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jueves, 21 de mayo de 2020

La Casa Rusia (Fred Schepisi, 1990)



Interesante drama romántico ambientado en el mundo del espionaje basado en la novela homónima (publicada un año antes, aunque la preproducción empezó mientras la novela aun era un manuscrito) de John le Carré producida por Paul Maslansky, productor de la saga de Loca academia de policía junto a Pathé Entertainment (que se negó a participar en la producción si no se le aseguraba que estaría protagonizada por Sean Connery), Metro-Goldwyn-Mayer (que también ejerció de distribuidora) y Star Partners III Ltd, productora de Thelma y Louise (Ridley Scott, 1991) o Rocky V (John G. Avildsen, 1990).
La Casa Rusia (nombre que recibe la sección del servicio secreto Británico dedicado a la Unión Soviética) fue la segunda película norteamericana tras Danko: Calor Rojo (Walter Hill, 1988) que se rodó en la Unión Soviética (MoMoscú y San Petersburgo) con el permiso total del gobierno ruso. La filmación en Rusia, que se alargo durante cinco semanas y tuvo un coste de 2.5 millones de dolares, fue posible según Paul Maslansky debido a la política de “glasnost” (apertura) del presidente Mikhail Gorbachev. “Bajo liderazgos anteriores, habría habido muchos problemas para filmar la novela de Le Carré”, dijo el propio Maslansky.
Para adaptar la novela a guion cinematográfico se requirieron los servicios de Tom Stoppard, guionista Checo que había trabajado en las adaptaciones de El factor humano (Otto Preminger, 1979) y El imperio del sol (Steven Spielberg, 1987) y en el guion de Brazil (Terry Gilliam, 1985).
La trama nos presenta a Barley Scott Blair (Sean Connery), un editor británico amante de la lectura, la bebida y el jazz cuya vida cambia de la noche al día cuando una hermosa mujer llamada Katya (Michelle Pfeiffer) le hace llegar un manuscrito escrito por un científico soviético, que de publicarse en occidente alteraría el equilibrio entre las superpotencias. A partir de ese momento entran en escena los servicios secretos británicos y norteamericanos, que reclutaran a Blair para que intente averiguar la veracidad de los datos escritos en dicho manuscrito.
Para sentarse en la silla de director los productores eligieron al australiano Fred Schepisi, que venia de rodar un par de éxitos como la divertida comedia Roxanne (1987) junto a Steve Martin y el drama protagonizado por Meryl Streep y Sam Neill Un grito en la oscuridad (1988).
Ian Baker, director de fotografía (australiano también) que había trabajado con Schepisi en las anteriormente citadas Roxanne y Un grito en la oscuridad y que antes de La casa Rusia ejerció como cinematógrafo en la cutre pero inolvidable The Punisher (Mark Goldblatt, 1989) de Dolph Lundgren, se puso tras la cámara
El diseño de producción (no muy complicado ya que con poner la cámara en cualquier calle Moscovita en esos años ya tenias un plato cojonudo) corrió a cargo del ingles Richard Macdonald, encargado del diseño en películas como el genial thriller Marathon Man (John Schlesinger, 1976), el drama protagonizado por Sylvester Stallone F.I.S.T, Símbolo de fuerza (Norman Jewison, 1978), Supergirl (Jeannot Szwarc, 1984) o El príncipe de Zamunda (John Landis, 1988).
Y del proceso de casting se hicieron cargo Mary Goldberg, encargada del reparto de Harry el ejecutor (James Fargo, 1976), La invasión de los ultracuerpos (Philip Kaufman, 1978), Alíen, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979) o Amadeus (Milos Forman, 1984) y Mary Selway, que hizo lo propio en producciones del calibre de (¡ojo que vienen curvas!) Excalibur (John Boorman, 1981), Atmósfera cero (Peter Hyams, 1981), En busca del arca perdida (Steven Spielberg, 1981), Firefox: El arma definitiva (Clint Eastwood, 1982), El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983), Top secret (Jim Abrahams, David y Jerry Zucker, 1984), Memorias de África (Sydney Pollack, 1985), Gorilas en la niebla (Michael Apted, 1988), Cazador blanco, corazón negro (Clint Eastwood, 1990), La muerte y la doncella (Roman Polanski, 1994), Los demonios de la noche (Stephen Hopkins, 1996) o Master and Commander (Peter Weir, 2003) ¡Ahí es ná!
Para protagonizar los personajes principales de la película, Goldberg y Selway seleccionaron a Sean Connery y Michelle Pfeiffer. Connery, tras interpretar a James Bond por ultima vez en Nunca digas nunca jamas (Irvin Kershner, 1983) había encadenado durante la segunda mitad de los años ochenta una serie de éxitos entre los que estaban Los inmortales (Russell Mulcahy, 1986), El nombre de la rosa (Jean-Jacques Annaud, 1986), Los intocables de Eliot Ness (Brian De Palma, 1987), o Indiana Jones y la ultima cruzada (Steven Spielberg, 1989) y estaba On Fire, pero debido a problemas de salud tuvo que dejar los rodajes durante un tiempo hecho que paradojicamente le beneficiaria para obtener uno de sus papeles mas recordados, el de Marko Ramius en La caza del Octubre Rojo (John McTiernan, 1990), pero de eso hablare mas tarde porque dicha anécdota tiene que ver con otro de los actores de esta película En fin, que Connery volvió al cine y tras aceptar el papel del editor ingles Barley Scott Blair y pese a que la película fue un absoluto fracaso de taquilla debido a un presupuesto de 21 millones de dolares y una recaudación mundial de 22, volvió a encadenar otra ristra de éxitos como Robin Hood: Príncipe de los ladrones (Kevin Reynolds, 1991), Sol naciente (Philip Kaufman, 1993), El primer caballero (Jerry Zucker, 1995), Dragonheart (Rob Cohen, 1996), La Roca (Michael Bay, 1996) o La trampa (Jon Amiel, 1999), que le hicieron disfrutar de las mieles del éxito hasta su retirada.
Para el papel de Katya se contrato a Michelle Pfeiffer, que venia de rodar Las amistades peligrosas (Stephen Frears, 1988) y Los fabulosos Baker Boys (Steve Kloves, 1989) y que rechazo el papel de Maria Ruskin en La hoguera de las vanidades (Brian De Palma, 1990), jugada que le salio a las mil maravillas ya que le valió una nominacion al Globo de Oro a la mejor actriz (dramática), premio que perdió frente a Kathy Bates por Misery (Rob Reiner, 1990).
De interpretar al disidente soviético Dante se hizo cargo el austriaco Klaus Maria Brandauer y, aquí enlazamos con el tema de Sean Connery y La caza del Octubre Rojo. Connery y Brandauer se habían hecho amigos durante el rodaje de Nunca digas nunca jamas y Klaus Maria Brandauer iba a interpretar a Marko Ramius en La caza del Octubre Rojo, pero en cuanto Connery se recupero de sus problemas de salud se hizo con el papel de Ramius. Brandauer, que ya había firmado el contrato con Paramount Pictures cobro su cheque (pese a no participar en la película) y como “propina” su amigo Connery se aseguro de que participase en esta La casa Rusia. Todo queda en casa. Y, para encarnar a los agentes, tanto del MI6 británico como de la CIA estadounidense se contrato a Roy Scheider, que estaba recién salido del thriller Juego de noche (Peter Masterson, 1989), el ingles James Fox, que siempre que lo veo me viene al recuerdo Juego de patriotas (Phillip Noyce, 1992), el actor y director – Tommy (1975), Un viaje alucinante al fondo de la mente (1980) Ken Russell, David Threlfall, visto en Master & Commander (Peter Weir, 2003) o Elizabeth: La edad de oro (Shekhar Kapur, 2007) y J.T. Walsh, mítico actor de reparto visto en infinidad de películas, entre ellas Good morning, Vietnam (Barry Levinson, 1987), Algunos hombres buenos (Rob Reiner, 1992) o Breakdown (Jonathan Mostow, 1997).
La música, aclamada por la crítica de La casa Rusia fue compuesta y dirigida por el veterano compositor de infinidad de bandas sonoras Jerry Goldsmith, entre las que ahora mismo destacaría por motivos sentimentales Acorralado (Ted Kotcheff, 1982), Desafío total (Paul Verhoeven 1990), Decisión critica (Stuart Baird, 1996), Los demonios de la noche (Stephen Hopkins, 1996) o Deep Rising (Stephen Sommers, 1998).
La partitura contó con una mezcla de música rusa y jazz para complementar las nacionalidades y características de los dos personajes principales.
La banda sonora ha sido editada dos veces. La primera edición fue lanzada con motivo del estreno cinematográfico el 11 de diciembre de 1990 a través de MCA Records y presenta 17 pistas de música (incluyendo una pieza diegetica) y en diciembre de 2017, Quartet Records lanzo un álbum expandido de poco menos de 76 minutos de duración que fue remasterizado por Mike Matessino con una serie de pistas que no estaban en el álbum original de MCA.
Cuando vi por primera vez esta película no me dejo muy buen sabor de boca, pero con el paso del tiempo (y los visionados) me ha ido ganando y hoy en día la considero un clásico por derecho propio. Mucha gente la critica porque la trama no se decanta ni hacia el espionaje puro y duro ni hacia el romance mas acaramelado, pero yo creo que ahí es donde reside su mayor virtud, en darte lo justo y necesario para que la combinación sea espectacular. Si tuviese que destacar algo seria su ambientación, su ritmo pausado (como se hecha de menos hoy en día una película sin prisas) y las actuaciones de Sean Connery y Michelle Pfeiffer, ambos perfectos. Una gran película injustamente olvidada. 7/10

lunes, 11 de mayo de 2020

Instinto Basico 2: Adicción Al Riesgo (Michael Caton-Jones, 2006)



14 años después de la mítica apertura de piernas de Sharon Stone en Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992) llegaba esta tardía y descafeinada secuela que no aportaba nada a la película original mas allá de ver a una Catherine Tramell excesiva y parodica intentando ponérsela dura al personal. La primera vez funciono a las mil maravillas, por aquel entonces yo tenia 12 años y Sharon Stone conseguía sacar a mi sátiro interior con tan solo una mirada, pero ni en 2006 ni ahora lo ha conseguido. Y, para colmo, la película es una puta mierda de las grandes. Recordaba vagamente que cuando se estreno no me gusto nada, pero no la había vuelto a ver desde entonces y vista ahora mi memoria era demasiado benigna con la película: Es uno de los mayores mojones que he visto en los últimos años y eso que veo mucha mierda. No tiene ni pies ni cabeza, pero bueno, reseñemosla como es debido y quien la vea que la juzgue por si mismo.
Tras el éxito de Instinto básico (50 millones de presupuesto y 352 de recaudación) los mandamases de Carolco Pictures, Mario Kassar y Andrew G. Vajna se pusieron manos a la obra para producir una continuación, pero no fue hasta seis años después que tuvieron una reunión con los guionistas Leora Barish y Henry Bean -escritores de los libretos de Buscando a Susan desesperadamente (Susan Seidelman, 1985) o Asuntos sucios (Mike Figgis, 1990)- que les plantearon un guion en el que según sus palabras “Catherine Tramell se involucraría con un psiquiatra” cosa que a Kassar y Vajna les pareció una gran idea “Pensamos que era un concepto realmente convincente. Originalmente pensamos que la rodaríamos en Nueva York, pero luego pensamos que podría ser interesante cambiarlo a una ciudad europea, por lo que finalmente se cambio a Londres”.
Los planes originales eran estrenar la película durante el año 2000, pero debido a diversos problemas la preproducción se fue retrasando hasta llegar a junio de 2001, fecha en la que se abandono la producción definitivamente y hecho que llevo a Sharon Stone a demandar a los productores por ser responsables de los continuos retrasos y, por lo tanto, no poder aceptar otros trabajos. Stone solicito casi 100 millones de dolares por daños ya que le habían prometido el cobro de 14 millones de dolares incluso si la película finalmente no se hacia. Finalmente la demanda quedo en nada, ya que en 2004 solucionaron el contencioso fuera de los tribunales.
De la producción, ademas de Mario Kassar y Andrew V. Vajna a través de su productora C-2 Pictures también participaron Metro-Goldwyn-Mayer, Intermedia Films, productora de El americano impasible (Phillip Noyce, 2002), Enigma (Michael Apted, 2001), Dark blue (Ron Shelton, 2002) o World Trade Center (Oliver Stone, 2006), Kanzaman, productora de El consejero (Ridley Scott, 2013), Sexy beast (Jonathan Glazer, 2000), Sahara (Breck Eisner, 2005) o de las películas de Bond; El mañana nunca muere (Roger Spottiswoode, 1997), El mundo nunca es suficiente (Michael Apted, 1999) o Muere otro día (Lee Tamahori, 2002) y, la ultima productora asociada fue Grosvenor Park Media, encargada de títulos como El único superviviente (Peter Berg, 2013), En tierra hostil (Kathryn Bigelow, 2008), 2 Guns (Baltasar Kormákur, 2013) o Asesinato justo (Jon Avnet, 2008). Entre todas soltaron la friolera de 70 millones de dolares que no recuperaron ya que la recaudación mundial en taquilla de la película fue de unos escasisimos y decepcionantes 38 millones, convirtiéndose en un absoluto fracaso y mandando al traste las intenciones de rodar una posible tercera entrega.
Finalmente la preproducción se puso en marcha, pero los problemas continuaron, Michael Douglas se negó a participar alegando que se sentía demasiado mayor para el papel (tenia 62 años). A partir de ese momento el personaje de Nick Curran se cayó del libreto y se potencio el personaje del psiquiatra Michael Glass, para el que los productores querían a toda costa a Benjamin Bratt. Este venia de trabajar con Stone en Catwoman (Pitof, 2004) y ella veto su contratación por considerarlo un pésimo actor lo que llevo a que Kassar y Vajna se pensasen seriamente en sacarla de la producción. Durante ese impasse se pensó en contratar a otras actrices para interpretar a Catherine Tramell, entre ellas una Demi Moore recién salida de Los ángeles de Charlie: Al limite (McG, 2003) y una Ashley Judd que lo ultimo que había hecho minimamente decente (aunque fracasando en taquilla) había sido el thriller Giro inesperado junto a Samuel L. Jackson y Andy Garcia y bajo las ordenes de Philip Kaufman un par de años antes. Finalmente y tras unas cuantas broncas entre los productores y Stone las aguas volvieron a su cauce y la buena de Sharon volvió a la producción.
Pero ahí no acababan los problemas ya que ni tenían a Michael Douglas ni tampoco a Paul Verhoeven que pese a estar interesado en el proyecto finalmente lo abandono y se fue a sus Países bajos natales para rodar El libro negro (2006) así que Kassar y Vajna se pusieron manos a la obra para reemplazarlos.
Para interpretar el papel de Michael Glass inicialmente se tanteo a Harrison Ford que declino la oferta para rodar la insípida Firewall (Richard Loncraine, 2006), luego fueron a por Benicio Del Toro, que tampoco acepto porque andaba liado con la preproducción del díptico sobre el Che Guevara de Steven Soderbergh Che: El argentino y Che: Guerrilla, un tachón mas en la lista y seguimos; Aaron Eckhart fue el siguiente pero Kassar y Vajna no lo vieron claro, así que fueron a por Viggo Mortensen, que dijo “no” para venirse a España a tomarse unas cañas, unas tapitas, trajinarse a Ariadna Gil y rodar la plomiza Alatriste (Agustín Diaz Yanes, 2006), también se le ofreció el papel a Kurt Russell, pero declino la oferta por no sentirse cómodo con las escenas de desnudos, al igual que paso con Pierce Brosnan, el siguiente en la lista fue Rupert Everett, pero el CEO de Metro-Goldwyn-Mayer, Chris McGurk dijo que ni de coña porque “era un pervertido que nunca seria aceptado por el publico estadounidense en dicho papel”, de Evertt se paso a Robert Downey Jr que volvía a estar en el candelero gracias a Kiss, Kiss, Bang, Bang (Shane Black, 2005) y Buenas noches y buena suerte (George Clooney, 2005) y que si acepto el papel, pero mira tu por donde que tuvo que abandonar la producción cuando fue acusado por posesión de drogas. En ese punto la producción cambio de aires, cambiaron el rodaje en Nueva York por Londres y nuevos actores entraron en la terna, se le hicieron pruebas a Jude Law, Ewan McGregor, Gabriel Byrne e incluso a Javier Bardem, pero por diferentes motivos ninguno cuajo y finalmente apareció en escena David Morrissey, actor de gran recorrido en la televisión británica pero que apenas tenia fama a nivel internacional, pero aun así gusto a los productores y a Sharon Stone y se hizo con el papel. Con la pareja protagonista ya elegida se paso a los actores de reparto, de los que tan solo hablare de dos, porque los demás ni importan. Para el papel de Roy Washburn, el policía que anda tras la pista de Catherine Tramell se pensó en Andy Garcia pero este rechazo el papel para firmar con Universal Pictures y rodar Ases calientes (Joe Carnahan, 2006) así que se le ofreció el papel al actor británico David Thewlis, que venia de rodar con Ridley Scott El reino de los cielos (2005) y El nuevo mundo (2005) bajo las ordenes de Terrence Malick y acepto encantado, y para rematar el cast se contrato a Charlotte Rampling, con la que Mario Kassar quería trabajar a toda costa y que acepto de primeras el papel de psiquiatra y confidente del personaje de Michael Glass, Milena Gardosh.
Una vez reunido el cast aun quedaba por dilucidar quien cogería el relevo de Paul Verhoeven en la silla de director. Tres nombres saltaron a la palestra en las antiguas oficinas de Carolco (ahora C-2 Pictures): David Cronenberg, que se bajo del carro cuando Mario Kassar le prohibió usar a su propio director de fotografía, diseñador de producción y el resto de su equipo habitual, John McTiernan, que estaba recién salido de el fracaso comercial de Basic (2003) y al que dejaron de lado cuando se olieron que iba a estallar todo el asunto del caso Pellicano y Jan De Bont, al que Kassar y Vajna conocían bien ya que había trabajado como director de fotografía en la primera Instinto Básico (1992), pero por diversos motivos al final no cuajo. Tras la infructuosa tentativa se acabo contratando al director escoces Michael Caton-Jones, director de películas como Memphis Belle (1990), Doc Hollywood (1991), Rob Roy (1995) o Chacal (1997) y que se unió al rodaje tan solo cinco días después de terminar su anterior película Disparando a perros (2005).
Para encargarse de la música de la película se llamo a John Murphy, compositor de las bandas sonoras de Lock & Stock (1998) y Snatch (2000), ambas de Guy Ritchie o 28 Días después (Danny Boyle, 2002) al que se unió Jerry Golsdmith que colaboro componiendo cuatro temas: “Theme” (extraída de la película original), “Orgy”, “Yuppie Chill” y “Atlantic bar”, aunque no sale acreditado en la película.
De la fotografía principal se hizo cargo el húngaro Gyula Pados en el que fue su salto al cine de Hollywood y que seguiría con títulos como La duquesa (Saul Dibb, 2008), Predators (Nimród Antal, 2010) o las dos ultimas entregas de Jumanji: Bienvenidos a la jungla (2017) y Siguiente nivel (2019) ambas dirigidas por Jake Kasdan.
La película se rodó entre abril y agosto de 2005 en localizaciones de Londres, Surrey y los Pinewood Studios de Buckinghamshire.
Lo dicho, la película me ha parecido lamentable y aburrida, con una trama muy endeble que no le llega a la suela de los zapatos a la primera entrega y una Sharon Stone que ya no es la sex symbol que era en 1992 y que convierte a su personaje y su interpretación en una parodia digna de una spoof movie. 3/10

miércoles, 6 de mayo de 2020

U-571 (Jonathan Mostow, 2000)



Entretenido thriller de submarinos ambientado en la segunda guerra mundial producido por Dino De Laurentiis y su mujer Martha bajo su sello Dino De Laurentiis Company (productora de infinidad de películas de las que no volveré a hablar ya que he dado cuenta de muchas de ellas en estas paginas anteriormente) junto a Alan Collis, productor de la inminente nueva versión de Masters Del Universo y production manager en films como Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Blade II (Guillermo Del Toro, 2002) o Amanecer De Los Muertos (Zack Snyder, 2004), Hal Lieberman, productor de Chacal (Michael Caton-Jones, 1997) o Terminator 3: La Rebelión De Las Maquinas (Jonathan Mostow, 2003) y bajo la distribución de Universal Pictures.
De Laurentiis destino un presupuesto de 62 millones de dolares para la película y acabo recaudando a nivel mundial unos 130, con lo que si le restamos el porcentaje para los exhibidores y demás el retorno para sus arcas fue aproximadamente de unos 65 millones y los beneficios por lo tanto de unos 3 con lo que muy contento no se quedaría el bueno de Dino.
Para la silla de director, De Laurentiis contrato a Jonathan Mostow, el cual estaba pegando fuerte en Hollywood gracias a su trabajo tres años antes en el estupendo thriller Breakdown (1997) protagonizado por un excelso Kurt Russell. Del guion (basado en una idea del propio Mostow) se encargaría el mismo junto a Sam Montgomery, que hizo lo propio en la anteriormente mencionada Breakdown y que mas tarde se encargaría del libreto de algunos episodios de la quinta temporada de la serie de televisión 24 y David Ayer, que debutaba con esta película como guionista y que a partir de ahí encadenaría trabajos de escritura en películas como The Fast And The Furious (Rob Cohen, 2001) o Training Day (Antoine Fuqua, 2001) hasta que se paso a la dirección en 2005 con el drama de acción Vidas Al Limite.
La trama nos presenta a la tripulación del S-33, un viejo submarino estadounidense al mando del capitán Mike Dahlgren. Bajo sus ordenes están los tenientes de navío Andrew Tyler y Pete Emmett, el alférez Larson, el jefe Klough, el técnico de radio Wentz, el cocinero Eddie, y los marineros Trigger, Mazzola, Tank, Griggs y Rabbit.
A la dotación del submarino se le encarga una misión secreta, Un destructor inglés informó haber atacado y probablemente hundido un submarino alemán; el departamento de inteligencia naval estadounidense cree que ese submarino en realidad fue dañado y no hundido al haber luego detectado una transmisión radial alemana desde una posición bien determinada en el océano, y paralelamente se ha sabido que zarpó hacia allí un submarino con suministros y mecánicos desde Francia. Como no pudieron entender la transmisión, que estaba cifrada con el código Enigma, la inteligencia concibe un ingenioso plan para obtener el transmisor Enigma y sus materiales anexos, plan que consiste en enviar un submarino que se camuflará lo suficiente como para hacerse pasar por el submarino de abastecimiento enviado desde Francia, en una típica operación tipo "Caballo de Troya". Su tripulación llevará un equipo especial que invadirá el submarino, capturará a la tripulación, tomará la máquina Enigma y lo hundirá, en el entendimiento de que para cuando llegue el submarino de reabastecimiento éste crea que el submarino simplemente se hundió debido a sus daños.
Decir que la película esta levemente basada en hechos reales, pero adaptada para que la captura de la maquina Enigma sea realizada por norteamericanos. Este hecho causo un profundo desagrado en el publico británico (incluida una reprimenda del entonces Primer Ministro del Reino Unido, Tony Blair) ya que realmente no fue uno el submarino capturado, sino dos, el U-559 y el U-110, ambos, como decía, capturados por la armada británica en agosto de 1941. A raíz de toda esta polémica, en una entrevista en el programa de la BBC “The Film Program”, el coguionista David Ayer dijo que no se sentía bien al retratar que fueron los estadounidenses quienes capturaron y decodificaron la maquina Enigma y no los británicos Dijo que el estudio tan solo pensaba en la taquilla estadounidense y agrego: “Mis dos abuelos sirvieron durante la Segunda Guerra Mundial, y estaría muy molesto si alguien tratara de minimizar sus logros en la guerra” ¡Pues tu escribiste el guion, campeón! Añado yo.
De la fotografía principal se encargo el ingles Oliver Wood, director de fotografía en películas de acción noventera como La Jungla 2: Alerta Roja (Renny Harlin, 1992) y Velocidad Terminal (Deran Sarafian, 1994) o mas modernas como las tres primeras entregas de la franquicia Bourne: El caso Bourne (Doug Liman, 2002), El mito de Bourne (Paul Greengrass, 2004), El ultimatum de Bourne (Paul Greengrass, 2007) o The Equalizer 2 (Antoine Fuqua, 2018). Para componer la banda sonora se contrato a Richard Marvin, que había trabajado con Mostow en su anterior Breakdown (1997) componiendo música adicional para la partitura de Basil Poledouris y que repetiría a las ordenes de Mostow en 2009 con Los Sustitutos.
El rodaje tuvo lugar entre el 25 de enero y el 30 de mayo de 1999 en localizaciones de Roma (los estudios Cinecittà), Malta y sus famosos tanques de agua gigantes (Mediterranean Film Studios y St. Paul´s Bay), Los Angeles, San Pedro y San Francisco.
Carol Lewis, que se había encargado del casting en producciones como el interesante neo-noir La muerte golpea dos veces (John Dahl, 1989) con Val Kilmer y Joanne Whalley, la divertida En el punto de mira (John Badham, 1993) o dos clásicos de mi juventud como Salto al peligro (John Badham, 1994) con el gran Wesley Snipes y la “estrella que no cuajo” Yancy Butler y El sustituto Robert Mandel (1996) y que ya se había encargado del casting en Breakdown (1997) hizo lo propio en esta y le ofreció a Michael Douglas el papel del teniente Andrew Tyler, pero Douglas lo rechazo para rodar Jóvenes prodigiosos (2000) a las ordenes de Curtis Hanson, muy codiciado por aquel entonces debido al tremendo éxito de su anterior película L.A. Confidential (1997). Tras la negativa de Douglas se pensó en Edward Norton que estaba en la cresta de la ola debido al éxito de American History X (Tony Kaye, 1998) y El club de la lucha (David Fincher, 1999), pero Norton también rechazo la propuesta para centrarse en su debut como director, Mas que amigos (2000) así que al final se recurrió a Matthew McConaughey, por aquel entonces uno de los guapos oficiales de Hollywood, pero que pese a rodar películas interesantes como Tiempo de matar (Joel Schumacher, 1996) o Contact (Robert Zemeckis, 1997) aun no se le consideraba un rompetaquillas, que si acepto el papel. El papel del teniente Dahlgren fue para Bill Paxton, que un año después debutaría en la dirección con Escalofrió (2001) con McConaughey a sus ordenes.
De Henry Klough se hizo cargo Harvey Keitel, que venia de pegarsela con El celo (Antoni Aloy, 1999) y Holy smoke (Jane Campion, 1999) y estaba ávido por volver a la primera linea. Y, como secundarios con mas o menos papel tenemos a Jon Bon Jovi, que andaba intentando meter su cabeza en Hollywood, como el teniente Pete Emmett, a David Keith, que se arrastraba por series de televisión como Walker o Martial law, como el mayor Coonan, Jake Weber, al que alguno recordareis por su participacion en Amanecer de los muertos (Zack Snyder, 2004) como Hirsch y Terrence Carson, actor conocido en los estudios de doblaje, que es a lo que dedica la mayor parte de su tiempo, como Eddie Carson.
Y para finalizar decir que la película tuvo dos nominaciones a los Oscar: Mejor sonido, que se lo llevo Gladiator (Ridley Scott, 2000) y mejores efectos sonoros que gano Jon Johnson frente a Alan Robert Murray y Bub Asman por Space Cowboys (Clint Eastwood, 2000).
Dentro del subgénero bélico de las películas de submarinos no hay mucho margen para la originalidad. U-571 no llega (para mi) al nivel de películas como Das Boot (Wolfgang Petersen, 1981), La caza del Octubre Rojo (John McTiernan, 1990), Marea roja (Tony Scott, 1995) o la mas reciente El canto del lobo (Antonin Baudry, 2019), pero tiene un argumento medianamente trenzado, pese a ser excesivamente patriótica con americanos duros y listos y alemanes malos e ineptos, y buenas dosis de tensión No es una grandisima película, pero esta bien hecha y aburrir no aburre. Yo diría que esta al nivel de K-19: The widowmaker (Kathryn Bigelow, 2002) o Hunter killer (Donovan Marsh, 2018), por ahí van los tiros. 6/10

viernes, 1 de mayo de 2020

Los Últimos Guerreros (Tab Murphy, 1995)



Tras un accidente de trafico en el que se ve involucrado un autobús que transporta presos, tres de estos escapan a las montañas del Oxbow en Montana. Lewis Gates (Tom Berenger), un experto rastreador es contratado por el sheriff Deegan (Kurtwood Smith) para encontrarlos. Durante la búsqueda los presos desaparecen misteriosamente y Gates unicamente encuentra sangre y una antigua flecha india. Picandole la curiosidad decide pedirle consejo a la antropologa Lillian Sloane (Barbara Hershey). Esta, después de unas reticencias iniciales decide ayudar a Gates y ambos se adentran en los bosques siguiendo los indicios de la existencia de una tribu de indios cheyennes, que todavía, a finales del siglo XX, viven aislados del mundo exterior.
Tras dejar pasar un tiempo prudente (5 años) desde el estreno de Bailando con lobos (Kevin Costner, 1990) el afamado Mario Kassar, productor de películas que me han acompañado toda la vida como Acorralado (Ted Kotcheff, 1982), Traición sin limites (Walter Hill, 1987), Danko: Calor rojo (Walter Hill, 1988), Desafío total (Paul Verhoeven, 1990), Soldado universal (Roland Emmerich, 1992), Máximo riesgo (Renny Harlin, 1993) o Stargate (Roland Emmerich, 1994) pensó; ¡voy a subirme al carro y produciré una “Bailando con lobos de videoclub”! Dicho y hecho, Kassar se asocio con Thomas Hedman, que lo mas decente que ha hecho en su carrera es Esquía como puedas (Bob Spiers, 2001) con Leslie Nielsen y la tremebunda Natasha Henstridge (aun recuerdo aquel 1995 y el primer visionado de su portentoso cuerpo en Species...), Donald Heitzer, que había trabajado en labores de producción en películas como Bitelchus (Tim Burton, 1988) y las anteriormente mencionadas Soldado universal y Stargate. Todo bajo el amparo de la productora de Kassar y su socio Andrew G. Vajna, Carolco Pictures, que ese mismo año se iría al garete tras el estrepitoso fracaso comercial de la injustamente tratada La isla de las cabezas cortadas (Renny Harlin, 1995). Junta a Carolco también invirtió pasta Savoy Pictures, productora de la divertida Los asesinatos de mama (John Waters, 1994), la olvidada pero muy disfrutable Escape de Absolom (Martin Campbell, 1994) o el cojonudo neo noir Prisioneros del cielo (Phil Joanou, 1996) y que se encargaría de la distribución en el mercado norteamericano.
Para dirigir la película y escribir su guion, Kassar contrato a Tab Murphy, que venia de trabajar como guionista en Gorilas en la niebla (Michael Apted, 1988) y que tras este, su debut tras las cámaras, abandonaría la dirección para centrarse en la escritura de guiones para películas de animación como El jorobado de Notre Dame (Gary Trousdale y Kirk Wise, 1996), Tarzan (Chris Buck y Kevin Lima, 1999) o Atlantis: El imperio perdido (Gary Trousdale y Kirk Wise, 2001).
La música corrió a cargo de David Arnold, compositor ingles encargado de las bandas sonoras de Stargate (1994), Independence day (1996) y Godzilla (1998) dirigidas por Roland Emmerich, y los “Bond” El mundo nunca es suficiente (Michael Apted, 1999), Muere otro día (Lee Tamahori, 2002), Casino Royale (Martin Campbell, 2006) y Quantum of solace (Marc Forster, 2008). De la fotografía se encargo el alemán Karl Walter Lindenlaub, otro viejo conocido de Roland Emmerich (¿no esta saliendo demasiado su nombre en esta reseña?) con el que trabajo en El secreto de los fantasmas (1987), Estación lunar 44 (1990), Soldado universal (1992), Stargate (1994) o Independence Day (1996) y que venia de encargarse de la fotografía de la olvidada por el tsunami Braveheart (Mel Gibson, 1995), Rob Roy (Michael Caton-Jones, 1995).
Para hacerse cargo del diseño de producción se ficho a Trevor Williams, director de arte en Dillinger (1973) bajo las ordenes del gran John Milius, El luchador (1975) bajo las ordenes de otro grande, Walter Hill y encargado del diseño de producción en películas como el clásico de terror Al final de la escalera (Peter Medak, 1980) o la mítica Loca academia de policía (Hugh Wilson, 1984) y sus primeras cuatro secuelas.
De elegir al elenco de la película se encargaron el trío formado por Bette Chadwick, que venia de encargarse del casting canadiense de Leyendas de pasión (Arded Zwick, 1994), Cathy Sandrich, directora de casting que había trabajado en películas como Juego de patriotas (Phillip Noyce, 1992), El fugitivo (Andrew Davis, 1993) o Species (Roger Donaldson, 1995), Elizabeth Lang, que debutaba como directora de casting con esta película y Amanda MacKey, que debuto como encargada del casting en Remo, desarmado y peligroso (Guy Hamilton, 1985) y luego encadeno trabajos en Rocky IV (Sylvester Stallone, 1985), Star Trek IV: Misión salvar la tierra (Leonard Nimoy, 1986), La caza del Octubre Rojo (John McTiernan, 1990) o Ellas dan el golpe (Penny Marshall, 1992).
Para el papel de Lewis Gates se contrato a Tom Berenger, que venia de trabajar con este trío en el thriller pseudoerotico Sliver (Phillip Noyce, 1993) y el cual necesitaba de un buen proyecto ya que venia de rodar una película con escasa repercusión comercial como Misión explosiva (Dennis Hopper, 1994) cuyo único aliciente era la presencia de la explosiva ex-vigilante de la playa Erika Eleniak y dos Tv Movies; Un western con buenas criticas llamado Los ángeles vengadores (Craig R. Baxley, 1995) y el thriller picanton Perdición (George Case, 1995). Para interpretar a su partenaire femenina, Lillian, se ficho a Barbara Hershey que venia de encadenar tres éxitos en cine como El ojo publico (Howard Franklin, 1992), Un día de furia (Joel Schumacher, 1993) y Rebeldes del swing (Thomas Carter, 1993) pero que sus últimos trabajos habían sido en miniseries de televisión (Regreso a Paloma Solitaria y La Biblia: Abraham) y llevaba un par de años sin trabajar ni en cine ni en televisión y por ultimo (ya que los demás miembros del reparto no pintan mucho) el papel del sheriff fue a parar a Kurtwood Smith, mítico Clarence de Robocop (Paul Verhoeven, 1987) y grandisimo secundario en películas que he visto una y otra vez en el VHS como Rambo III (Peter MacDonald, 1988), la injustamente tratada Fortaleza infernal (Stuart Gordon, 1992), Broken Arrow (John Woo, 1996) o la película en la que me enamore de Ashley Judd, Tiempo de matar (Joel Shumacher, 1996).
Cuando vi por primera vez esta película no me dejo buen sabor de boca, no se si es porque por aquella época los indios no me interesaban o porque ya andaba perdido en el mundo de los action-heroes, pero el hecho es que no volví a verla jamas. Hasta hoy.
Y debo reconocer que me ha gustado mas de lo que pensaba, cierto es que atufa mucho a Bailando con lobos (low cost) pero aun así deja muy buen sabor de boca. Que podría ser mas épica, pues si. Que podría tener mas enjundia su trama, pues también. Pero sus carencias las suple con sus virtudes, que (para mi) las tiene. Sobretodo tres; un Tom Berenger en su salsa y desprendiendo carisma, una Barbara Hershey tan atractiva que me ha dado por bajarme películas suyas como un loco y unos paisajes y escenarios naturales maravillosos. Tan solo lamento que no se profundice mas en la historia de amor de los protagonistas, pagaría por que se olvidasen de los indios y la trama se centrase unicamente en su incipiente romance entre montañas, riachuelos y valles... ¡Hubiese sido maravilloso! Ainsss... 7/10