido dirigiendo capitulos en series de television como Las calles de San Francisco (1973), Kung Fu (1973), The Law (1974) o The Gun (1974) lo petó a niveles mundiales con Fiebre del sabado noche (1979). Badham, que habia visto la obra de teatro en Broadway quedo impresionado (según dice repitio hasta en cuatro ocasiones) con el montaje y la actuacion de Frank Langella asi que con el éxito de Fiebre del sabado noche bajo el brazo y a sabiendas de que se estaba preparando la adaptacion cinematografica movio los hilos para que la Universal le confiase el proyecto y mira tu por donde que asi fue. Tras el éxito de estas dos peliculas vendria una larga carrera con peliculas como El Trueno Azul (1983), Juegos de guerra (1983), Cortocircuito (1986), Dos pajaros a tiro (1990), Colegas a la fuerza (1991), La asesina (1993), En el punto de mira (1993), Salto al peligro (1994) o A la hora señalada (1995), que a unos gustaran y a otros no, pero que han formado parte de mi educacion cinefila desde que era un pequeño bastardo que consumia VHS con avidez.
Para adaptar a la gran pantalla la (tambien) adaptacion del dracula de Bram Stoker que Hamilton Deane y John L. Balderston hicieron para teatro se contrataron los servicios del guionista W.D. Richter, que venia de trabajar en La invasion de los ultracuerpos (Philip Kaufman, 1978) y que años mas tarde dirigiria Las aventuras de Buckaroo Banzai (1984) y se encargaria de la adaptacion del libreto de esa obra maestra llamada Golpe en la pequeña China (John Carpenter, 1986).
Mary Selway, encargada del departamento de casting en peliculas como Superman (Richard Donner, 1978) y Aliens: El regreso (James Cameron, 1986) fue la responsable de elegir al elenco principal de la pelicula, exceptuando a Frank Langella, que ya estaba contratado porque Badham lo queria a toda costa repitiendo el papel por el que habia sido nominado a un premio Tony de teatro. Aun y con esas, Langella puso sus condiciones para firmar ya que no queria escenas con comillos goteando sangre ya que queria crear un Dracula diferente “No queria parecerme a Bela Lugosi o Chrisopher Lee” ni queria participar en la promocion de la pelicula. Dicho y hecho.
Para el papel del cazador de vampiros, el profesor Abraham Van Helsing se penso en Donald Pleasence, pero este lo rechazo, diciendo que era demasiado similar a su papel de Dr. Loomis en La noche de Halloween (John Carpenter, 1978), lejos de pasar de el, los mandamases de Universal le ofrecieron el papel del doctor Seward en su lugar y Pleasence acepto.
Confirmado Pleasence habia que buscar a alguien con carisma y presencia para el rol de Van Helsing y Selway apunto a lo mas alto: Sir Laurence Olivier. La contratacion (en una pelicula de “monstruos”) del renombrado actor ingles reconocido mundialmente gracias a titulos como Cumbres borrascosas (William Wyler, 1939), Rebeca (Alfred Hitchcock, 1940), Enrique V (1944), Hamlet (1948), Ricardo III (1955), las tres dirigidas por el mismo, El discipulo del diablo (Guy Hamilton, 1959), Espartaco (Stanley Kubrick, 1960), La huella (Joseph L. Mankiewicz, 1972), Marathon Man (John Schlesinger, 1976) o Los niños del Brasil (Franklin J. Schaffner, 1978) tuvo un gran impacto en la industria y provoco que otros actores de renombre hicieran lo mismo que el, pese a que según el propio Frank Langella, Olivier actuo en la pelicula unica y exclusivamente por el dinero embolsandose la nada desdeñable cifra de 750,000 dolares por su participacion.
El papel de Lucy Seward (que en esta version estan invertidos, pasando a ser Lucy la prometida de Jonathan Harker y Mina la que se convierte en vampiro), hija del doctor Seward (Pleasence) fue para la actriz canadiense Kate Nelligan, que ademas de trabajar en series como The Edwardians (1973), La linea Onedin (1974), El conde de Monte Cristo (1975) o The Lady of the Camellias (1976) tan solo habia trabajado en una pelicula para cine, el drama romantico Una inglesa romantica (Joseph Losey, 1975). Para encarnar a Mina se ficho a la actriz inglesa Jan Francis, que debutaba en cine con esta pelicula tras una extensa carrera curtida en la television britanica con titulos como Anne of green gables (1972), The long chase (1972), Tension (1973), La caida de las aguilas (1974), The hanged man (1975), Couples (1976) o El ejercito secreto (1978). De interpretar a Jonathan Harker se hizo cargo Trevor Eve, que al igual que Nelligan y Francis venia de la television y tambien debutaba, dejando una gran actuacion a mi modo de ver, con esta pelicula. Y, para rematar el casting tenemos a Tony Haygarth, otro habitual de las series britanicas que venia de interpretar a Heinz Muller en la conocida mini-serie Holocausto (1978) protagonizada por Meryl Streep.
Para componer la exquisita banda sonora de la pelicula se puso toda la carne en el asador y se contrato al maestro de maestros John Williams, que venia de componer exitazos del calibre de Tiburon (Steven Spielberg, 1975), La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977), Encuentros en la tercera fase (Steven Spielberg, 1977) o Superman (Richard Donner, 1978).
Para hacerse cargo de la fotografia principal, que John Badham tenia intencion de filmar en blanco y negro, pero que se topo con la negativa de la Universal, se llamo a Gilbert Taylor, que venia de trabajar en La profecia (Richard Donner, 1976) y La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977) y que para esta Dracula utilizo, según consignas del director, principalmente colores calidos, dorados, negros, blancos y grises apagados para darle una apariencia a la pelicula que evocara el romanticismo de los dibujos de pluma y tinta de la epoca y lo logra con creces, porque la fotografia de esta pelicula es simplemente acojonante.
Otro que se lucio fue Peter Murton, antiguo director de arte en peliculas como ¿Telefono rojo? Volamos hacia Moscú (Stanley Kubrick, 1964), James Bond contra Golfinger (Guy Hamilton, 1964) o Stargate (Roland Emmerich, 1994) y que aquí ejerce como diseñador de produccion y que junto al director de arte Brian Akland-Snow, que tras esta trabajo en Cristal Oscuro (Jim Henson & Frank Oz, 1982) y a Andrew Whitlock, guru de los efectos visuales y especialista en la pintura en mate (el castillo de Dracula en esta pelicula, por ejemplo) con mas de 500 peliculas a sus espaldas entre las que se encuetran 20.000 leguas de viaje submarino (Richard Fleischer, 1954), Diamantes para la eternidad (Guy Hamilton, 1971), El Golpe (George Roy Hill, 1973), El hombre que pudo reinar (John Huston, 1975), Granujas a todo ritmo (John Landis, 1980) o La cosa (John Carpenter, 1982), crearon unos decorados tan excepcionales y una ambientacion tan lograda que le daba a la pelicula una atmosfera de terror clasico que ya quisieran muchas de las producciones de hoy en dia. Y, para finalizar decir que el rodaje tuvo lugar entre el 18 de agosto y el 4 de diciembre de 1978 entre distintos emplazamientos de Cornwall y los Shepperton Studios en Surrey (Inglaterra).
Debido a los prejuicios o vete tu a saber por que no (¿Langella como Dracula?, !venga ya!) daba un duro por esta pelicula, pero me ha enganchado de principio a fin, tiene una factura tecnica tan apabullante que te mete de lleno en una trama tan conocida como absorbente. Gran pelicula. 7/10

viernes, 30 de octubre de 2020

Cazador Blanco, Corazón Negro (Clint Eastwood, 1990)

 


Tras dirigir El jinete pálido (1985) y El sargento de hierro (1986) Clint Eastwood dio un giro a su carrera detrás de las cámaras para centrarse en proyectos mas personales como el biopic del saxofonista Charlie Parker, Bird (1988) o esta Cazador blanco, corazón negro tras la cual iba desde hace bastante tiempo y que supondría un antes y después dejando patente que sus ambiciones como director superaban de calle a las que tenia como actor. Tanto deseaba rodarla que Eastwood acordó dirigir El principiante (1990) a cambio de que Warner Brothers le dejase sentarse tras la silla de director en esta Cazador blanco, corazón negro. La película, basada en la novela homónima de Peter Viertel de 1953 cuenta las experiencias del escritor mientras trabajaba a las ordenes de John Huston en la película La reina de África (1951) que se filmo en África en un momento en el que los rodajes fuera de los Estados Unidos eran muy poco habituales. El personaje principal, el descarado director John Wilson, interpretado por Clint Eastwood, se basa en el director John Huston. Jeff Fahey interpreta a Pete Verrill, un personaje basado en Viertel. El personaje de George Dzundza esta basado en el productor de la Reina de África Sam Spiegel. Marisa Berenson, que interpreta a Kay Gibson y el personaje de Richard Vanstone, Phil Duncan, están basados en Katharine Hepburn (que en una entrevista cuestiono la precisión de la película) y Humphrey Bogart respectivamente. De adaptar su novela a la gran pantalla se encargo el propio Viertel junto a James Bridges, guionista y director de El síndrome de China (1979), Cowboy de ciudad (1980) y Perfect (1985) con Jamie Lee Curtis en marcando tipazo con los bodys y calentadores ochenteros y Burt Kennedy, que había hecho lo propio en películas como Ana Caulder (1971) con una Raquel Welch de infarto y Ladrones de trenes (1973) junto a la no menos imponente Ann-Margret. De poner la pasta se encargaron el propio Clint Eastwood a través de su compañía Malpaso Productions y Rastar Pictures, productora de Robin y Marian (Richard Lester, 1976), El trueno azul (John Badham, 1983) o El secreto de mi éxito (Herbert Ross, 1987) junto a Stanley Rubin, productor del noir Testigo accidental (Richard Fleischer, 1952) o Revenge (Tony Scott, 1990) y David Valdes, productor que ha trabajado con Eastwood en películas como El jinete pálido (1985), Bird (1988), La lista negra (Buddy Van Horn, 1988), Sin perdón (1992), En la linea de fuego (Wofgang Petersen, 1993) o Un mundo perfecto (1993), ademas de ejercer en películas que me traen muy buenos recuerdos como ese divertido despiporre con alma de serie B llamado Turbulence (Robert Butler, 1997) u la magnifica Open Range (Kevin Costner, 2003) todo bajo la atenta mirada de la Warner Brothers, que ejerció de productora y distribuidora. De la fotografía principal, grandiosa, todo sea dicho, se hizo cargo Jack N. Green, director de fotografía que debuto con Eastwood en El sargento de hierro (1986) y colaborador asiduo suyo en films como Bird (1988), El principiante (1990), Sin perdón (1992), Un mundo perfecto (1993), Los puentes de Madison (1995), Poder absoluto (1997), Medianoche en el jardín del bien y del mal (1997), Ejecución inminente (1999) o Space cowboys (2000) amen de encargarse de la fotografía principal en Malas compañías (Damian Harris, 1995), La red (Irwin Winkler, 1995) o Twister (Jan de Bont, 1996) y para componer la banda sonora Clint contó con otro de sus habituales, Lennie Niehaus, compositor de las antes citadas El jinete pálido, El sargento de hierro, Bird, El principiante, Sin perdón, Un mundo perfecto, Los puentes de Madison, Poder absoluto, Medianoche en el jardín del bien y del mal, Ejecución inminente, Space cowboys o Deuda de sangre. La película se rodó entre junio y agosto de 1989 entre Zimbabwe, Zambia y los Pinewood Studios en Bukinghamshire (Inglaterra), tuvo un presupuesto de 24 millones de dolares y apenas recaudo 2 a nivel mundial convirtiéndose en el mayor fracaso de taquilla de Eastwood en la década de los 90, pese a ello la película estuvo nominada a mejor película en el festival de Cannes de ese año, galardón que perdió ante David Lynch y su Corazón Salvaje. Del casting se hizo cargo la inglesa Mary Selway, encargada del casting en infinidad de películas entre las que destacan Robin y Marian (Richard Lester, 1976), Excalibur (John Boorman, 1981), En busca del arca perdida (Steven Spielberg, 1981), El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983), Top Secret (Jim Abrahams y David y Jerry Zucker, 1984), Memorias de África (Sydney Pollack, 1985), Gorilas en la niebla (Michael Apted, 1988) y que ocho años antes ya había trabajado con Eastwood en Firefox: El arma definitiva (1982). Eastwood se quedo con el papel de John Wilson y para el resto del elenco Selway contrato a Jeff Fahey, que venia de rodar bajo las ordenes de la ex mujer de Eastwood, Sondra Locke, el thriller Impulso (1990) y el policíaco Código azul (John Mackenzie, 1990). George Dzundza, que también venia de rodar Impulso (supongo que Locke hablaría maravillas de estos dos a Eastwood) se hizo con el papel de Paul Landers, el productor al que Wilson (Eastwood) saca de quicio constantemente. El papel de Kay Gibson fue a parar a Marisa Berenson, vista en Cabaret (Bob Fosse, 1972) o Barry Lindon (Stanley Kubrick, 1975) pero que llevaba unos añitos estancada en series de televisión como El despilfarro (1987), Hemingway (1988), Océano (1989) o Sangre Azul (1990). De emular a Humphrey Bogart se hizo cargo Richard Vanstone, actor ingles conocido por participar en series muy british tal que Inspector Morse (1987) o Agatha Cristhie: Poirot (1989) y del resto del cast no diré nada porque no vale la pena ni mencionarlos. Yo no puedo hablar mas que bien de la película, cuanto mas la veo mas me gusta. Me encanta el cine dentro del cine, me chifla el papel de Clint Eastwood y sus diálogos y salidas de madre con todo el que se le cruce y para muestra un botón; “Me gustaría mucho contarle una anécdota, pero no debe interrumpirme, porque es demasiado bonita como para hacerlo. Estando yo en Londres, a principios de los 40 cenaba yo en el Saboy con un grupo de gente selecta, y a mi lado se sentaba una mujer bellísima, tanto como usted. Mientras cenábamos y caían las bombas, hablábamos de Hitler y le comparábamos con Napoleón. Todos decíamos cosas acertadas, y luego, de repente, aquella mujer habló y dijo que lo único que no le molestaba de Hitler era cómo trataba a los judíos. Naturalmente todos nos lanzamos contra ella, aunque en aquella mesa no había ningún judío, pero ella insistía. En fin, ella empezó a decir lo que opinaba de todo aquello, y que si pudiera los mataría a todos, quemándolos en hornos, igual que Hitler. Todos nos quedamos en silencio. Hasta que yo, dirigiéndome a ella le dije: señora, le aseguro que he cenado con alguna de las zorras más asquerosas de mi época, y he cenado con alguna de las zorras más asquerosas del mundo entero, pero usted, señora, es la zorra más asquerosa de todas. En fin, ella se levantó para irse, tropezó con una silla y cayó al suelo y... todos seguimos sentados. Nadie movió un dedo para ayudarla. Y al final cuando pudo levantarse, le dije una vez más: usted, querida, es la zorra más asquerosa con la que he cenado jamás. ¿Y sabe qué ocurrió? Al día siguiente ella fue a denunciarme a la embajada americana, y me llamaron para reñirme. Y luego cuando investigaron, averiguaron que ella era un agente alemán, y la detuvieron. ¿Qué le parece? -¿Por qué me ha contado esa anécdota? - Pues... no sé. No es que crea que es usted un agente alemán, querida. Pero esta noche... tenía ganas de decirle a usted lo mismo, y no quería que pensara que no lo había dicho nunca. Usted señora es la... bueno, ya conoce el resto”. Y me apasiona la ambientación y la atmósfera que se crea al meter a un pequeño grupo de gente en un entorno que no es el suyo, esas reuniones nocturnas con unas copas de mas, esas cenas a la luz de la luna, la inmensidad de los paisajes... y si a eso le sumas el valor añadido que le da estar ambientada en África, pues ya me dirás, tienes como resultado una película entretenidisima sobre las obsesiones de un director autodestructivo y con ganas de gresca. 7/10



domingo, 23 de agosto de 2020

Sé lo que hicisteis el último verano (Jim Gillespie, 1997)



Tras el rotundo éxito (14 millones de presupuesto y 173 recaudados) de Scream (Wes Craven, 1996) tanto a su director, Wes Craven como a su guionista, Kevin Williamson, les empezaron a llover ofertas de todas las productoras de Hollywood, tanto para poner en marcha la secuela como para participar en nuevos proyectos. Ambos aceptaron la propuesta de Dimension Films y se embarcaron en el rodaje de Scream 2 (Wes Craven, 1997). Pero mira tu por donde que el guionista y creador de los personajes, Kevin Williamson, tenia perdido en un cajón un guion que había escrito antes que el de Scream y que había sido rechazado una y otra vez por un sin fin de productoras y aprovechando que estaba en la cresta de la ola lo desempolvo y se lo enseño al productor Erik Feig. Dicho guion estaba basado en la novela de 1973 del mismo nombre escrita por Lois Duncan que trataba sobre cuatro jóvenes que se ven involucrados en un accidente de atropello y fuga que involucra a un niño. Tras leer el guion, Feig le pidió a Williamson que lo reescribiera para que tuviese un tono mas parecido a una película slasher de los 80´s, pero quería que no fuese un calco de Scream, que se alejase del tono satírico de esta y apostase mas por la sencillez del slasher de toda la vida. Inspirado por su padre, que había sido un pescador comercial, Williamson cambio el escenario de la novela por un pequeño pueblo costero y convirtió al villano en un pescador armado con un garfio.
En cuanto tuvieron el guion a punto se asociaron con los productores Stokely Chaffin y Neal H. Moritz, socios en Original Film que venían de producir Volcano (Mick Jackson, 1997) y con William S. Beasley, que venia de hacer lo propio con Algo de que hablar (Lasse Hallström, 1995) y Un loco a domicilio (Ben Stiller, 1996) y empezaron a moverlo por Hollywood y fue Mandalay Entertainment, que venia de producir Fanático (Tony Scott, 1996), Donnie Brasco (Mike Newell, 1997) o Double Team (Tsui Hark, 1997) quien se hizo con el bajo la distribución de la todopoderosa Columbia Pictures.
El director elegido para llevar las riendas fue el escoces Jim Gillespie, que tenia nula experiencia en cine ya que tan solo había dirigido capítulos en series como Capital Lives (1994), Cardiac Arrest (1995) o Shooting Gallery (1995) pero que había impresionado a Williamson en su trabajo para la banda Queen en los videoclips de “Mother Love” y “Made in Heaven”. Williamson sugirió su nombre a los productores y estos, sorprendetemente, aceptaron.
Para hacerse cargo de la fotografía se recurrió a Denis Crossan, director de fotografía que había debutado rodando secuencias adicionales para Los Inmortales (Russell Mulcahy, 1986) y que venia de trabajar junto al propio Mulcahy en Seducción Peligrosa (1992) y Extremadamente Peligrosa (1993) y que aquí entrega un trabajo correcto y sin grandes florituras, ciñéndose mucho a los clichés del genero.
De la banda sonora se hizo cargo John Debney, surgido de la factoría Disney (es hijo de Louis Debney, productor de Disney), en la que se curtió en productos como Backstage at Disney (Tom Leetch, 1983), Donald Duck´s 50th Birthday (Andrew Solt, 1984), The Disney Family Album (1984), Sport Goofy in Soccermania (Matthew O´Callaghan, 1987) o Disneylandia. El mágico mundo del color (1991) tras pasar por las manos de Steven Spielberg en Las aventuras de los Tiny Toons (1990-1995) y SeaQuest DSV: Los vigilantes del fondo del mar (1993-1996) se curtió el lomo en muchas series de televisión hasta que apareció en mi vida gracias a la maravillosa y olvidada Gunmen (Deran Sarafian, 1993) que le abriría las puertas de Hollywood de par en par y le llevaría a proyectos como El retorno de las brujas (Kenny Ortega, 1993), pequeños gigantes (Duwayne Dunham, 1994) o la que para mi es su mejor banda sonora (con diferencia) hasta la fecha: La isla de las cabezas cortadas (Renny Harlin, 1995) donde se marca un maravilloso “Morgan´s Ride” que cada vez que la oigo me pone los pelos de punta. Lastima que en esta Se lo que hicisteis... se limite a entregar un score muy rutinario y simplón en el que no destaca ningún tema debido a la inclusión por parte de la productora de muchas canciones de grupos de la época.
El proceso de casting se le encargo a Mary Vernieu, que había debutado a principios de los años 90´s como asistente en películas como The Doors (Oliver Stone, 1991), Un buen policía (Heywood Gould, 1991), JFK: Caso abierto (Oliver Stone, 1991), Sneakers (Phil Alden Robinson, 1992) o Amor a quemarropa (Tony Scott, 1993) y que ese mismo año (1993) empezó su andadura como directora de casting en proyectos como Hombres de acero (Perry Lang, 1994), Nixon (Oliver Stone, 1995) o Memoria Letal (Renny Harlin, 1996) y que con el paso del tiempo se encargaría del casting en proyectos como Tres Reyes (David O. Russell, 1999), Pitch Black (David Twohy, 2000), Lagrimas del sol (Antoine Fuqua, 2003), 30 Días de oscuridad (David Slade, 2007), Predators (Nimrod Antal, 2010), Looper (Rian Johnson, 2012), The Equalizer (Antoine Fuqua, 2014), Los siete magníficos (Antoine Fuqua, 2016), Yo, Tonya (Craig Gillespie, 2017), Ha nacido una estrella (Bradley Cooper, 2018), Creed II: La leyenda de Rocky (Steven Caple Jr, 2018) o John Wick: Capitulo 3 – Parabellum (Chad Stahelski, 2019) y que para esta Se lo que hicisteis el ultimo verano selecciono a Jennifer Love Hewitt, que en ese momento era muy conocida gracias a su papel en la serie Cinco en familia (1994) para el papel de Julie James (tras haberse presentado esta al casting para el papel de Helen) basándose en su “capacidad para proyectar vulnerabilidad”. Hewitt logro su papel gracias a la mala audición de Danielle Harris, la “adorable” Darian de El ultimo Boy Scout (Tony Scott, 1991) y a la negativa de Melissa Joan Heart, quien en aquel momento estaba en lo mas alto gracias a su papel de Sabrina en la serie de televisión Sabrina, cosas de brujas (1996-2003) y que rechazo el papel porque pensaba que la película iba a ser una mera copia de Scream y que no tendría el éxito que tuvo aquella.
Para interpretar a Ray, el fiel novio de Julie se contrato, con el beneplácito del director Jim Gillespie, que dijo que sentía que este tenia una cualidad de “hombre común” muy similar al personaje a Freddie Prinze Jr, que había debutado un par de años antes en la serie de televisión Cosas de casa (1995) y que tan solo tenia dos títulos de cine en su haber; el drama Feliz cumpleaños, amor mio (Michael Pressman, 1996) junto a Michelle Pfeiffer y Claire Danes y la comedia Almas gemelas (Mark Waters, 1997) protagonizada por la adorable Parker Posey y la repelente Tori Spelling; Ryan Phillippe, que habia tenido papeles en dos buenas películas como Marea Roja (Tony Scott, 1995) y Tormenta Blanca (Ridley Scott, 1996) se hizo con el papel de Barry tras descartar a Jeremy Sisto (que también estaba recién salido de Tormenta Blanca) y Sarah Michelle Gellar que estaba empezando su andadura en su mítico papel de Buffy Summers en la serie Buffy, cazavampiros (1997-2003) se hizo con el papel de Helen pese a presentarse a la audición para interpretar a Julie y fue la ultima de los protagonistas principales en ser contratada y al igual que paso con Freddie Prinze Jr fue elegida personalmente por Gillespie porque “quería a una actriz con la que poder encariñarme, pero que a la vez pudiese parecer una autentica zorra”. Decir que pese a que Sarah Michelle Gellar y Freddie Prinze Jr comparten pocos minutos en pantalla, durante el rodaje se hicieron amiguitos y al poco tiempo empezaron una relación que los llevo a casarse durante la producción de Scooby Doo (Raja Gosnell, 2002) que ambos protagonizaron. Para dar vida a Missy, Vernieu y Gillespie buscaron a una actriz que tuviese una presencia significativa en pantalla, ya que el personaje, a pesar de aparecer en solo dos escenas es fundamental para la trama y eligieron a Anne Heche, actriz que venia de tener papeles importantes en Coacción a un jurado (Brian Gibson, 1996) junto a Demi Moore y Alec Baldwin, Donie Brasco (Mike Newell, 1997) con Al Pacino y Johnny Depp o Volcano (Mick Jackson, 1997) en la que compartía protagonismo con Tommy Lee Jones. A partir de ahí inicio una relación con Ellen DeGeneres y su carrera cinematográfica se fue, básicamente, a la mierda. Y, para finalizar el cast tenemos a Muse Watson, actor que habia tenido papeles menores en El cuento de la doncella (Volker Schlöndorff, 1990), Sommersby (Jon Amiel, 1993) o Asesinos (Richard Donner, 1995) y que tras dar vida al psicópata del chubasquero y el garfio siguió trabajando pero sin ningún papel destacable mas allá del de Charles Westmoreland en la serie Prison Break (2006).
El rodaje arranco el 31 de marzo de 1997 y se llevo a cabo durante un periodo de diez semanas en localizaciones como Jenner, Bodega Bay, Kolmer Gulch, Goat Rock Beach, Sonoma, Timber Grove, Carmet, Fort Ross y Marshall (California) y Southport, Durham, Burgaw y Wilmington (North Carolina).
La película tuvo un presupuesto de 17 millones de dolares y recaudo a nivel mundial casi 126 convirtiéndose en un éxito y abonando el camino para la secuela que no tardaría en llegar.
Decir que Lois Clark Duncan, la novelista en la que se baso Kevin Williamson para escribir su guion se opuso vehementemente a que su libro fuese re-elaborado como una película de terror (seguramente debido al hecho de que su hija menor fuese asesinada en 1989) y no oculto su hostilidad hacia el producto final llegando a decir que estaba “indignada por la maldita forma en que Williamson habia desvirtuado su libro”, pero mira tu por donde que toda esa mala leche le vino bien ya que las ventas de su libro se multiplicaron por diez tras el estreno de la película.
A mi en su día la película me gusto, iniciaba una nueva era en el cine slasher mas mainstream junto a Scream y me pillo de lleno en la edad del pavo. Vista hoy en día es una película simplona y sin gracia ni sustancia. Hay pocos asesinatos, muy espaciados en el tiempo y nada originales, Jennifer Love Hewitt esta muy buena, pero se pasa toda la película con cara de pánfila y dan ganas de abofetearla y en cuanto a Sarah Michelle-Gellar, parece que este oliendo mierda todo el metraje. De Philippe y Prinze Jr no digo nada porque están lamentables. En fin, que se deja ver si no la has visto previamente, pero un revisionado es soporífero y aburrido. Con la secuela ni me atrevo. 4/10