Si, lo digo ya, ¡me encanta esta peli!
y no, no es un placer culpable, es una pequeña y entretenidisima
joyita noventera de las que por desgracia ya no se hacen.
Cierto es que llego a rebufo de una
nueva ola de cine catastrófico noventero, pero aun así los
productores a ultima hora decidieron cambiar su titulo original “The
Flood” (la inundación) por uno mas acorde a la acción como este
“Hard Rain”, que todo sea dicho, mola que te cagas, para que el
respetable no pensase que (solo) iba a ver otra película mas sobre
algún tipo de catástrofe.
La idea principal de la película salio
de la mente del guionista canadiense Graham Yost, que tras una corta
carrera en series de televisión como Hey Dude (1989-1991), La cabeza
de Herman (1991) o Altas esferas (1992-1993) pego el petardazo con el
libreto de la acojonadamente trepidante Speed (Jan de Bont, 1994) de
la que aun recuerdo las secuelas que me dejo durante todo ese verano
mi enamoramiento por Sandra Bullock, pero en fin, sigamos que me
pierdo. Tras Speed llego la ahora convertida (para mi) en clásica
del cine de acción Broken Arrow: Alarma nuclear (John Woo, 1996) en
la que Yost conocería al gran John Woo. ¿Y que mas da que se
conocieran? Pues da porque el primer candidato para dirigir esta Hard
Rain fue el propio Woo, pero durante la preproducción decidió
abandonar el proyecto y centrarse en la bizarra Cara a Cara (1997)
pasandole el testigo al sueco Mikael Salomon, cuya única experiencia
como director había sido el drama familiar Un lugar muy lejano
(1993) pero que tenia muy buena fama gracias a su trabajo como
director de fotografía en Always (Steven Spielberg, 1989),
Llamaradas (Ron Howard, 1991), Un horizonte muy lejano (Ron Howard,
1992) y sobretodo The Abyss (James Cameron, 1989) en la que se
enfrento a un duro rodaje que se rodó casi en su totalidad en
tanques de agua, algo que resulto definitivo para su contratación
como director en esta Hard Rain, pese a ello, para la dirección de
fotografía prefirió delegar en Peter Menzies, Jr director de
fotografía que había debutado seis años antes con el thriller
Arenas blancas (Roger Donaldson, 1992) y que venia de rodar tres
películas noventeras que me encantan: El remake La Huida (Roger
Donaldson, 1994) con Alec Baldwin y una Kim Basinger que quita el
hipo, la obra maestra del cine de acción Jungla de cristal: La
venganza (John McTiernan, 1995) y Tiempo de matar (Joel Schumacher,
1996) y que aquí se curra una buena fotografía.
La trama nos presenta a Tom (Christian
Slater), un tipo que no encuentra su lugar en el mundo y que tras
mucho ir de aquí para allá acaba enchufado trabajando junto a su
tío Charlie (Edward Asner) como guardia de seguridad en un furgón
blindado en el medio oeste americano. Cuando llegan a la pequeña
localidad de Huntingburg les pilla el peor temporal de lluvias de la
historia en la zona y su furgón se sale de la carretera y mientras
esperan la ayuda son emboscados por Jim (Morgan Freeman) y su
pandilla de atracadores, Kenny (Michael A. Goorjian), el señor
Mehlor (Dann Florek) y Ray (Ricky Harris) que asesinan a Charlie. A
partir de ese momento Tom huye con el dinero para intentar ponerlo a
salvo y empieza un juego del gato y el ratón entre el y los ladrones
mientras cae sobre ellos el diluvio universal.
La producción de la película se llevo
a cabo gracias a un esfuerzo colaborativo entre las productoras
British Broadcasting Corporation, H2L Media Group, productora de
Salvar al soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998), El patriota (Roland
Emmerich, 2000), Lara Croft (Simon West, 2001) o Jack Reacher
(Christopher McQuarrie, 2012), Marubeni, Mutual Film Company,
Paramount Pictures, Polygram Filmed Entertainment, encargada de
títulos como El gran Lebwoski (Joel & Ethan Coen, 1998), Notting
Hill (Roger Michell, 1999), Sleepers (Barry Levinson, 1996) o The
Game (David Fincher, 1997), Stargate Studios, tras la cual están
Twister (Jan de Bont, 1996) o Un pueblo llamado Dante´s Peak (Roger
Donaldson, 1997), Tele München Fernseh Produktionsgesellschaft,
Toho-Towa, productora de Malditos bastardos (Quentin Tarantino,
2009), Enemigos públicos (Michael Mann, 2009), El hombre invisible
(Leigh Whannell, 2020) o 1917 (Sam Mendes, 2019) y UGC PH, encargada
de financiar Cowboys de ciudad (Ron Underwood, 1991), Memento
(Christopher Nolan, 2000), Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005) o Antes
que el diablo sepa que has muerto (Sidney Lumet, 2007) y productores
como Ian Bryce, productor de Casi famosos (Cameron Crowe, 2000),
Spider-Man (Sam Raimi, 2002) o Transformers (Michael Bay, 2007), Mark
Gordon, encargado de Código fuente (Duncan Jones, 2011) o Molly´s
Game (Aaron Sorkin, 2017), Gary Levinson, que hizo lo propio en 12
Monos (Terry Gilliam, 1995) y Virus (John Bruno, 1999), Art Levinson,
productor de las ochenteras Esta casa es una ruina (Richard Benjamin,
1986), Maniquí (Michael Gottlieb, 1987) y Espías sin identidad
(Richard Benjamin, 1988), Allison Lyon Segan, productora de Speed
(Jan de Bont, 1994) y Broken Arrow: Alarma nuclear (John Woo, 1996) y
el propio Christian Slater, que se estrenaba como productor con esta
película y la también rodada en 1998 Very Bad Things (Peter Berg,
1998), todo bajo la distribución de Paramount Pictures en Estados
Unidos y de Sogepaq Distribución en España.
Para construir los sets de rodaje, que
contaban, ademas de con inmensos tanques de agua, con el fondo
escénico pintado mas grande jamas utilizado (hasta la fecha) en una
película, se contrato a Ronald R. Reiss, encargado de los sets en
películas como En tierra peligrosa (Steven Seagal, 1994), Twister
(Jan de Bont, 1996) o Mensajero del futuro (Kevin Costner, 1997).
Para hacerse cargo de la banda sonora,
los productores querían contratar al gran Jerry Goldsmith, pero no
podían pagar su salario y mientras buscaban sustituto apareció en
escena Christopher Young, que había participado como compositor en
muchas de las películas con las que he crecido y que he visto una y
otra vez como Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy (Jack
Sholder, 1985), Bat 21 (Peter Markle, 1988), Rapid Fire (Dwight H.
Little, 1992), Species (Roger Donaldson, 1995) o Asesinato en la Casa
Blanca (Dwight H. Little, 1997) y que presiono mucho a los
productores para conseguir el trabajo que finalmente consiguió,
dejando una partitura muy parecida a lo que podría haber entregado
Goldsmith pero sin su grandeza, este hecho se nota bastante en el
brillante “Main Title” que tiene muchas similitudes al estilo de
Goldsmith en Deep Rising: El misterio de las profundidades (Stephen
Sommers, 1998).
En cuanto al rodaje, tuvo lugar entre
el 26 de agosto de 1996 y el 9 de enero de 1997 y se filmo
principalmente en Huntingburg (que también es donde tiene lugar la
trama), Indiana, localidad que cuenta con dos grandes embalses cerca
de la ciudad, en los estudios Palmdale en California y para el resto
de exteriores la producción se desplazo hasta Etobicoke en Toronto,
Canadá.
El presupuesto de la película fue de
70 millones de dolares y tan solo logro recaudar a nivel mundial la
paupérrima cifra de casi 20 millones, convirtiéndose en un fracaso
mayúsculo (pese a que mas tarde las ventas en VHS y DVD minimizaran
las perdidas) y haciendo que la incipiente carrera de Salomon como
director de cine parase en seco y acabase con sus huesos en la
dirección de series y Tv Movies de tres al cuarto.
La elección del reparto se dejo en
manos de Risa Bramon Garcia, directora de casting que había
trabajado en Atracción fatal (Adrian Lyne, 1987), Wall Street
(Oliver Stone, 1987), Sneakers (Phil Alden Robinson, 1992), Amor a
quemarropa (Tony Scott, 1993), Speed (Jan de Bont, 1994) o El
pacificador (Mimi Leder, 1997) y Randi Hiller, que venia de colaborar
con Risa en El pacificador y que luego trabajaría en productos como
The Haunting (Jan de Bont, 1999), Terminator 3: La rebelión de las
maquinas (Jonathan Mostow, 2003), Crash (Paul Haggis, 2004),
Inmersión letal (John Stockwell, 2005), 16 Calles (Richard Donner,
2006), Iron Man (Jon Favreau, 2008), Capitan América: El primer
vengador (Joe Johnston, 2011) o Los Vengadores (Joss Whedon, 2012)
que eligieron para los papeles principales a Christian Slater y
Morgan Freeman. Slater, actor al que le tengo un gran aprecio ya que
me ha hecho pasar ratos cojonudos durante mi tierna juventud, estaba
ante su segundo intento por convertirse en una estrella del cine de
acción tras su paso por Broken Arrow de John Woo, pero tras el
fracaso comercial de Hard Rain no fructífero y su carrera empezó a
decaer poco a poco hasta su relativo resurgir gracias a la serie de
Mr. Robot (2015-2019) y Freeman venia de haberlo petado con Sin
perdón (Clint Eastwood, 1992), Cadena perpetua (Frank Darabont,
1994) y Seven (David Fincher, 1995) y ahora ya andaba con sus papeles
comerciales y alimenticios en plan “el tipo mas listo en la
habitación” en películas como Reacción en cadena (Andrew Davis,
1996) o El coleccionista de amantes (Gary Fleder, 1997) y pese a que
a el no le gusto nada el resultado de la película “¿Alguno de
ustedes vio la película? No, simplemente no” llego a decir en una
entrevista años después, yo tengo que decir que a mi si, y mucho y
que el dúo formado por Slater y Freeman me funciona a las mil
maravillas.
Otra a la que no le gusto mucho
trabajar en la película fue Minnie Driver, que interpreta a Karen,
restauradora de vidrieras de la iglesia del pueblo que se vera
envuelta en todo el percal por ayudar al pobre Tom. Driver, que pese
a ser una tía que por norma general nunca me ha gustado, en esta
película lo hace y mucho, incluso la veo bastante mas atractiva de
lo que me atrevería a reconocer. En fin, Driver estaba por esos años
metiendo poco a poco el morrito en Hollywood gracias a películas
como Goldeneye (Martin Campbell, 1995), Sleepers (Barry Levinson,
1996) o El indomable Will Hunting (Gus Van Sant, 1997) pero mas allá
de eso y de ser recordada por prestarle su voz a la Jane del Tarzan
(Chris Buck & Kevin Lima, 1999) de Disney su carrera tampoco
llego a despegar del todo y ahora esta perdida entre Tv Movies y
series de televisión. Y, para encarnar al sheriff Collins y a la
postre villano de la película se contrato al pirado de Randy Quaid,
que venia de hacer el payaso en Independence Day (Roland Emmerich,
1996) y que aquí gracias a estar mas contenido y serio esta mas
convincente como avaro hijo de puta.
Me gusta Slater, me gusta Freeman, me
atrae Driver, me encanta que la trama sea sencilla y no necesite de
grandes villanos y complejas y megalomanas escenas de acción con
planes de dominación mundial, me apasiona que todo ocurra en un
pequeño pueblo y con pocos personajes y me chifla que llueva a mares
y ver como poco a poco el agua va teniendo mas y mas presencia en la
película. En definitiva, no es ninguna obra maestra, ni falta que le
hace. Simplemente es una buena y entretenida película de acción.
Punto. 7/10
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