Entretenido thriller de submarinos
ambientado en la segunda guerra mundial producido por Dino De
Laurentiis y su mujer Martha bajo su sello Dino De Laurentiis Company
(productora de infinidad de películas de las que no volveré a
hablar ya que he dado cuenta de muchas de ellas en estas paginas
anteriormente) junto a Alan Collis, productor de la inminente nueva
versión de Masters Del Universo y production manager en films como
Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Blade II (Guillermo Del Toro,
2002) o Amanecer De Los Muertos (Zack Snyder, 2004), Hal Lieberman,
productor de Chacal (Michael Caton-Jones, 1997) o Terminator 3: La
Rebelión De Las Maquinas (Jonathan Mostow, 2003) y bajo la
distribución de Universal Pictures.
De Laurentiis destino un presupuesto de
62 millones de dolares para la película y acabo recaudando a nivel
mundial unos 130, con lo que si le restamos el porcentaje para los
exhibidores y demás el retorno para sus arcas fue aproximadamente de
unos 65 millones y los beneficios por lo tanto de unos 3 con lo que
muy contento no se quedaría el bueno de Dino.
Para la silla de director, De
Laurentiis contrato a Jonathan Mostow, el cual estaba pegando fuerte
en Hollywood gracias a su trabajo tres años antes en el estupendo
thriller Breakdown (1997) protagonizado por un excelso Kurt Russell.
Del guion (basado en una idea del propio Mostow) se encargaría el
mismo junto a Sam Montgomery, que hizo lo propio en la anteriormente
mencionada Breakdown y que mas tarde se encargaría del libreto de
algunos episodios de la quinta temporada de la serie de televisión
24 y David Ayer, que debutaba con esta película como guionista y que
a partir de ahí encadenaría trabajos de escritura en películas
como The Fast And The Furious (Rob Cohen, 2001) o Training Day
(Antoine Fuqua, 2001) hasta que se paso a la dirección en 2005 con
el drama de acción Vidas Al Limite.
La trama nos presenta a la tripulación
del S-33, un viejo submarino estadounidense al mando del capitán
Mike Dahlgren. Bajo sus ordenes están los tenientes de navío Andrew
Tyler y Pete Emmett, el alférez Larson, el jefe Klough, el técnico
de radio Wentz, el cocinero Eddie, y los marineros Trigger, Mazzola,
Tank, Griggs y Rabbit.
A la dotación del submarino se le
encarga una misión secreta, Un destructor inglés informó haber
atacado y probablemente hundido un submarino alemán; el departamento
de inteligencia naval estadounidense cree que ese submarino en
realidad fue dañado y no hundido al haber luego detectado una
transmisión radial alemana desde una posición bien determinada en
el océano, y paralelamente se ha sabido que zarpó hacia allí un
submarino con suministros y mecánicos desde Francia. Como no
pudieron entender la transmisión, que estaba cifrada con el código
Enigma, la inteligencia concibe un ingenioso plan para obtener el
transmisor Enigma y sus materiales anexos, plan que consiste en
enviar un submarino que se camuflará lo suficiente como para hacerse
pasar por el submarino de abastecimiento enviado desde Francia, en
una típica operación tipo "Caballo de Troya". Su
tripulación llevará un equipo especial que invadirá el submarino,
capturará a la tripulación, tomará la máquina Enigma y lo
hundirá, en el entendimiento de que para cuando llegue el submarino
de reabastecimiento éste crea que el submarino simplemente se hundió
debido a sus daños.
Decir que la película esta levemente
basada en hechos reales, pero adaptada para que la captura de la
maquina Enigma sea realizada por norteamericanos. Este hecho causo un
profundo desagrado en el publico británico (incluida una reprimenda
del entonces Primer Ministro del Reino Unido, Tony Blair) ya que
realmente no fue uno el submarino capturado, sino dos, el U-559 y el
U-110, ambos, como decía, capturados por la armada británica en
agosto de 1941. A raíz de toda esta polémica, en una entrevista en
el programa de la BBC “The Film Program”, el coguionista David
Ayer dijo que no se sentía bien al retratar que fueron los
estadounidenses quienes capturaron y decodificaron la maquina Enigma
y no los británicos Dijo que el estudio tan solo pensaba en la
taquilla estadounidense y agrego: “Mis dos abuelos sirvieron
durante la Segunda Guerra Mundial, y estaría muy molesto si alguien
tratara de minimizar sus logros en la guerra” ¡Pues tu escribiste
el guion, campeón! Añado yo.
De la fotografía principal se encargo
el ingles Oliver Wood, director de fotografía en películas de
acción noventera como La Jungla 2: Alerta Roja (Renny Harlin, 1992)
y Velocidad Terminal (Deran Sarafian, 1994) o mas modernas como las
tres primeras entregas de la franquicia Bourne: El caso Bourne (Doug
Liman, 2002), El mito de Bourne (Paul Greengrass, 2004), El ultimatum
de Bourne (Paul Greengrass, 2007) o The Equalizer 2 (Antoine Fuqua,
2018). Para componer la banda sonora se contrato a Richard Marvin,
que había trabajado con Mostow en su anterior Breakdown (1997)
componiendo música adicional para la partitura de Basil Poledouris y
que repetiría a las ordenes de Mostow en 2009 con Los Sustitutos.
El rodaje tuvo lugar entre el 25 de
enero y el 30 de mayo de 1999 en localizaciones de Roma (los estudios
Cinecittà), Malta y sus famosos tanques de agua gigantes
(Mediterranean Film Studios y St. Paul´s Bay), Los Angeles, San
Pedro y San Francisco.
Carol Lewis, que se había encargado
del casting en producciones como el interesante neo-noir La muerte
golpea dos veces (John Dahl, 1989) con Val Kilmer y Joanne Whalley,
la divertida En el punto de mira (John Badham, 1993) o dos clásicos
de mi juventud como Salto al peligro (John Badham, 1994) con el gran
Wesley Snipes y la “estrella que no cuajo” Yancy Butler y El
sustituto Robert Mandel (1996) y que ya se había encargado del
casting en Breakdown (1997) hizo lo propio en esta y le ofreció a
Michael Douglas el papel del teniente Andrew Tyler, pero Douglas lo
rechazo para rodar Jóvenes prodigiosos (2000) a las ordenes de
Curtis Hanson, muy codiciado por aquel entonces debido al tremendo
éxito de su anterior película L.A. Confidential (1997). Tras la
negativa de Douglas se pensó en Edward Norton que estaba en la
cresta de la ola debido al éxito de American History X (Tony Kaye,
1998) y El club de la lucha (David Fincher, 1999), pero Norton
también rechazo la propuesta para centrarse en su debut como
director, Mas que amigos (2000) así que al final se recurrió a
Matthew McConaughey, por aquel entonces uno de los guapos oficiales
de Hollywood, pero que pese a rodar películas interesantes como
Tiempo de matar (Joel Schumacher, 1996) o Contact (Robert Zemeckis,
1997) aun no se le consideraba un rompetaquillas, que si acepto el
papel. El papel del teniente Dahlgren fue para Bill Paxton, que un
año después debutaría en la dirección con Escalofrió (2001) con
McConaughey a sus ordenes.
De Henry Klough se hizo cargo Harvey
Keitel, que venia de pegarsela con El celo (Antoni Aloy, 1999) y Holy
smoke (Jane Campion, 1999) y estaba ávido por volver a la primera
linea. Y, como secundarios con mas o menos papel tenemos a Jon Bon
Jovi, que andaba intentando meter su cabeza en Hollywood, como el
teniente Pete Emmett, a David Keith, que se arrastraba por series de
televisión como Walker o Martial law, como el mayor Coonan, Jake
Weber, al que alguno recordareis por su participacion en Amanecer de
los muertos (Zack Snyder, 2004) como Hirsch y Terrence Carson, actor
conocido en los estudios de doblaje, que es a lo que dedica la mayor
parte de su tiempo, como Eddie Carson.
Y para finalizar decir que la película
tuvo dos nominaciones a los Oscar: Mejor sonido, que se lo llevo
Gladiator (Ridley Scott, 2000) y mejores efectos sonoros que gano Jon
Johnson frente a Alan Robert Murray y Bub Asman por Space Cowboys
(Clint Eastwood, 2000).
Dentro del subgénero bélico de las
películas de submarinos no hay mucho margen para la originalidad.
U-571 no llega (para mi) al nivel de películas como Das Boot
(Wolfgang Petersen, 1981), La caza del Octubre Rojo (John McTiernan,
1990), Marea roja (Tony Scott, 1995) o la mas reciente El canto del
lobo (Antonin Baudry, 2019), pero tiene un argumento medianamente
trenzado, pese a ser excesivamente patriótica con americanos duros y
listos y alemanes malos e ineptos, y buenas dosis de tensión No es
una grandisima película, pero esta bien hecha y aburrir no aburre.
Yo diría que esta al nivel de K-19: The widowmaker (Kathryn Bigelow,
2002) o Hunter killer (Donovan Marsh, 2018), por ahí van los tiros. 6/10
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