Título Original: La Soufriére
Año: 1977
Duración: 30 Minutos
País: Alemania del Oeste (RFA)
Director: Werner Herzog
Guión: Werner Herzog
Fotografia: Edward Lachman, Jörg Schimdt-Reitwein
Productora: Werner Herzog Filmproduktion
Género: Documental / Volcanes
Sinopsis: En 1976 los científicos predijeron que la isla de Guadalupe sería
destruida por la erupción del volcán La Soufrière. En plena evacuación,
tres hombres se echaron atrás y decidieron quedarse en la isla. Herzog
filmó las últimas y fantasmales imágenes de la isla y recogió el
testimonio de los hombres que decidieron esperar el fin rodeados por una
jauría de perros olvidados. No se pudo rodar el final previsto porque
la predicción resultó ser falsa.
La Soufrière -La Azufrera- es un volcán activo
ubicado en la isla de Guadalupe en las Antillas Francesas. En 1976 empezó a
ponerse como una moto y las autoridades científicas mandadas al lugar llegaron
a la conclusión de que no es que fuese a entrar en erupción, sino que toda la
jodida montaña iba a explotar con la fuerza equivalente de 5 o 6 bombas atómicas
así que decidieron dar la orden de evacuación inmediata de toda la población de
Basse-Terre, un pequeño pueblo de 75.000 habitantes a las faldas del volcán ya que
había un antecedente previo en la isla vecina de Martinica donde en 1902 la
gente no quiso evacuar porque había unas elecciones o no sé qué historias y el volcán
del Monte Pelée estallo convirtiendo la ciudad de St.Pierre en un infierno en
el que se frieron como chorizos parrilleros casi 30.000 personas. La noticia
pronto llego a todos los medios y como no, a oídos de Werner Herzog, que tras
escuchar que se había evacuado a toda la población pero que había un hombre que
se había negado a ser evacuado decidió coger sus cámaras y partir de inmediato
hacia Guadalupe junto a dos colegas camarógrafos, Ed Lachman y Jörg
Schmidt-Reitwein con la intención de rodar un documental sobre la inminente e
inevitable erupción y de paso entrevistar al personaje este que decidió
quedarse como si la cosa no fuese con él.
Esto es básicamente lo que cuenta
este documental de apenas 30 minutos de duración que dirigió el propio Herzog
en 1977. Yo no tenía ni idea de su existencia, pero hace poco vi otro de sus
documentales -Into The Inferno (2016)- y en él hablaba sobre este otro, me
pico la curiosidad y decidí verlo. A nivel documental es acojonante, pese a que
al final no hay ni erupción ni explosión ni leches en vinagre -supongo que de ahí
la escasa duración- la fuerza de las imágenes rodadas son magnéticas, ver las
calles absolutamente vacías de gente, con los semáforos encendidos, al igual
que los televisores de algunas casas, así como ver burros y cerdos paseando a
sus anchas por las calles alrededor de perros muertos y putrefactos por la
falta de comida o serpientes ahogadas en el mar al intentar huir del calor del volcán
completan un fresco que al combinarlo con la voz en of del propio Herzog y sus desvaríos
magico-filosoficos habituales dan como resultado una experiencia hipnótica de
calibre elevado. Y a todo esto, no nos olvidemos, hay que sumarle la presencia
y entrevista con el vagabundo que no tiene intención de darse el piro por mucho
que explote la isla entera, es brutal ver como Herzog y su equipo van rodando
las calles y el propio volcán a su bola y de repente se encuentran con el
personaje este tumbado a la bartola bajo un árbol y pegándose una siesta de
puta madre con el que acaban entablando una conversación
filosofico-mistica-pragmatica digna de pasar a los anales del surrealismo. Muy
recomendable.
7/10