Título Original: Anabel
Año: 2015
Duración: 75 Minutos
País: España
Director: Antonio Trashorras
Guión: Antonio Trashorras
Música: Miquel Coll
Fotografía: Roland De Middel
Reparto: Ana De Armas, Rocio Leon, Enrique Villen
Productora: Norberfilms / Roxbury
Género: Terror / Intriga
Sinopsis: Tras la marcha, en circunstancias algo turbias, de Anabel, sus dos
compañeras de piso deben buscar alguien más con quien compartir el
alquiler. El elegido es un señor mayor que logra ganarse su confianza,
pero que pronto se descubrirá como una presencia extraña e inquietante.
Hay veces que no me entiendo ni a mí mismo y no sé por qué demonios acabo viendo películas como esta. Supongo que no tener un gusto definido o ser demasiado ecléctico o directamente estar como una puta cabra me lleva a meterme en embolados como este. Anabel es una película de bajo presupuesto y medios dirigida por el crítico de cine Antonio Trashorras e interpretada por Ana De Armas, Roció León y Enrique Guillen. La ¿Trama? -por llamarla de alguna manera- nos sitúa en un piso de ¿Madrid? en el que viven compartiendo gastos Cris (Ana De Armas) que es modelo pero curra de camarera y Sandra (Roció León) que trabaja en un super mientras prepara unas oposiciones. Tras la desaparición de Anabel -su otra compañera de piso- deciden empezar a hacer entrevistas para encontrar un nuevo inquilino. Los días pasan y nadie les da confianza, hasta que llega Lucio (Enrique Villen), un hombre de mediana edad, viudo y en el paro. Las dos amigas sienten lastima de él y deciden acogerlo pero poco a poco la extraña presencia de Lucio hará que viejas heridas aun sin saturar salgan a la luz.
Bueno, Estamos ante una película independiente, fuera de las grandes producciones, muy personal y con algún toque experimental, así que si la ves con esos ojos puede que por lo menos no te ahorques, pero es que aun haciendo ese esfuerzo hay cosas por las que no puedo pasar a nivel personal. A mí que sea en blanco y negro me la trae al pairo, que no tenga perras más de lo mismo, pero lo que me enerva es que me tomen por gilipollas y esta película lo hace. Cierto es que el arranque me ha parecido bastante interesante al igual que su desarrollo principal y las actuaciones del trió protagonista, destacando a Enrique Villen al que se le notan las tablas y a Ana De Armas a la que se le notan las ubres, pero mas allá de eso la película llega a un punto en la que no sabe acabar, el director dirá que está hecho adrede para que el espectador saque sus propias conclusiones, ¡Ja! A ti lo que te pasa es que has tenido una idea y no sabes cómo cojones darle un final. Porque si amigos, aquí hay muchos melones abiertos que no llegan a ningún lado; ¿Quien coño es Anabel? ¿Qué le ha pasado? ¿Quién es Lucio? ¿El padre de Anabel? ¿Satanás? ¿Un listo de la vida? y así un largo etcétera, todo aderezado por imágenes intercaladas de los actores en color sobre un fondo negro -Jodido teatro- y otras de una campana sonando que puede que en el festival de Sundance aprecien, pero yo desde mi sofá me cago en estas moderences artísticas pseudo intelectualoides sin puto sentido, así que ¡vete a tomar por culo cabrón!
2 / 10
Hay veces que no me entiendo ni a mí mismo y no sé por qué demonios acabo viendo películas como esta. Supongo que no tener un gusto definido o ser demasiado ecléctico o directamente estar como una puta cabra me lleva a meterme en embolados como este. Anabel es una película de bajo presupuesto y medios dirigida por el crítico de cine Antonio Trashorras e interpretada por Ana De Armas, Roció León y Enrique Guillen. La ¿Trama? -por llamarla de alguna manera- nos sitúa en un piso de ¿Madrid? en el que viven compartiendo gastos Cris (Ana De Armas) que es modelo pero curra de camarera y Sandra (Roció León) que trabaja en un super mientras prepara unas oposiciones. Tras la desaparición de Anabel -su otra compañera de piso- deciden empezar a hacer entrevistas para encontrar un nuevo inquilino. Los días pasan y nadie les da confianza, hasta que llega Lucio (Enrique Villen), un hombre de mediana edad, viudo y en el paro. Las dos amigas sienten lastima de él y deciden acogerlo pero poco a poco la extraña presencia de Lucio hará que viejas heridas aun sin saturar salgan a la luz.
Bueno, Estamos ante una película independiente, fuera de las grandes producciones, muy personal y con algún toque experimental, así que si la ves con esos ojos puede que por lo menos no te ahorques, pero es que aun haciendo ese esfuerzo hay cosas por las que no puedo pasar a nivel personal. A mí que sea en blanco y negro me la trae al pairo, que no tenga perras más de lo mismo, pero lo que me enerva es que me tomen por gilipollas y esta película lo hace. Cierto es que el arranque me ha parecido bastante interesante al igual que su desarrollo principal y las actuaciones del trió protagonista, destacando a Enrique Villen al que se le notan las tablas y a Ana De Armas a la que se le notan las ubres, pero mas allá de eso la película llega a un punto en la que no sabe acabar, el director dirá que está hecho adrede para que el espectador saque sus propias conclusiones, ¡Ja! A ti lo que te pasa es que has tenido una idea y no sabes cómo cojones darle un final. Porque si amigos, aquí hay muchos melones abiertos que no llegan a ningún lado; ¿Quien coño es Anabel? ¿Qué le ha pasado? ¿Quién es Lucio? ¿El padre de Anabel? ¿Satanás? ¿Un listo de la vida? y así un largo etcétera, todo aderezado por imágenes intercaladas de los actores en color sobre un fondo negro -Jodido teatro- y otras de una campana sonando que puede que en el festival de Sundance aprecien, pero yo desde mi sofá me cago en estas moderences artísticas pseudo intelectualoides sin puto sentido, así que ¡vete a tomar por culo cabrón!
2 / 10
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