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lunes, 11 de mayo de 2020

Instinto Basico 2: Adicción Al Riesgo (Michael Caton-Jones, 2006)



14 años después de la mítica apertura de piernas de Sharon Stone en Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992) llegaba esta tardía y descafeinada secuela que no aportaba nada a la película original mas allá de ver a una Catherine Tramell excesiva y parodica intentando ponérsela dura al personal. La primera vez funciono a las mil maravillas, por aquel entonces yo tenia 12 años y Sharon Stone conseguía sacar a mi sátiro interior con tan solo una mirada, pero ni en 2006 ni ahora lo ha conseguido. Y, para colmo, la película es una puta mierda de las grandes. Recordaba vagamente que cuando se estreno no me gusto nada, pero no la había vuelto a ver desde entonces y vista ahora mi memoria era demasiado benigna con la película: Es uno de los mayores mojones que he visto en los últimos años y eso que veo mucha mierda. No tiene ni pies ni cabeza, pero bueno, reseñemosla como es debido y quien la vea que la juzgue por si mismo.
Tras el éxito de Instinto básico (50 millones de presupuesto y 352 de recaudación) los mandamases de Carolco Pictures, Mario Kassar y Andrew G. Vajna se pusieron manos a la obra para producir una continuación, pero no fue hasta seis años después que tuvieron una reunión con los guionistas Leora Barish y Henry Bean -escritores de los libretos de Buscando a Susan desesperadamente (Susan Seidelman, 1985) o Asuntos sucios (Mike Figgis, 1990)- que les plantearon un guion en el que según sus palabras “Catherine Tramell se involucraría con un psiquiatra” cosa que a Kassar y Vajna les pareció una gran idea “Pensamos que era un concepto realmente convincente. Originalmente pensamos que la rodaríamos en Nueva York, pero luego pensamos que podría ser interesante cambiarlo a una ciudad europea, por lo que finalmente se cambio a Londres”.
Los planes originales eran estrenar la película durante el año 2000, pero debido a diversos problemas la preproducción se fue retrasando hasta llegar a junio de 2001, fecha en la que se abandono la producción definitivamente y hecho que llevo a Sharon Stone a demandar a los productores por ser responsables de los continuos retrasos y, por lo tanto, no poder aceptar otros trabajos. Stone solicito casi 100 millones de dolares por daños ya que le habían prometido el cobro de 14 millones de dolares incluso si la película finalmente no se hacia. Finalmente la demanda quedo en nada, ya que en 2004 solucionaron el contencioso fuera de los tribunales.
De la producción, ademas de Mario Kassar y Andrew V. Vajna a través de su productora C-2 Pictures también participaron Metro-Goldwyn-Mayer, Intermedia Films, productora de El americano impasible (Phillip Noyce, 2002), Enigma (Michael Apted, 2001), Dark blue (Ron Shelton, 2002) o World Trade Center (Oliver Stone, 2006), Kanzaman, productora de El consejero (Ridley Scott, 2013), Sexy beast (Jonathan Glazer, 2000), Sahara (Breck Eisner, 2005) o de las películas de Bond; El mañana nunca muere (Roger Spottiswoode, 1997), El mundo nunca es suficiente (Michael Apted, 1999) o Muere otro día (Lee Tamahori, 2002) y, la ultima productora asociada fue Grosvenor Park Media, encargada de títulos como El único superviviente (Peter Berg, 2013), En tierra hostil (Kathryn Bigelow, 2008), 2 Guns (Baltasar Kormákur, 2013) o Asesinato justo (Jon Avnet, 2008). Entre todas soltaron la friolera de 70 millones de dolares que no recuperaron ya que la recaudación mundial en taquilla de la película fue de unos escasisimos y decepcionantes 38 millones, convirtiéndose en un absoluto fracaso y mandando al traste las intenciones de rodar una posible tercera entrega.
Finalmente la preproducción se puso en marcha, pero los problemas continuaron, Michael Douglas se negó a participar alegando que se sentía demasiado mayor para el papel (tenia 62 años). A partir de ese momento el personaje de Nick Curran se cayó del libreto y se potencio el personaje del psiquiatra Michael Glass, para el que los productores querían a toda costa a Benjamin Bratt. Este venia de trabajar con Stone en Catwoman (Pitof, 2004) y ella veto su contratación por considerarlo un pésimo actor lo que llevo a que Kassar y Vajna se pensasen seriamente en sacarla de la producción. Durante ese impasse se pensó en contratar a otras actrices para interpretar a Catherine Tramell, entre ellas una Demi Moore recién salida de Los ángeles de Charlie: Al limite (McG, 2003) y una Ashley Judd que lo ultimo que había hecho minimamente decente (aunque fracasando en taquilla) había sido el thriller Giro inesperado junto a Samuel L. Jackson y Andy Garcia y bajo las ordenes de Philip Kaufman un par de años antes. Finalmente y tras unas cuantas broncas entre los productores y Stone las aguas volvieron a su cauce y la buena de Sharon volvió a la producción.
Pero ahí no acababan los problemas ya que ni tenían a Michael Douglas ni tampoco a Paul Verhoeven que pese a estar interesado en el proyecto finalmente lo abandono y se fue a sus Países bajos natales para rodar El libro negro (2006) así que Kassar y Vajna se pusieron manos a la obra para reemplazarlos.
Para interpretar el papel de Michael Glass inicialmente se tanteo a Harrison Ford que declino la oferta para rodar la insípida Firewall (Richard Loncraine, 2006), luego fueron a por Benicio Del Toro, que tampoco acepto porque andaba liado con la preproducción del díptico sobre el Che Guevara de Steven Soderbergh Che: El argentino y Che: Guerrilla, un tachón mas en la lista y seguimos; Aaron Eckhart fue el siguiente pero Kassar y Vajna no lo vieron claro, así que fueron a por Viggo Mortensen, que dijo “no” para venirse a España a tomarse unas cañas, unas tapitas, trajinarse a Ariadna Gil y rodar la plomiza Alatriste (Agustín Diaz Yanes, 2006), también se le ofreció el papel a Kurt Russell, pero declino la oferta por no sentirse cómodo con las escenas de desnudos, al igual que paso con Pierce Brosnan, el siguiente en la lista fue Rupert Everett, pero el CEO de Metro-Goldwyn-Mayer, Chris McGurk dijo que ni de coña porque “era un pervertido que nunca seria aceptado por el publico estadounidense en dicho papel”, de Evertt se paso a Robert Downey Jr que volvía a estar en el candelero gracias a Kiss, Kiss, Bang, Bang (Shane Black, 2005) y Buenas noches y buena suerte (George Clooney, 2005) y que si acepto el papel, pero mira tu por donde que tuvo que abandonar la producción cuando fue acusado por posesión de drogas. En ese punto la producción cambio de aires, cambiaron el rodaje en Nueva York por Londres y nuevos actores entraron en la terna, se le hicieron pruebas a Jude Law, Ewan McGregor, Gabriel Byrne e incluso a Javier Bardem, pero por diferentes motivos ninguno cuajo y finalmente apareció en escena David Morrissey, actor de gran recorrido en la televisión británica pero que apenas tenia fama a nivel internacional, pero aun así gusto a los productores y a Sharon Stone y se hizo con el papel. Con la pareja protagonista ya elegida se paso a los actores de reparto, de los que tan solo hablare de dos, porque los demás ni importan. Para el papel de Roy Washburn, el policía que anda tras la pista de Catherine Tramell se pensó en Andy Garcia pero este rechazo el papel para firmar con Universal Pictures y rodar Ases calientes (Joe Carnahan, 2006) así que se le ofreció el papel al actor británico David Thewlis, que venia de rodar con Ridley Scott El reino de los cielos (2005) y El nuevo mundo (2005) bajo las ordenes de Terrence Malick y acepto encantado, y para rematar el cast se contrato a Charlotte Rampling, con la que Mario Kassar quería trabajar a toda costa y que acepto de primeras el papel de psiquiatra y confidente del personaje de Michael Glass, Milena Gardosh.
Una vez reunido el cast aun quedaba por dilucidar quien cogería el relevo de Paul Verhoeven en la silla de director. Tres nombres saltaron a la palestra en las antiguas oficinas de Carolco (ahora C-2 Pictures): David Cronenberg, que se bajo del carro cuando Mario Kassar le prohibió usar a su propio director de fotografía, diseñador de producción y el resto de su equipo habitual, John McTiernan, que estaba recién salido de el fracaso comercial de Basic (2003) y al que dejaron de lado cuando se olieron que iba a estallar todo el asunto del caso Pellicano y Jan De Bont, al que Kassar y Vajna conocían bien ya que había trabajado como director de fotografía en la primera Instinto Básico (1992), pero por diversos motivos al final no cuajo. Tras la infructuosa tentativa se acabo contratando al director escoces Michael Caton-Jones, director de películas como Memphis Belle (1990), Doc Hollywood (1991), Rob Roy (1995) o Chacal (1997) y que se unió al rodaje tan solo cinco días después de terminar su anterior película Disparando a perros (2005).
Para encargarse de la música de la película se llamo a John Murphy, compositor de las bandas sonoras de Lock & Stock (1998) y Snatch (2000), ambas de Guy Ritchie o 28 Días después (Danny Boyle, 2002) al que se unió Jerry Golsdmith que colaboro componiendo cuatro temas: “Theme” (extraída de la película original), “Orgy”, “Yuppie Chill” y “Atlantic bar”, aunque no sale acreditado en la película.
De la fotografía principal se hizo cargo el húngaro Gyula Pados en el que fue su salto al cine de Hollywood y que seguiría con títulos como La duquesa (Saul Dibb, 2008), Predators (Nimród Antal, 2010) o las dos ultimas entregas de Jumanji: Bienvenidos a la jungla (2017) y Siguiente nivel (2019) ambas dirigidas por Jake Kasdan.
La película se rodó entre abril y agosto de 2005 en localizaciones de Londres, Surrey y los Pinewood Studios de Buckinghamshire.
Lo dicho, la película me ha parecido lamentable y aburrida, con una trama muy endeble que no le llega a la suela de los zapatos a la primera entrega y una Sharon Stone que ya no es la sex symbol que era en 1992 y que convierte a su personaje y su interpretación en una parodia digna de una spoof movie. 3/10

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