Título Original: Seven
Año: 1995
Duración: 127 Minutos
País: Estados Unidos
Director: David Fincher
Guión: Andrew Kevin Walker
Música: Howard Shore
Fotografía: Darius Khondji
Reparto: Morgan Freeman, Brad Pitt, Kevin Spacey, Gwyneth Paltrow, John C. McGinley, Richard Roundtree, R. Lee Ermey, Leland Orser, Richard Schiff, Mark Boone Junior, Daniel Zacapa, John Cassini.
Productora: New Line Cinema / Arnold Kopelson Production
Género: Thriller / Policíaco
Sinopsis: El veterano teniente Somerset (Morgan Freeman), del departamento de
homicidios, está a punto de jubilarse y ser reemplazado por el ambicioso
e impulsivo detective David Mills (Brad Pitt). Ambos tendrán que
colaborar en la resolución de una serie de asesinatos cometidos por un
psicópata que toma como base la relación de los siete pecados capitales:
gula, pereza, soberbia, avaricia, envidia, lujuria e ira. Los cuerpos
de las víctimas, sobre los que el asesino se ensaña de manera impúdica,
se convertirán para los policías en un enigma que les obligará a viajar
al horror y la barbarie más absoluta.
Tras ver Seven (1995) cuando se estreno, creo
que solo había vuelto a verla un par de veces más hasta ahora, y es que por
mucho tiempo que pase es una de esas películas que no se olvidan, por lo menos
en mi caso. Me pasa como en El Sexto Sentido (1999), ya pueden pasar años y
años que las mantengo frescas en la memoria. Pero aún así decidí volver a verla
por si esta vez me sorprendía, me aportaba algo nuevo o simplemente por saber cómo
aguantaba el paso del tiempo.
El teniente del departamento de homicidios
William Somerset (Morgan Freeman) está a un tris de jubilarse, su
"sustituto" David Mills (Brad Pitt) es un joven y algo engreído
detective que acaba de llegar a la ciudad junto a su esposa Tracy (Gwyneth
Paltrow). Sin tiempo a pasar por la comisaria lo mandan a investigar un posible
crimen junto a Somerset, este es meticuloso y pausado así que no tardaran en
saltar las chispas entre ambos. El descubrimiento de un macabro asesinato de un
hombre al que le han hecho engullir espaguetis hasta reventar no le huele nada
bien a Somerset, que le pide a su superior (R. Lee Ermey) que le saque del caso
y se lo endiñe a Mills, pero este se caga y se lo encasqueta a él mandando a
Mills a investigar otro asesinato, en este caso el de un prestigioso abogado
que parece ser que se a auto mutilado hasta la muerte. La aparición de una
pintada con la palabra "codicia" y una pista hallada en el cadáver
del obeso harán que a Somerset se le ponga la mosca tras la oreja y decida
volver al lugar del primer crimen donde encuentra otra pintada, esta vez con la
palabra "Gula". A partir de ese momento Somerset sabe que su jubilación
va a tener que posponerse ya que deduce que no están ante dos asesinatos
aislados, sino que hay algún tarado suelto que está cometiendo crímenes inspirándose
en los siete pecados capitales. Somerset y Mills deberán dejar de lado sus
diferencias para intentar dar caza al asesino en serie antes de que culmine su
obra maestra y desaparezca sin dejar rastro.
No voy a descubrir la pólvora
hablando de esta película pero algo habrá que decir. Estamos ante la segunda película
de David Fincher que venía de arrastrarse por el lodo tras el fracaso de Alíen
3 (1992) y necesitaba un pelotazo, tanto de crítica como de taquilla si no quería
volver con el rabo entre las piernas a los videos de Madonna o Paula Abdul y
mira tú por dónde que le llego este guion de Andrew Kevin Walker -Asesinato en
8mm- y se puso manos a la obra para perpetrar uno de los más exitosos thrillers
policiacos -o Neo-noir- que se recuerdan haber visto en una pantalla de cine.
Si El Silencio De Los Corderos (1991) fue la madre del cordero, Seven (1995)
fue el padre, sin más. Tras esta ultima llegarían un reguero de películas que
intentaron copiar la formula - véase Resurrección (1999) por nombrar solo una-
pero que se quedaron en meros "quiero y no puedo". ¿Qué decir de
Seven? En su momento fue un éxito apoteósico, Brad Pitt quería sacarse de
encima el cartel de icono sexual tras la mojabragas Leyendas De Pasión (1994) y
Morgan Freeman venía de poner su negra verga encima de la mesa y decir; ¡Aquí
manda mi polla! en peliculones como Sin Perdón (1992) y Cadena Perpetua (1994),
así que por un lado teníamos a un director con ganas de demostrar su valía y
por otro a un actor con tirón en la taquilla como Pitt y a otro de sobrada
solvencia como Freeman ¡los astros empezaban a alinearse!, Si a eso le sumamos
el oscuro e sórdido guion de Andrew Kevin Walker, la sombría y desasosegante fotografía
de Darius Khondji y la partitura de Howard Shore tan solo era cuestión de
tiempo que el boca-oreja diese sus frutos. Y vaya si los dio, la película
"apenas" costo 30 millones de dólares y solo en Estados Unidos
recaudo la friolera de 100, que ahora parecerá poco, pero en aquellos años era
la hostia. Como nota curiosa decir que la cosa podría haber sido muy diferente
ya que como en casi todas las películas el casting bailo hasta que se
decidieron por Freeman y Pitt, el papel de Mills se le ofreció tanto a Denzel
Washington -que lo rechazo por el tono oscuro de la peli- como a Sylvester
Stallone y el papel de Freeman se le ofreció a Al Pacino y Gene Hackman que también
lo rechazaron. Apuntar también que Kevin Spacey (John Doe) acepto el papel con
una condición, que su no saliese en los títulos de crédito para mantener la
intriga ya que venía de hacer Sospechosos Habituales (1995) y se olería a la
legua que el seria el "malo" de la función. A ver, para mi Seven es
un gran thriller y una buena película, pero ni me parece una obra maestra ni es
una película a la que me apetezca volver continuamente, creo que tiene un buen
guion, una muy lograda y agobiante atmosfera y un desarrollo bastante
interesante, pero vista hoy en día ya no me causa el impacto que me causo al
verla en el cine, los años pasan y las escenas "macabras" ya no me
producen ningún tipo de malestar, supongo que me he inmunizado gracias a Pedro
"Chucky" Piqueras, Así que la veo como un thriller bien armado -sobre
todo visualmente- pero nada más, tiene un buen ritmo pero el hecho de que la
sorpresa final ya no lo sea le quita cierto interés a los nuevos visionados, además,
no puedo con Brad Pitt, viendo esta película constato lo mal actor que es,
cierto es que tiene su carisma en pantalla, pero en todas y cada una de sus películas
veo los mismos gestos con las manos y la mierda esa de tocarse la cabeza una y
otra vez, lo veo y visualizo al tarado de Doce Monos (1995) y me saca de la película,
Morgan Freeman se lo come con patatas pese a que su personaje tampoco es que
tenga mucho recorrido dramático. En fin, que me pierdo, pese a las cosas malas
que he dicho me parece una buena película, que mantiene el interés pero a la
que los años le han restado fuerza, me parece que tiene mas ornamentación que
contenido y si. Tiene un inicio prometedor y un desenlace -en su momento-
brutal, pero su nudo y desarrollo deja algo que desear. En su día fue el santo
grial del género y visto el panorama actual siempre será una gran obra, pero
tras verla esta vez no creo que vuelva a ella hasta pasados muchos, muchos
años.
6.8 / 10