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domingo, 23 de agosto de 2020

Sé lo que hicisteis el último verano (Jim Gillespie, 1997)



Tras el rotundo éxito (14 millones de presupuesto y 173 recaudados) de Scream (Wes Craven, 1996) tanto a su director, Wes Craven como a su guionista, Kevin Williamson, les empezaron a llover ofertas de todas las productoras de Hollywood, tanto para poner en marcha la secuela como para participar en nuevos proyectos. Ambos aceptaron la propuesta de Dimension Films y se embarcaron en el rodaje de Scream 2 (Wes Craven, 1997). Pero mira tu por donde que el guionista y creador de los personajes, Kevin Williamson, tenia perdido en un cajón un guion que había escrito antes que el de Scream y que había sido rechazado una y otra vez por un sin fin de productoras y aprovechando que estaba en la cresta de la ola lo desempolvo y se lo enseño al productor Erik Feig. Dicho guion estaba basado en la novela de 1973 del mismo nombre escrita por Lois Duncan que trataba sobre cuatro jóvenes que se ven involucrados en un accidente de atropello y fuga que involucra a un niño. Tras leer el guion, Feig le pidió a Williamson que lo reescribiera para que tuviese un tono mas parecido a una película slasher de los 80´s, pero quería que no fuese un calco de Scream, que se alejase del tono satírico de esta y apostase mas por la sencillez del slasher de toda la vida. Inspirado por su padre, que había sido un pescador comercial, Williamson cambio el escenario de la novela por un pequeño pueblo costero y convirtió al villano en un pescador armado con un garfio.
En cuanto tuvieron el guion a punto se asociaron con los productores Stokely Chaffin y Neal H. Moritz, socios en Original Film que venían de producir Volcano (Mick Jackson, 1997) y con William S. Beasley, que venia de hacer lo propio con Algo de que hablar (Lasse Hallström, 1995) y Un loco a domicilio (Ben Stiller, 1996) y empezaron a moverlo por Hollywood y fue Mandalay Entertainment, que venia de producir Fanático (Tony Scott, 1996), Donnie Brasco (Mike Newell, 1997) o Double Team (Tsui Hark, 1997) quien se hizo con el bajo la distribución de la todopoderosa Columbia Pictures.
El director elegido para llevar las riendas fue el escoces Jim Gillespie, que tenia nula experiencia en cine ya que tan solo había dirigido capítulos en series como Capital Lives (1994), Cardiac Arrest (1995) o Shooting Gallery (1995) pero que había impresionado a Williamson en su trabajo para la banda Queen en los videoclips de “Mother Love” y “Made in Heaven”. Williamson sugirió su nombre a los productores y estos, sorprendetemente, aceptaron.
Para hacerse cargo de la fotografía se recurrió a Denis Crossan, director de fotografía que había debutado rodando secuencias adicionales para Los Inmortales (Russell Mulcahy, 1986) y que venia de trabajar junto al propio Mulcahy en Seducción Peligrosa (1992) y Extremadamente Peligrosa (1993) y que aquí entrega un trabajo correcto y sin grandes florituras, ciñéndose mucho a los clichés del genero.
De la banda sonora se hizo cargo John Debney, surgido de la factoría Disney (es hijo de Louis Debney, productor de Disney), en la que se curtió en productos como Backstage at Disney (Tom Leetch, 1983), Donald Duck´s 50th Birthday (Andrew Solt, 1984), The Disney Family Album (1984), Sport Goofy in Soccermania (Matthew O´Callaghan, 1987) o Disneylandia. El mágico mundo del color (1991) tras pasar por las manos de Steven Spielberg en Las aventuras de los Tiny Toons (1990-1995) y SeaQuest DSV: Los vigilantes del fondo del mar (1993-1996) se curtió el lomo en muchas series de televisión hasta que apareció en mi vida gracias a la maravillosa y olvidada Gunmen (Deran Sarafian, 1993) que le abriría las puertas de Hollywood de par en par y le llevaría a proyectos como El retorno de las brujas (Kenny Ortega, 1993), pequeños gigantes (Duwayne Dunham, 1994) o la que para mi es su mejor banda sonora (con diferencia) hasta la fecha: La isla de las cabezas cortadas (Renny Harlin, 1995) donde se marca un maravilloso “Morgan´s Ride” que cada vez que la oigo me pone los pelos de punta. Lastima que en esta Se lo que hicisteis... se limite a entregar un score muy rutinario y simplón en el que no destaca ningún tema debido a la inclusión por parte de la productora de muchas canciones de grupos de la época.
El proceso de casting se le encargo a Mary Vernieu, que había debutado a principios de los años 90´s como asistente en películas como The Doors (Oliver Stone, 1991), Un buen policía (Heywood Gould, 1991), JFK: Caso abierto (Oliver Stone, 1991), Sneakers (Phil Alden Robinson, 1992) o Amor a quemarropa (Tony Scott, 1993) y que ese mismo año (1993) empezó su andadura como directora de casting en proyectos como Hombres de acero (Perry Lang, 1994), Nixon (Oliver Stone, 1995) o Memoria Letal (Renny Harlin, 1996) y que con el paso del tiempo se encargaría del casting en proyectos como Tres Reyes (David O. Russell, 1999), Pitch Black (David Twohy, 2000), Lagrimas del sol (Antoine Fuqua, 2003), 30 Días de oscuridad (David Slade, 2007), Predators (Nimrod Antal, 2010), Looper (Rian Johnson, 2012), The Equalizer (Antoine Fuqua, 2014), Los siete magníficos (Antoine Fuqua, 2016), Yo, Tonya (Craig Gillespie, 2017), Ha nacido una estrella (Bradley Cooper, 2018), Creed II: La leyenda de Rocky (Steven Caple Jr, 2018) o John Wick: Capitulo 3 – Parabellum (Chad Stahelski, 2019) y que para esta Se lo que hicisteis el ultimo verano selecciono a Jennifer Love Hewitt, que en ese momento era muy conocida gracias a su papel en la serie Cinco en familia (1994) para el papel de Julie James (tras haberse presentado esta al casting para el papel de Helen) basándose en su “capacidad para proyectar vulnerabilidad”. Hewitt logro su papel gracias a la mala audición de Danielle Harris, la “adorable” Darian de El ultimo Boy Scout (Tony Scott, 1991) y a la negativa de Melissa Joan Heart, quien en aquel momento estaba en lo mas alto gracias a su papel de Sabrina en la serie de televisión Sabrina, cosas de brujas (1996-2003) y que rechazo el papel porque pensaba que la película iba a ser una mera copia de Scream y que no tendría el éxito que tuvo aquella.
Para interpretar a Ray, el fiel novio de Julie se contrato, con el beneplácito del director Jim Gillespie, que dijo que sentía que este tenia una cualidad de “hombre común” muy similar al personaje a Freddie Prinze Jr, que había debutado un par de años antes en la serie de televisión Cosas de casa (1995) y que tan solo tenia dos títulos de cine en su haber; el drama Feliz cumpleaños, amor mio (Michael Pressman, 1996) junto a Michelle Pfeiffer y Claire Danes y la comedia Almas gemelas (Mark Waters, 1997) protagonizada por la adorable Parker Posey y la repelente Tori Spelling; Ryan Phillippe, que habia tenido papeles en dos buenas películas como Marea Roja (Tony Scott, 1995) y Tormenta Blanca (Ridley Scott, 1996) se hizo con el papel de Barry tras descartar a Jeremy Sisto (que también estaba recién salido de Tormenta Blanca) y Sarah Michelle Gellar que estaba empezando su andadura en su mítico papel de Buffy Summers en la serie Buffy, cazavampiros (1997-2003) se hizo con el papel de Helen pese a presentarse a la audición para interpretar a Julie y fue la ultima de los protagonistas principales en ser contratada y al igual que paso con Freddie Prinze Jr fue elegida personalmente por Gillespie porque “quería a una actriz con la que poder encariñarme, pero que a la vez pudiese parecer una autentica zorra”. Decir que pese a que Sarah Michelle Gellar y Freddie Prinze Jr comparten pocos minutos en pantalla, durante el rodaje se hicieron amiguitos y al poco tiempo empezaron una relación que los llevo a casarse durante la producción de Scooby Doo (Raja Gosnell, 2002) que ambos protagonizaron. Para dar vida a Missy, Vernieu y Gillespie buscaron a una actriz que tuviese una presencia significativa en pantalla, ya que el personaje, a pesar de aparecer en solo dos escenas es fundamental para la trama y eligieron a Anne Heche, actriz que venia de tener papeles importantes en Coacción a un jurado (Brian Gibson, 1996) junto a Demi Moore y Alec Baldwin, Donie Brasco (Mike Newell, 1997) con Al Pacino y Johnny Depp o Volcano (Mick Jackson, 1997) en la que compartía protagonismo con Tommy Lee Jones. A partir de ahí inicio una relación con Ellen DeGeneres y su carrera cinematográfica se fue, básicamente, a la mierda. Y, para finalizar el cast tenemos a Muse Watson, actor que habia tenido papeles menores en El cuento de la doncella (Volker Schlöndorff, 1990), Sommersby (Jon Amiel, 1993) o Asesinos (Richard Donner, 1995) y que tras dar vida al psicópata del chubasquero y el garfio siguió trabajando pero sin ningún papel destacable mas allá del de Charles Westmoreland en la serie Prison Break (2006).
El rodaje arranco el 31 de marzo de 1997 y se llevo a cabo durante un periodo de diez semanas en localizaciones como Jenner, Bodega Bay, Kolmer Gulch, Goat Rock Beach, Sonoma, Timber Grove, Carmet, Fort Ross y Marshall (California) y Southport, Durham, Burgaw y Wilmington (North Carolina).
La película tuvo un presupuesto de 17 millones de dolares y recaudo a nivel mundial casi 126 convirtiéndose en un éxito y abonando el camino para la secuela que no tardaría en llegar.
Decir que Lois Clark Duncan, la novelista en la que se baso Kevin Williamson para escribir su guion se opuso vehementemente a que su libro fuese re-elaborado como una película de terror (seguramente debido al hecho de que su hija menor fuese asesinada en 1989) y no oculto su hostilidad hacia el producto final llegando a decir que estaba “indignada por la maldita forma en que Williamson habia desvirtuado su libro”, pero mira tu por donde que toda esa mala leche le vino bien ya que las ventas de su libro se multiplicaron por diez tras el estreno de la película.
A mi en su día la película me gusto, iniciaba una nueva era en el cine slasher mas mainstream junto a Scream y me pillo de lleno en la edad del pavo. Vista hoy en día es una película simplona y sin gracia ni sustancia. Hay pocos asesinatos, muy espaciados en el tiempo y nada originales, Jennifer Love Hewitt esta muy buena, pero se pasa toda la película con cara de pánfila y dan ganas de abofetearla y en cuanto a Sarah Michelle-Gellar, parece que este oliendo mierda todo el metraje. De Philippe y Prinze Jr no digo nada porque están lamentables. En fin, que se deja ver si no la has visto previamente, pero un revisionado es soporífero y aburrido. Con la secuela ni me atrevo. 4/10

domingo, 16 de agosto de 2020

Species III (Brad Turner, 2004)



Nueve años después de la genial Species (Roger Donaldson, 1995) con la aparición en mi tierna adolescencia de la impactante Natasha Henstridge y seis tras su floja secuela; Species II (Peter Medak, 1998) llegó a las estanterías de los videoclubs esta tercera y lamentable entrega. Y es que tras el éxito de taquilla de la primera entrega que llego a recaudar 113 millones con un presupuesto de 35 y el desastre que supuso la segunda parte que tan solo llego a los 19 millones de dolares, la productora tras la saga; Metro-Goldwyn-Mayer decidió que lo mejor para curarse en salud era estrenar esta tercera entrega directamente en la televisión y así fue como el 27 de noviembre de 2004 se estreno en el canal SyFy y el 7 de diciembre de ese mismo año fue lanzada en DVD.
De la producción se encargaron a la par David Dwiggins, productor que venia de ejercer en series como Pacific Bell: The Rain Children (1988), Red Shoe Diaries (1994-1996) o Superespias (2003-2004) y que lo único destacable que ha hecho en el mundillo fue ser asistente del director en Plan de vuelo: Desaparecida (Robert Schwentke, 2005) y en Legión (Scott Stewart, 2010) y Frank Mancuso Jr, hijo del ex-presidente de Paramount Pictures y este si, con una carrera mas prolífica e interesante que la de su socio y reconocido en el mundillo por su participación en la saga de Viernes 13 y en producciones como Asuntos sucios (Mike Figgis, 1990), Cool World (Ralph Bakshi, 1992), Ronin (John Frankenheimer, 1998) y como no, la saga de Species en la que ha participado en las (hasta ahora) cuatro entregas. Mancuso quería que las criaturas se vieran ligeramente diferentes del concepto original de H.R. Giger, así que para esta película se contrato para dicha labor a Rob Hinderstein, especialista en efectos especiales y maquillaje que había trabajado en películas como Batman vuelve (Tim Burton, 1992), Jurassic Park (Steven Spielberg, 1993), Abierto hasta el amanecer (Robert Rodríguez, 1996), la olvidada, divertidisima y carne de auto-cine Space truckers (Stuart Gordon, 1996), Un pueblo llamado Dante´s Peak (Roger Donaldson, 1997), Esfera (Barry Levinson, 1998) u Operación Swordfish (Dominic Sena, 2001) y que en la segunda parte de Species se había encargado de diseñar los dientes y los ojos de la criatura.
El guion, basado en los personajes que había creado Dennis Feldman para la primera entrega, fue escrito por Ben Ripley, que debutaba con esta película a la que siguieron la siguiente entrega de la saga; Species IV: El despertar (Nick Lyon, 2007), la interesante Código fuente (Duncan Jones, 2011), el drama musical El coro (Françoise Girard, 2014) y el insulso remake de Linea Mortal; Enganchados a la muerte (Niels Arden Oplev, 2017). La trama seguía los hechos acontecidos al final de la segunda parte y nos presentaba a Eve, la clon de la Sil original dando a luz a Sara, la hija que tuvo con Patrick, el astronauta infectado con ADN alienigena, en un camión del ejercito estadounidense. El soldado del ejercito que transporta el camión secuestra a Sara después de que un niño mestizo (mitad alíen, mitad humano) asesine a Eve y la cría en su casa con el fin de estudiar su especie para crear una especie superior y de paso que le den el premio Nobel. Para ello contara con la ayuda de un alumno suyo ( si, resulta que se había infiltrado en el ejercito pero realmente era profesor de universidad) mientras que Sara ira creciendo y deseando aparearse con alguien de su especie, pero le resultara difícil ya que los únicos candidatos son mestizos que han crecido defectuosos y vulnerables a las enfermedades humanas.
De la banda sonora se hizo cargo el Checo Elia Cmiral, que tras una breve carrera entre su país natal y Suecia volvió a Los Ángeles (donde había estudiado) en 1993 y fue contratado por Don Johnson para que compusiera la música en su serie Nash Bridges (1996) lo que le abrió las puertas de Hollywood con encargos como Ronin (John Frankenheimer, 1998), Stigmata (Rupert Wainwright, 1999), Campo de batalla: La Tierra (Roger Christian, 2000) o Km. 666 (Rob Schimdt, 2003) y que aquí brilla por su ausencia, no recuerdo ningún momento en que la música destacase especialmente.
Para encargarse de la fotografía se contrataron los servicios del alemán Christian Sebaldt, director de fotografía encasillado en subproductos y secuelas como Casper: La primera aventura (Sean Mcnamara, 1997), Casper y la mágica Wendy (Sean Mcnamara, 1998), La familia Addams: La reunión (Dave Payne, 1998), Niño rico 2 (John Murlowski, 1998) y Resident Evil 2: Apocalipsis (Alexander Witt, 2004) y que posiblemente lo mas destacado de su carrera haya sido fotografiar a través del jersey de policía las pedazo de tetas de Paula Trickey en la serie de televisión Pacific Blue (1996-2000), el portentoso cuerpo de la tremenda Kelly Carlson en Starship troopers 2: El héroe de la federación (Phil Tippett, 2004) y claro esta, las deliciosas anatomías, y cuando digo anatomías me refiero a culo y tetas de las aquí presentes Sunny Mabrey y Amelia Cooke. Como director de fotografía no vale un pimiento pero tonto no es el pájaro.
En fin, sigamos. Del casting se encargaron a cuatro manos Zora DeHorter, que se había encargado del casting de Ali G Anda Suelto (Mark Mylod, 2002) y a partir de ahí fue de mal en peor y Paul Weber, que se había especializado en adaptaciones televisivas de productos cinematográficos como F/X: The series (1996), Desafío Total 2070 (1999) o Poltergeist: El legado (1999) y que tras esta Species III, siguió con secuelas chuscas como Pasión por el triunfo 3 (Stuart Gillard, 2008), Juegos de guerra 2 (Stuart Gillard, 2008) o Inmersión letal 2 (Stephen Herek, 2009). DeHorter y Weber eligieron a Robert Knepper, que se había pasado media vida dando tumbos por la televisión en series como Mas allá de los limites de la realidad (1987), Star Trek: La nueva generación (1987), Perry Mason (1991), La ley de Los Ángeles (1993), Ley y Orden (1995), Se ha escrito un crimen (1996) o El ala oeste de la Casa Blanca (2001) para interpretar al Doctor Abbot y un año después por fin vería recompensado su trabajo gracias a su papel de T-Bag en Prison Break y su carrera daría un salto de calidad y se asentaría en Hollywood con películas como Hostage (Florent-Emilio Siri, 2005), Buenas noches y buena suerte (George Clooney, 2005), Hitman (Xavier Gens, 2007), Transporter 3 (Olivier Megaton, 2008) o Ultimátum a la Tierra (Scott Derrickson, 2008), por desgracia para el la suerte le duro poco y hoy en día ha vuelto a los productos televisivos y al mercado del directo a vídeo; Para el papel de su pupilo, Dean, se contrato al cutre de Robin Dunne, otro asiduo a las secuelas baratas como Crueles intenciones 2 (Roger Kumble, 2000) o American psycho 2: El legado de Patrick Bateman (Morgan J. Freeman, 2002) y que siguió su carrera en la mierda mas infecta del mundo de las Tv Movies y el Video On Demand, pero oye, le vio de cerca las tetas a Sunny Mabrey ¡que le quiten lo bailao! Estos son los dos “humanos” de la película, bueno, hay mas, pero importan una mierda, en cuanto a las “alienigenas” tenemos a Sunny Mabrey, una rubiaza de muy buen ver que durante el rodaje cumplió los 29 años y que había debutado un par de años en cine con la comedia Los feos también mojan (Ed Decter, 2002) y que tras esta Species III logro colarse en producciones como xXx 2: Estado de emergencia (Lee Tamahori, 2005), La chica de mis sueños (Alex Steyermark, 2005) o Serpientes en el avión (David R. Ellis, 2006) pero rápidamente y como demuestra en esta película, en Hollywood se dieron cuenta de que no sabia actuar con ropa puesta y acabo en el inframundo de las Tv Movies, como casi todo el elenco de la película; El papel de su antagonista en la película, Amelia, recayó en Amelia (no se estrujaron mucho los sesos) Cooke, ganadora del “Elite Look of the Year” en Canadá, lo que la llevo a ser modelo y al poco tiempo intentar dar el salto al mundo de la actuación en series como Belleza y poder (2002) o CSI: Miami (2004), de ahí paso a esta Species III y no se si volvió al mundo de la moda o que, pero la realidad es que a partir de ahí tan solo trabajo en una serie; Tilt (2005), un directo a vídeo; Agente alíen (Jesse V. Johnson, 2007) y tras un parón de mas de diez años parece que ha vuelto al mundillo con Hawai 5.0 (2019-2020). Y, para finalizar el casting, Natasha Henstridge, protagonista de las dos primeras películas y que aquí tiene un pequeño cameo al inicio de la película, supongo que se olio el percal y por cariño con el personaje que le dio la fama acepto participar, pero lo justo. Henstridge debuto con su papel de Sil en Species (Roger Donaldson, 1995) y enseguida se subió al carro del cine de acción con Adrenalina (Albert Pyun, 1996) junto a Christopher Lambert y Al limite del riesgo (Ringo Lam, 1996) junto a Jean-Claude Van Damme, pero para esas alturas el cine de acción “ochentero” ya estaba dando sus últimos coletazos y ahí se quedo su aventura con lo que su carrera se estanco en series y Tv Movies aunque iba manteniendo el tipo gracias a películas como Falsas apariencias (Jonathan Lynn, 2000) y su secuela Mas falsas apariencias (Howard Deutch, 2004) o Fantasmas de Marte (John Carpenter, 2001), pero en 2004, tras Mas falsas apariencias todo se fue a pique y pese a que ha seguido trabajando regularmente hasta hoy todo han sido producciones de baratillo, papeles episodicos en series o películas directas a vídeo. Una lastima, esta mujer me encandilo cuando la vi en la primera Species y lo tenia todo para haberse hecho un hueco en la industria, pero lamentablemente llego tarde.
En fin, que la película es una mierda en todos los sentidos y si se deja ver (mas o menos) es por completismo con la saga y por las tetas de Mabrey y Cooke. Todo lo demás apesta y carece de interés. 2/10

sábado, 1 de agosto de 2020

Seduciendo a un extraño (James Foley, 2007)



Vi esta película cuando se estreno y no recordaba nada de ella (o mi cerebro quiso olvidarla), así que decidí darle un segundo visionado, estando Bruce Willis y Halle Berry valdría la pena, me dije. Error.
En su día se vendió como un “thriller con alta carga erótica” y tras verlo no he visto ni rastro de esa carga erótica, a no ser que te de para paja intuir las tetas de Berry bajo un elegante vestido, que todo puede ser, claro.
De dirigir este soso y ridículo thriller se hizo cargo el anteriormente competente James Foley, que tras dedicarse a rodar videoclips para Madonna o Deep Purple se paso al cine dirigiendo películas cuanto menos interesantes (y decentes) como Glengarry Glen Ross: Éxito a cualquier precio (1992), Camara sellada (1996), The Corruptor (1999) o Confidence (2003) y últimamente anda con las secuelas de Cincuenta sombras de Grey, vamos, que de mal en peor.
El “brillante y astuto” guion, basado en una idea de Jon Bokenkamp, que venia de escribir otro convencional thriller llamado Vidas ajenas (D.J. Caruso, 2004) del que tan solo recuerdo las firmes y deliciosas tetas de Angelina Jolie, se encargo Todd Komarnicki, escritor y director del drama ambientado en la segunda Guerra Mundial, Resistencia (2003) que ni he visto ni me apetece, pese a que este protagonizado por el gran y añorado Bill Paxton.
La trama nos presenta a la periodista Rowena Price (Halle Berry) que, siguiendo las pistas del asesinato sin resolver de una amiga de la infancia, decide investigar por su cuenta y con la ayuda de su compañero de trabajo Miles Haley (Giovanni Ribisi) al principal sospechoso, un famoso publicista llamado Harryson Hill (Bruce Willis).
En fin, que Bokenkamp y Komarnicki se fueron con su guion bajo el brazo y empezaron a llamar puerta por puerta a ver a que productor o estudio podían engañar. El primero en picar fue Ron Bozman, que en los primeros 90´s había producido El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991) y supongo que le comieron la oreja diciéndole que este iba a ser un thriller a la altura, el siguiente en caer en la trampa fue Charles Newirth, que venia de producir dos basurillas dirigidas por Joe Roth como la comedia con Tim Allen, Una navidad de locos (2004) y el drama criminal El color del crimen (2006) con Julianne Moore y Samuel L. Jackson y al oír las palabras “thriller” y “erótico” junto al nombre de Halle Berry saco la billetera sin rechistar tras eyacular pensando en los beneficios o en (por lo menos) verle las ubres a Berry y, como no hay dos sin tres, también mordió el anzuelo Deborah Schindler, productora que había debutado junto a Martin Scorsese en ¡Jo, que noche! (1985) y cuya carrera a partir de ahí fue cuesta abajo y sin frenos gracias a mierdas del calibre de Esperando un respiro (Forest Whitaker, 1995), Sucedió en Manhattan (Wayne Wang, 2002) o La sonrisa de Mona Lisa (Mike Newell, 2003). Los productores soltaron a través de Revolution Studios unos 60 millones de dolares y al final de su andadura por los cines de todo el planeta recaudaron la irrisoria cifra de 73 millones, con lo que perdieron un pastizal y se quedaron con las billeteras tiritando.
Para hacerse cargo de la fotografía principal se contrataron los servicios de Anastas N. Michos con quien Schindler ya había trabajado previamente en La sonrisa de Mona Lisa y de la banda sonora se encargo el brasileño Antonio Pinto que venia de crear la música en películas como Ciudad de Dios (Fernando Meirelles, 2002) o El señor de la guerra (Andrew Niccol, 2005) y que aquí no va mas allá de crear una música rutinaria y nada destacable. Estaba previsto que la película transcurriese en Nueva Orleans, pero durante la preproducción hizo acto de presencia el huracán Katrina y el guion fue reescrito rápidamente para tener lugar en Nueva York, que es donde transcurrio el rodaje en su totalidad. Lastima que no les pillase el huracán en pleno rodaje y acabase con la producción de la película, me habría ahorrado un tiempo precioso o lo podría haber empleado en algo mas constructivo como hacerme una paja.
Para darle fuste a la película se contrato a dos estrellas de renombre como Bruce Willis y Halle Berry. Willis, que venia de rodar la magnifica 16 Calles (Richard Donner, 2006) y que aquí lo único que hace es poner su medio-sonrisa-canallita y poco mas, estaba a punto de entrar en barrena y empezar a meterse en cualquier proyecto que le ofreciesen con tal de tener liquidez para mantener los gastos de su piscina y este fue uno de los primeros pasos que dio para meterse de lleno en el barro con mierdas como Vaya par de polis (Kevin Smith, 2010), Situación limite (Aaron Harvey, 2011), Doble o nada (Stephen Frears, 2012), La fría luz del día (Mabrouk El Mechri, 2012), Vice (Brian A. Miller, 2015) y toda la ristra de basuras directas a DVD o VOD que vinieron en los años posteriores. Y, Halle Berry, que venia de recomponerse de los batacazos de Gothika (Mathieu Kassovitz, 2003) y Catwoman (Pitof, 2004) gracias a su papel-paga-facturas de Tormenta en X-Men: La decisión final (Brett Ratner, 2006). En cuanto a los secundarios tan solo vale la pena nombrar a Giovanni Ribisi, que interpreta al amigo enamorado en secreto de la protagonista y que como es habitual en el hace un papel de pirado.
Resumiendo, la película tiene un arranque interesante, pero a medida que pasan los minutos se va yendo todo a la mierda y sin frenos y al final lo único que la hace soportable es la presencia de Halle Berry y cierta escena en la que se viste de gala y nos deja entrever su generosa dote pectoral. Por lo demás, un autentico truño. 3/10