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domingo, 14 de junio de 2020

Hard Rain (Mikael Salomon, 1998)



Si, lo digo ya, ¡me encanta esta peli! y no, no es un placer culpable, es una pequeña y entretenidisima joyita noventera de las que por desgracia ya no se hacen.
Cierto es que llego a rebufo de una nueva ola de cine catastrófico noventero, pero aun así los productores a ultima hora decidieron cambiar su titulo original “The Flood” (la inundación) por uno mas acorde a la acción como este “Hard Rain”, que todo sea dicho, mola que te cagas, para que el respetable no pensase que (solo) iba a ver otra película mas sobre algún tipo de catástrofe.
La idea principal de la película salio de la mente del guionista canadiense Graham Yost, que tras una corta carrera en series de televisión como Hey Dude (1989-1991), La cabeza de Herman (1991) o Altas esferas (1992-1993) pego el petardazo con el libreto de la acojonadamente trepidante Speed (Jan de Bont, 1994) de la que aun recuerdo las secuelas que me dejo durante todo ese verano mi enamoramiento por Sandra Bullock, pero en fin, sigamos que me pierdo. Tras Speed llego la ahora convertida (para mi) en clásica del cine de acción Broken Arrow: Alarma nuclear (John Woo, 1996) en la que Yost conocería al gran John Woo. ¿Y que mas da que se conocieran? Pues da porque el primer candidato para dirigir esta Hard Rain fue el propio Woo, pero durante la preproducción decidió abandonar el proyecto y centrarse en la bizarra Cara a Cara (1997) pasandole el testigo al sueco Mikael Salomon, cuya única experiencia como director había sido el drama familiar Un lugar muy lejano (1993) pero que tenia muy buena fama gracias a su trabajo como director de fotografía en Always (Steven Spielberg, 1989), Llamaradas (Ron Howard, 1991), Un horizonte muy lejano (Ron Howard, 1992) y sobretodo The Abyss (James Cameron, 1989) en la que se enfrento a un duro rodaje que se rodó casi en su totalidad en tanques de agua, algo que resulto definitivo para su contratación como director en esta Hard Rain, pese a ello, para la dirección de fotografía prefirió delegar en Peter Menzies, Jr director de fotografía que había debutado seis años antes con el thriller Arenas blancas (Roger Donaldson, 1992) y que venia de rodar tres películas noventeras que me encantan: El remake La Huida (Roger Donaldson, 1994) con Alec Baldwin y una Kim Basinger que quita el hipo, la obra maestra del cine de acción Jungla de cristal: La venganza (John McTiernan, 1995) y Tiempo de matar (Joel Schumacher, 1996) y que aquí se curra una buena fotografía.
La trama nos presenta a Tom (Christian Slater), un tipo que no encuentra su lugar en el mundo y que tras mucho ir de aquí para allá acaba enchufado trabajando junto a su tío Charlie (Edward Asner) como guardia de seguridad en un furgón blindado en el medio oeste americano. Cuando llegan a la pequeña localidad de Huntingburg les pilla el peor temporal de lluvias de la historia en la zona y su furgón se sale de la carretera y mientras esperan la ayuda son emboscados por Jim (Morgan Freeman) y su pandilla de atracadores, Kenny (Michael A. Goorjian), el señor Mehlor (Dann Florek) y Ray (Ricky Harris) que asesinan a Charlie. A partir de ese momento Tom huye con el dinero para intentar ponerlo a salvo y empieza un juego del gato y el ratón entre el y los ladrones mientras cae sobre ellos el diluvio universal.
La producción de la película se llevo a cabo gracias a un esfuerzo colaborativo entre las productoras British Broadcasting Corporation, H2L Media Group, productora de Salvar al soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998), El patriota (Roland Emmerich, 2000), Lara Croft (Simon West, 2001) o Jack Reacher (Christopher McQuarrie, 2012), Marubeni, Mutual Film Company, Paramount Pictures, Polygram Filmed Entertainment, encargada de títulos como El gran Lebwoski (Joel & Ethan Coen, 1998), Notting Hill (Roger Michell, 1999), Sleepers (Barry Levinson, 1996) o The Game (David Fincher, 1997), Stargate Studios, tras la cual están Twister (Jan de Bont, 1996) o Un pueblo llamado Dante´s Peak (Roger Donaldson, 1997), Tele München Fernseh Produktionsgesellschaft, Toho-Towa, productora de Malditos bastardos (Quentin Tarantino, 2009), Enemigos públicos (Michael Mann, 2009), El hombre invisible (Leigh Whannell, 2020) o 1917 (Sam Mendes, 2019) y UGC PH, encargada de financiar Cowboys de ciudad (Ron Underwood, 1991), Memento (Christopher Nolan, 2000), Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005) o Antes que el diablo sepa que has muerto (Sidney Lumet, 2007) y productores como Ian Bryce, productor de Casi famosos (Cameron Crowe, 2000), Spider-Man (Sam Raimi, 2002) o Transformers (Michael Bay, 2007), Mark Gordon, encargado de Código fuente (Duncan Jones, 2011) o Molly´s Game (Aaron Sorkin, 2017), Gary Levinson, que hizo lo propio en 12 Monos (Terry Gilliam, 1995) y Virus (John Bruno, 1999), Art Levinson, productor de las ochenteras Esta casa es una ruina (Richard Benjamin, 1986), Maniquí (Michael Gottlieb, 1987) y Espías sin identidad (Richard Benjamin, 1988), Allison Lyon Segan, productora de Speed (Jan de Bont, 1994) y Broken Arrow: Alarma nuclear (John Woo, 1996) y el propio Christian Slater, que se estrenaba como productor con esta película y la también rodada en 1998 Very Bad Things (Peter Berg, 1998), todo bajo la distribución de Paramount Pictures en Estados Unidos y de Sogepaq Distribución en España.
Para construir los sets de rodaje, que contaban, ademas de con inmensos tanques de agua, con el fondo escénico pintado mas grande jamas utilizado (hasta la fecha) en una película, se contrato a Ronald R. Reiss, encargado de los sets en películas como En tierra peligrosa (Steven Seagal, 1994), Twister (Jan de Bont, 1996) o Mensajero del futuro (Kevin Costner, 1997).
Para hacerse cargo de la banda sonora, los productores querían contratar al gran Jerry Goldsmith, pero no podían pagar su salario y mientras buscaban sustituto apareció en escena Christopher Young, que había participado como compositor en muchas de las películas con las que he crecido y que he visto una y otra vez como Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy (Jack Sholder, 1985), Bat 21 (Peter Markle, 1988), Rapid Fire (Dwight H. Little, 1992), Species (Roger Donaldson, 1995) o Asesinato en la Casa Blanca (Dwight H. Little, 1997) y que presiono mucho a los productores para conseguir el trabajo que finalmente consiguió, dejando una partitura muy parecida a lo que podría haber entregado Goldsmith pero sin su grandeza, este hecho se nota bastante en el brillante “Main Title” que tiene muchas similitudes al estilo de Goldsmith en Deep Rising: El misterio de las profundidades (Stephen Sommers, 1998).
En cuanto al rodaje, tuvo lugar entre el 26 de agosto de 1996 y el 9 de enero de 1997 y se filmo principalmente en Huntingburg (que también es donde tiene lugar la trama), Indiana, localidad que cuenta con dos grandes embalses cerca de la ciudad, en los estudios Palmdale en California y para el resto de exteriores la producción se desplazo hasta Etobicoke en Toronto, Canadá.
El presupuesto de la película fue de 70 millones de dolares y tan solo logro recaudar a nivel mundial la paupérrima cifra de casi 20 millones, convirtiéndose en un fracaso mayúsculo (pese a que mas tarde las ventas en VHS y DVD minimizaran las perdidas) y haciendo que la incipiente carrera de Salomon como director de cine parase en seco y acabase con sus huesos en la dirección de series y Tv Movies de tres al cuarto.
La elección del reparto se dejo en manos de Risa Bramon Garcia, directora de casting que había trabajado en Atracción fatal (Adrian Lyne, 1987), Wall Street (Oliver Stone, 1987), Sneakers (Phil Alden Robinson, 1992), Amor a quemarropa (Tony Scott, 1993), Speed (Jan de Bont, 1994) o El pacificador (Mimi Leder, 1997) y Randi Hiller, que venia de colaborar con Risa en El pacificador y que luego trabajaría en productos como The Haunting (Jan de Bont, 1999), Terminator 3: La rebelión de las maquinas (Jonathan Mostow, 2003), Crash (Paul Haggis, 2004), Inmersión letal (John Stockwell, 2005), 16 Calles (Richard Donner, 2006), Iron Man (Jon Favreau, 2008), Capitan América: El primer vengador (Joe Johnston, 2011) o Los Vengadores (Joss Whedon, 2012) que eligieron para los papeles principales a Christian Slater y Morgan Freeman. Slater, actor al que le tengo un gran aprecio ya que me ha hecho pasar ratos cojonudos durante mi tierna juventud, estaba ante su segundo intento por convertirse en una estrella del cine de acción tras su paso por Broken Arrow de John Woo, pero tras el fracaso comercial de Hard Rain no fructífero y su carrera empezó a decaer poco a poco hasta su relativo resurgir gracias a la serie de Mr. Robot (2015-2019) y Freeman venia de haberlo petado con Sin perdón (Clint Eastwood, 1992), Cadena perpetua (Frank Darabont, 1994) y Seven (David Fincher, 1995) y ahora ya andaba con sus papeles comerciales y alimenticios en plan “el tipo mas listo en la habitación” en películas como Reacción en cadena (Andrew Davis, 1996) o El coleccionista de amantes (Gary Fleder, 1997) y pese a que a el no le gusto nada el resultado de la película “¿Alguno de ustedes vio la película? No, simplemente no” llego a decir en una entrevista años después, yo tengo que decir que a mi si, y mucho y que el dúo formado por Slater y Freeman me funciona a las mil maravillas.
Otra a la que no le gusto mucho trabajar en la película fue Minnie Driver, que interpreta a Karen, restauradora de vidrieras de la iglesia del pueblo que se vera envuelta en todo el percal por ayudar al pobre Tom. Driver, que pese a ser una tía que por norma general nunca me ha gustado, en esta película lo hace y mucho, incluso la veo bastante mas atractiva de lo que me atrevería a reconocer. En fin, Driver estaba por esos años metiendo poco a poco el morrito en Hollywood gracias a películas como Goldeneye (Martin Campbell, 1995), Sleepers (Barry Levinson, 1996) o El indomable Will Hunting (Gus Van Sant, 1997) pero mas allá de eso y de ser recordada por prestarle su voz a la Jane del Tarzan (Chris Buck & Kevin Lima, 1999) de Disney su carrera tampoco llego a despegar del todo y ahora esta perdida entre Tv Movies y series de televisión. Y, para encarnar al sheriff Collins y a la postre villano de la película se contrato al pirado de Randy Quaid, que venia de hacer el payaso en Independence Day (Roland Emmerich, 1996) y que aquí gracias a estar mas contenido y serio esta mas convincente como avaro hijo de puta.
Me gusta Slater, me gusta Freeman, me atrae Driver, me encanta que la trama sea sencilla y no necesite de grandes villanos y complejas y megalomanas escenas de acción con planes de dominación mundial, me apasiona que todo ocurra en un pequeño pueblo y con pocos personajes y me chifla que llueva a mares y ver como poco a poco el agua va teniendo mas y mas presencia en la película. En definitiva, no es ninguna obra maestra, ni falta que le hace. Simplemente es una buena y entretenida película de acción. Punto. 7/10


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