Tras
el éxito de taquilla que supuso En busca del arca perdida (Steven
Spielberg, 1981) todos los grandes estudios de Hollywood se pusieron
a producir películas de corte similar como Sky Pirates (Colin
Eggleston, 1986), Las minas del rey Salomón (J. Lee Thompson, 1985),
Allan Quatermain y la ciudad perdida del oro (Gary Nelson, 1986), El
templo del oro (J. Lee Thompson, 1986) o El rio de la muerte (Steve
Carver, 1989) y si, ninguna llego a la altura. Una de esas películas
que salieron a rebufo de Indiana Jones y que hoy en día es una gran
olvidada es esta Los piratas de las islas salvajes (Nate and Hayes en
su titulo original).
En
su momento la película fue un fracaso en taquilla. Tuvo un
presupuesto de 12 millones de dolares y apenas recaudo 2 a nivel
mundial, pero seria injusto culpar a la película en si. La Paramount
había comprado la película, que fue financiada por inversores
Neozelandeses aprovechando lagunas fiscales, y cuando les presentaron
el corte final en el verano de 1983 se preocuparon por las
similitudes estilísticas que tenia con En busca del arca perdida
(que había llenado de billetes las arcas de la Paramount dos años
antes) y como Spielberg ya estaba en preproducción de Indiana Jones
y el templo maldito (1984) decidieron no darle mucha publicidad (solo
la justa para cumplir obligaciones contractuales) por miedo a que el
publico no aguantase películas tan similares en tan poco espacio de
tiempo y que esto perjudicase la recaudación de la película de
Spielberg que se estrenaría tras esta. Así que para reducir
perdidas decidieron darle muy poco bombo publicitario y una cosa
llevo a la otra. Cierto es que la película no esta a la altura de
Indiana Jones, pero es una estimable peliculilla de aventuras que se
deja ver a las mil maravillas.
La
película cuenta con un guion escrito a cuatro manos entre David
Odell, escritor que venia de Cristal Oscuro (Jim Henson, Frank Oz,
1982) y que luego puso sus manos en los libretos de Supergirl
(Jeannot Szwarc, 1984) y Masters del universo (Gary Goddard, 1987) y
Lloyd Phillips, productor sudafricano de películas como Doce monos
(Terry Gilliam, 1995), El desafió (Lee Tamahori, 1997), Limite
vertical (Martin Campbell, 2000) o Malditos bastardos (Quentin
Tarantino, 2009) y que hizo su debut y su única escritura de guion
con esta película.
La
trama de la película esta inspirada en las andanzas reales del
capitán de barco William Henry “Bully” Hayes, quien navego en
los mares del pacifico sur a mediados del siglo XIX hasta su
asesinato en 1877 y que según algunos escritores fue “el ultimo de
los bucaneros”.
La
dirección de la película corrió a cargo de Ferdinand Fairfax,
director ingles especializado en televisión y que solo tiene un par
de películas de cine mas en su haber ademas de esta; Una especie de
Águila de acero pero ambientada en Corea del norte (Evasión del
norte, 1988) y una de competiciones de remo (True blue, 1996) con un
joven Dominic West en su reparto.
El
rodaje tuvo lugar entre Fiji y Nueva Zelanda donde se construyeron
sets que incluían una aldea nativa de Fiji, un puerto comercial de
Samoa de finales del siglo XIX, la transformación de un barco
pesquero en una siniestra cañonera alemana a vapor y un puente de
cuerda colgante sobre un barranco.
Para
interpretar al capitán Bully Hayes se contrató a Tommy Lee Jones,
que por aquel entonces era una cara conocida de la pequeña pantalla
y del que tan solo puedo recomendar previamente su participación en
la magnifica El ex-preso de Corea (John Flynn, 1977) ya que no seria
hasta casi nueve años después cuando a principios de los años 90
pegaría el pelotazo al estrellato con películas como El fugitivo
(Andrew Davis, 1993) o El cliente (Joel Schumacher, 1994), aunque yo
siempre lo recordare por su papel del desquiciado Strannix en la
genial Alerta Máxima (Andrew Davis, 1992). La guapísima Jenny
Seagrove, que estaba recién salida del rodaje de Local Hero (Bill
Forsyth, 1983) y cuya carrera no llego a despegar pese a que
prometía, se encargo de dar vida a Sophie, la joven religiosa que
acaba, por circunstancias de la vida, empuñando pistolas y espadas,
al igual que su prometido en la película, el reverendo Williamson,
al que interpreto Michael O´Keefe, actor con una amplia trayectoria
televisiva y con pequeños papeles en cine en películas como El club
de los chalados (Harold Ramis, 1980), El juramento (Sean Penn, 2001)
o Michael Clayton (Tony Gilroy, 2007).Y para interpretar a la nemesis
de “Bully” y villano de la función se requirieron los servicios
del australiano Max Phipps, actor cuyo mayor merito cinematográfico
es haber interpretado a uno de los capullos que perseguían a Mel
Gibson en Mad Max 2, el guerrero de la carretera (George Miller,
1981).
Si
hay algo que me ha llamado la atención de esta película es la
cantidad de similitudes que tiene con Piratas del Caribe: La
maldición de la Perla Negra (Gore Verbinski, 2003), tanto el trío
protagonista como su desarrollo dramático es prácticamente igual en
ambas películas. Supongo que Disney, Bruckheimer y Verbinski
tomarían nota y plagiaron (u homenajearon) a diestro y siniestro.
Por lo demás, estamos ante una entretenida película de aventuras
marinas, con unos paisajes naturales dignos de alabar, un
protagonista con carisma y una trama que, aunque algo endeble, se
deja ver con agrado. No os cambiara la vida, pero si os van las pelis
de piratas, os gustara. Ademas, esta ambientada en el pacifico, cosa
que se agradece ya que por norma general las películas del genero
suelen estarlo en el mar caribe. 6/10
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