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sábado, 18 de abril de 2020

La Pantera Rosa (Blake Edwards, 1963)


Tras el éxito de Operación Pacifico (1959), Desayuno con diamantes (1961) y Días de vino y rosas (1962), el director Blake Edwards unió fuerzas de nuevo junto al guionista Maurice Richlin, con quien ya había trabajado en Operación Pacifico y que venia de participar en las comedias Todo en una noche (Joseph Anthony, 1961) y Cuando llegue septiembre (Robert Mulligan, 1961) para escribir el libreto de lo que seria “una comedia sofisticada sobre un encantador ladrón de joyas urbano” o en otras palabras La Pantera Rosa.
La trama, una mezcla entre cine de robos, comedia disparatada y localizaciones exóticas al estilo James Bond nos presenta a La Pantera Rosa, una preciada joya tras la que esta al acecho un ladrón internacional conocido como El Fantasma. Dicha joya esta en posesión de una princesa hindú llamada Dala. En una estación de esquí en Italia coincidirán tanto Dala, como la famosa joya, un rico playboy ingles llamado Sir Charles Lytton y un torpe inspector de policía francés de nombre Clouseau que cree que tras El Fantasma se esconde el rico playboy.
De la producción se hicieron cargo Martin Jurow, que se había estrenado como productor tres años atrás con la estupenda El árbol del ahorcado (Delmer Daves, 1959) y que nos dejaría clásicos como La carrera del siglo (1965), también con Edwards o la lacrimogena La fuerza del cariño (James L. Brooks, 1983) junto a Walter Mirisch, famoso productor de Hollywood que bajo su sello The Mirisch Company produjo peliculones como Con faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1959), Los siete magníficos (John Sturges, 1960), West side story (Robert Wise, 1961) o La gran evasión (John Sturges, 1963). Con el presupuesto cerrado se centraron en contratar al equipo técnico De la fotografía se haría cargo Philip H. Lathrop, que venia de trabajar con Edwards en la anteriormente citada Días de vino y rosas y que durante los años setenta trabajo en películas de catástrofes como Aeropuerto 75 (Jack Smight, 1974), Aeropuerto 77 (Jerry Jameson, 1977), Aeropuerto 80 (David Lowell Rich, 1979) o Terremoto (Mark Robson, 1974) y nos dejo un clasicazo como Driver (Walter Hill, 1978). La banda sonora recayó en las manos del gran Henry Mancini, que también venia de colaborar con Edwards en Operación Pacifico, Desayuno con diamantes y Días de vino y rosas ademas de componer la música de dos obras imperecederas como ¡Hatari! (Howard hawks, 1962) y Charada (Stanley Donen, 1963) y que dejo un tema principal (“The Pink Panther Theme”) inolvidable.
El rodaje tuvo lugar entre Italia (Cortina D´Ampezzo, Roma y los Estudios Cinecittà), Paris y Los Ángeles (Hollywood Boulevard).
Dicho lo cual, pasemos al apartado actoral. La película en un principio iba a ser un vehículo de lucimiento para David Niven, que venia de encadenar exitazos como Los cañones de Navarone (J. Lee Thompson, 1961) o 55 días en Pekin (Nicholas Ray, 1963). Sin embargo, la representación de Peter Sellers como el inspector Clouseau fue de tal impacto que se convirtió en la autentica estrella de la película y sus secuelas. Y eso que el papel de Clouseau iba a ser originalmente para Peter Ustinov, incluso llego a rodar escenas, pero durante el rodaje tuvo un enfrentamiento con la productora y abandono el proyecto, acabando el tema en los tribunales. Así fue como Peter Sellers se incorporo a la producción y de ahí a cuatro películas mas como inspector Clouseau. Cinco si contamos Tras la pista de la Pantera Rosa (Blake Edwards, 1982) en la que no participo debido a que había fallecido un par de años antes, pero en la cual se utilizan imágenes de archivo suyas como Clouseau. Hay que decir que inicialmente el personaje de Clouseau iba a ser un inspector de policía al uso, pero tras conocerse Edwards y Sellers y hablar sobre su amor incondicional por comediantes como Buster Keaton y Harlod Lloyd acordaron cambiar el personaje de Clouseau e incorporarle la bufonada a su forma de ser.
Para el papel de Simone Clouseau se barajaron varias opciones; una de ellas fue la francesa Brigitte Bardot, que venia de rodar con Louis Malle y Roger Vadim Una vida privada (1962) y Le repos du guerrier (1962) y rechazo el proyecto para rodar junto a Jean-Luc Godard la maravillosa El desprecio (1963). Tras la negativa de Bardot se le ofreció el papel a Janet Leigh, que estaba recién salida de dos pepinazos como Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960) y El mensajero del miedo (John Frankenheimer, 1962), pero también rechazo el papel debido a que se había casado recientemente con su cuarto esposo Robert Brandt y no quería alejarse de su familia e irse a rodar fuera de los Estados Unidos. Los productores decidieron entonces ir a por Ava Gardner que en ese momento solo tenia en su agenda el próximo rodaje de 55 días en Pekin (Nicholas Ray, 1963) y Gardner acepto, pero a falta de un par de semanas para el inicio del rodaje sus demandas personales y su estilo de vida errático (por no decir alcohólico) hicieron que los productores se lo pensasen mejor y le diesen puerta. Fue entonces, cuando a la desesperada, se contrato a la actriz francesa Capucine, que venia de estrenar con éxito La gata negra (Edward Dmytryk, 1962) y El león (Jack Cardiff, 1962) para que interpretara a la esposa de Clouseau y cómplice de El Fantasma.
Para el papel de la princesa Dala se considero a Cyd Charisse, que venia de estrenar el drama Dos semanas en otra ciudad (Vincente Minnelli, 1962) junto a Kirk Douglas y Edward G. Robinson, pero declino la oferta y se alejo del mundo de la actuación hasta que tres años después volvió en El secreto de Bill North (Silvio Amadio, 1965). También declino la oferta Nancy Kwan, que venia de cosechar un gran éxito gracias a El mundo de Suzie Wong (Richard Quine, 1960) y el musical Prometidas sin novio (Henry Koster, 1961). En ese punto de la preproducción, Blake Edwards quería a toda costa a Audrey Hepburn para el papel, pero esta también declino la oferta, eso si, recomendó a su amiga Claudia Cardinale para el papel. Esta, pese a no hablar ni una palabra de ingles (fue doblada por Gale Garnett) acepto el papel y gracias al éxito de la película en todo el mundo y a los estrenos de las también exitosas Fellini 8 ½ (Federico Fellini, 1963) y El gatopardo (Luchino Visconti, 1963) ese mismo año, su carrera despego internacionalmente.
Y, para acabar, un par de datos mas; Todo el mundo conoce la serie de animación de La Pantera Rosa, pero puede que alguno no sepa que todo viene de aquí. Para los créditos de inicio de la película Blake Edwards sintió que si los creaban de manera animada la película saldría beneficiada. David H. DePatie y Friz Freleng decidieron personificar la joya homónima de la película y tras enseñarle a Edwards mas de cien bocetos de panteras se decidió por el que conocemos hoy en día Dicho personaje tuvo tanto éxito que al año siguiente se estreno en cine su primer corto The Pink Phink (1964) al que seguirían muchísimos mas durante años. Y ahora si, el ultimo dato y algo mas personal. No podía acabar esta reseña sin hablar de la bellisima actriz, cantante, bailarina y modelo Fran Jeffries, que tiene un brevisimo papel en la película pero que se luce de manera escandalosa en un magnifico numero musical en el que interpreta la canción “Meglio stasera (It Had Better Be Tonight)”.
Desde siempre me ha gustado esta película y vista hoy en día no pierde nada, cierto es que no estamos aquí ante una comedia descacharrante (cosa que a mas de uno tirara para atrás durante su visionado) pero a mi me funciona a las mil maravillas. El reparto esta genial, desde David Niven hasta Peter Sellers y pasando por Capucine y Cardinale (puede que esta luzca menos), la ambientación y sobretodo el diseño de producción son espectaculares (me encanta ese ambiente de estación de esquí) y tiene escenas que por lo menos a mi se me quedan marcadas a fuego, destacando sobre todas la larga secuencia de enredo en la habitación de hotel de Clouseau mientras su mujer intenta ocultar a su amante de su marido. Simplemente brillante. En fin, que pese a no estar sacándote carcajadas a cada minuto si que te mantiene durante todo el metraje con una sonrisa en la boca. Ahora iré a por las secuelas, de las que no recuerdo prácticamente nada, así que ya veremos como continua esto. 7/10

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