Divertido remake de la película italiana Crimen
(Mario Camerini, 1960) dirigida sin grandes alardes por el cómico,
actor, escritor y director Eugene Levy que hasta entonces tan solo
había dirigido un par de Tv Movies, The second city, Toronto 15th
Anniversary (1988) y I, Martin Short, Goes Hollywood (1989) y que le
llego este encargo por parte del famoso y todopoderoso productor
italiano Dino De Laurentiis, productor de infinidad de películas
como La Strada (Federico Fellini, 1954), Las noches de Cabiria
(Federico Fellini, 1957), Flash Gordon (Mike Hodges, 1980) o la
fallida Dune (David Lynch, 1984). Ademas de con el pastizal de De
Laurentiis, la producción corrió a cargo de Ascot Film, productora
de la videoclubera Comando Patos Salvajes (Antonio Margheriti, 1984),
películas de Jesus Franco como Jack The Ripper (1976) o Cartas de
amor a una monja portuguesa (1977), la en su momento famosa El condón
asesino (1996) o el thriller La humillación (Robert M. Young, 1986)
con la sex symbol ochentera Farrah Fawcett. El guion, pese a seguir
los pasos del original contó con reescrituras por parte de los
guionistas Charles Shyer, encargado de los libretos de divertida La
recluta Benjamin (Howard Zieff, 1980) con la genial Goldie Hawn o El
padre de la novia (1991) en la que también ejerció de director,
Nancy Meyers, encargada del guion de Jumpin´Jack Flash (Penny
Marshall, 1986) o la basurilla reivindicable Me gustan los líos
(Charles Shyer, 1994) con Julia Roberts y Nick Nolte y Steve Kluger,
que tan solo trabajo en esta película
La trama, una comedia con toques de
misterio en plan “Quien es el asesino”, nos presenta a Phoebe,
una turista americana y Julian, un actor en paro que en un viaje por
Roma se conocen tras encontrarse un perro perdido por el que ofrecen
una cuantiosa recompensa. Cuando van a Montecarlo para entregárselo
a su dueña, una vieja asquerosamente rica, la encuentran muerta. A
partir de ahí y por una serie de malentendidos se verán envueltos
en el asesinato junto a un matrimonio americano formado por Neil y
Marilyn Schwary y por un adicto al juego llamado Augie Morosco y su
mujer Elena.
De la fotografía se encargo el
italiano Giuseppe Rotunno, director de fotografía conocido por su
trabajo en Rocco y sus hermanos (Luchino Visconti, 1960), Amarcord
(Federico Fellini, 1973), Empieza el espectáculo (Bob Fosse, 1979) o
Las aventuras del barón Munchausen (Terry Gilliam, 1988). Decir que
la fotografía de la película no destaca ni para bien ni para mal,
es una comedia ligerita y tampoco necesita de muchas florituras en
este apartado.
Para la banda sonora, que tampoco es
nada del otro mundo, se contrato a Richard Gibbs, compositor que
venia de trabajar en la frikada Gnomo Cop (Stan Winston, 1990) o la
Sci-Fi con Rutger Hauer y la olvidada Mimi Rogers Peligrosamente
unidos (Lewis Teague, 1991) y que mas tarde compondría la música en
el cutre spoof Distracción fatal (Carl Reiner, 1993) con el
grasiento Armand Assante y Sean Young o el actioner cómico Con la
poli en los talones (Adam Rifkin, 1994) con un Charlie Sheen a punto
de empezar su descenso a los infiernos y sus antologicas esnifadas y
una Kristy Swanson que apuntaba maneras pero que finalmente se quedo
en nada dejándonos unicamente para el recuerdo un beso lesbico con
Jennifer Connelly en Semillas de rencor (John Singleton, 1995).
En cuanto al elenco principal, se
contrataron los servicios de la infumable Sean Young, que había
empezado bien su carrera con El pelotón chiflado (Iván Reitman,
1981), Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Dune y que había seguido
manteniéndose con productos taquilleros como No hay salida (Roger
Donaldson, 1987) junto a Kevin Costner y Gene Hackman, Wall Street
(Oliver Stone, 1987) o Pájaros de fuego (David Green, 1990) pero que
tras esta película empezó un descenso a los infiernos del que ya no
saldría Young se hizo con el papel de Phoebe, la turista americana.
Para el papel de Julian, el actor en paro se ficho al cómico Richard
Lewis, que a esas alturas no había hecho nada destacable en cine y
que después tampoco hizo mucho. Tan solo destacar su presencia en
Las locas, locas aventuras de Robin Hood (Mel Brooks, 1993), Leaving
Las Vegas (Mike Figgis, 1995) o la divertida serie Larry David
(2000-2020). Cybill Shepherd, recién salida del éxito de la
televisiva Luz de Luna (1985-1989) junto a Bruce Willis, se haría
cargo de interpretar a Marilyn Schwary y el gran James Belushi, que
ya había pasado sus días de gloria gracias a películas como la
cachonda Entre pillos anda el juego (John Landis, 1983), el thriller
histórico Salvador (Oliver Stone, 1986), la cojonuda La tienda de
los horrores (Frank Oz, 1986), la mítica El rector (Christopher
Cain, 1987), la infravalorada Danko: Calor rojo (Walter Hill, 1988) o
la reivindicable Superagente K-9 (Rod Daniel, 1989) interpreta de
manera descacharrante y bestial a Neil, su ludopata marido. El
inolvidable y siempre recordado John Candy gracias a (entre otras)
Granujas a todo ritmo (John Landis, 1980), El gran despilfarro
(Walter Hill, 1985), Malditas vacaciones (Carl Reiner, 1985), Armados
y peligrosos (Mark L. Lester, 1986), La loca historia de las galaxias
(Mel Brooks, 1987), Mejor solo que mal acompañado (John Hughes,
1987), Solos con nuestro tío (John Hughes, 1989) o Yo, tu y mama
(Chris Columbus, 1991) daba vida de manera brillante a Augie Morosco,
un autentico adicto al juego casado con la millonaria Elena, a la que
da vida la italiana Ornella Muti, que intentaba asaltar Hollywood
gracias a productos como Flash Gordon (Mike Hodges, 1980) u Oscar
¡Quita las manos! (John Landis, 1991).
El rodaje de la película tuvo lugar en
Monte Carlo, Roma y los alpes franceses entre el 20 de febrero y el 3
de mayo de 1991 teniendo un coste de 14 millones de dolares y
recaudando a nivel mundial casi 9, convirtiéndose en un fracaso
comercial, hecho que propicio que Eugene Levy no volviese a dirigir
para cine y se centrase en productos televisivos como las series
Maniac Mansion (1992) y The Martin Short Show (1994) o la Tv Movie
Sodbusters (1994). 6/10