El 24 de marzo de 1955 se estreno en el
Morosco Theatre de Nueva York la obra de Tennessee Williams “Cat on
a Hot Tin Roof” cosechando un apabullante éxito de critica y
publico que la llevo a tener seiscientas noventa y cuatro
representaciones, optar a un premio Tony a la mejor obra y alzarse
con el pulitzer a mejor drama en 1955.
Pues bien, un par de años después de
su estreno en el teatro y oliéndose el negocio debido a su tremendo
éxito, Lawrence Weingarten, productor de Sucedió en China (Jack
Conway, 1938) y La costilla de Adán (George Cuckor, 1949) puso en
marcha, bajo el paraguas de la Metro-Goldwyn-Mayer y Avon Productions
-productora de Julius Caesar (David Bradley, 1950), El rock de la
cárcel (Richard Thorpe, 1957) o Los hermanos Karamazov (Richard
Brooks, 1958)- la adaptación cinematográfica de la obra de
Williams. La película tendría un presupuesto de 2.345.000 dolares y
se rodaría entre los estudios de la Metro-Goldwyn-Mayer en Culver
City (California) y diversos emplazamientos de Nueva York como
Muttontown, Oyster Bay o Long Island.
Para adaptar la obra de Williams a
guion de cine se contrataron los servicios de James Poe, encargado
del libreto de películas como ¡Ataque! (Robert Aldrich, 1956) y La
vuelta al mundo en 80 días (Michael Anderson, 1956) quien lo
escribiría a pachas con Richard Brooks (recién salido del rodaje de
Los hermanos Karamazov), que también dirigiría la película
(impecable trabajo de Brooks adaptando el escenario de un teatro a
una mansión y recreando a través de cada piso de la mansión el
proceso y evolución dramática del personaje de Paul Newman) tras la
negativa de George Cuckor -que acababa de estrenar con gran éxito el
drama Viento salvaje con Anthony Quinn y Anna Magnani- debido a la
eliminación en el guion de las referencias a la homosexualidad del
personaje de Brick,
Para la fotografía de la película se
contrato a William H. Daniels, director de fotografía ganador del
Oscar en 1949 gracias a su trabajo en The Naked City (Jules Dassin,
1948) y famoso por haber inmortalizado con su cámara a la guapísima
Greta Garbo en 21 películas entre 1929 y 1936. Originalmente estaba
pensado rodar la película en blanco y negro (Daniels era un
especialista) como era habitual en el cine mas “artístico” en la
década de los 50. Sin embargo, tras la elección de Paul Newman y
Elizabeth Taylor para los papeles principales, el director Richard
Brooks insistió en rodar en color en deferencia al entusiasmo que
provocaban en el publico los llamativos ojos azules de Newman y el
fascinante violeta de los de Taylor.
Debido a una huelga sindical de
músicos, la película carece de una partitura musical tradicional
compuesta especialmente para la película. En cambio, se utilizo una
partitura “enlatada”, compuesta por piezas pregrabadas de la
biblioteca musical de la Metro-Goldwyn-Mayer. El trabajo de empaste
musical lo hizo Charles Wolcott, que había sido orquestador de
bandas sonoras para Disney como Blancanieves y los siete enanitos
(William Cottrell, 1937), Pinocho (Norman Ferguson, 1940), Dumbo
(Samuel Armstrong, 1941) o Bambi (James Algar, 1942) y compositor de
Los tres caballeros (Norman Ferguson, 1944). La mayor parte de la
música que se utilizo en la película fue compuesta originalmente
por André Previn para la película Tensión (John Berry, 1949) de la
Metro-Goldwyn-Mayer.
La trama de este clásico imperecedero
e incuestionable nos introduce en la mansión familiar de los Pollit,
allí se va a celebrar el cumpleaños del cabeza de familia “Big
Daddy” (un poderoso y magistral Burl Ives) que acaba de recibir la
buena noticia de que ya no padece cáncer. A la casa acuden sus hijos
Brick (un Paul Newman que va de menos a mas y mas y mas) y Gooper y
sus respectivas mujeres Maggie (tremenda Elizabeth Taylor) y Mae (si
la intención de Madeleine Sherwood era caer antipática ¡bravo!).
Brick es un ex jugador de fútbol que vive alcoholizado desde la
muerte de su mejor amigo Skipper y el cual rechaza compulsivamente a
su mujer. Gooper es el hijo “perfecto” que ha seguido los pasos
de su padre durante toda la vida y ansia hacerse con la rica herencia
de su progenitor. Pues bien, durante la estancia de estos en la
mansión familiar surgirán a flote viejas rencillas, odios, envidias
y temas como la familia, las relaciones paterno-filiales, el amor o
la hipocresía y pondrán patas arriba las relaciones entre todos los
miembros de la familia.
Para interpretar los papeles
principales de la película se contrato a Burl Ives, que había hecho
el papel de Big Daddy en la obra de teatro original ya que fue una
elección personal del propio Tennessee Williams que habia escrito la
obra con Ives en mente. Para el papel de la matriarca se requirieron
los servicios de Judith Anderson, actriz que estaba recién salida
del exitazo de Los diez mandamientos (Cecile B. DeMille, 1956). Para
interpretar al hijo mayor, Gooper se fichó a Jack Carson, actor
Canadiense conocido por películas como Arsénico por compasión
(Frank Capra, 1944) o Alma en suplicio (Michael Curtiz, 1945).
Madeleine Sherwood, vista en otra adaptación de Williams, Dulce
pájaro de juventud (Richard Brooks, 1962) y Al final de la escalera
(Peter Medak, 1980) se encargó de dar vida a Mae, mujer de Gopper,
papel que ya había interpretado en la adaptación teatral de la
obra. Y ahora a la chicha, las estrellas del reparto; Newman y
Taylor. La Metro-Goldwyn-Mayer no esta convencida de contratar a Paul
Newman para interpretar a Brick ya que sus ultimas películas; Para
ella un solo hombre (Michael Curtiz, 1957), Mujeres culpables (Robert
Wise, 1957) y El zurdo (Arthur Penn, 1958), pese a tener buenas
criticas, habían sido un relativo fracaso en taquilla. Así que le
ofrecieron el papel en un principio a Ben Gazzara, que había sido el
interprete original del personaje de Brick en la obra de teatro, pero
esté rechazo el papel ya que prefería ponerse a las ordenes de Otto
Preminger en Anatomía de un asesinato (1959) reinterpretar un papel
que acababa de hacer en el teatro. Descartado Gazzara, se llamo a
filas a Montgomery Clift, que también rechazo el papel debido a
problemas contractuales con Twentieth Century Fox y United Artists
que le habían contratado para participar en El baile de los malditos
(Edward Dmytryk, 1958) y Corazones solitarios (Vincent J. Donehue,
1958) respectivamente. De Clift se paso a Robert Mitchum, que también
rechazo el papel para rodar Duelo en el atlántico norte (Dick
Powell, 1957) y Camino de odio (Arthur Ripley, 1958). No se si será
por miedo a interpretar un papel homosexual o porque, pero el hecho
es que a todo aquel que tanteaban para el papel, lo rechazaba... El
siguiente al que tentaron fue a Elvis Presley, que estaba empezando a
petarlo en el cine gracias a El rock de la cárcel (Richard Thorpe,
1957), pero también Presley rechazo el proyecto. En cierto punto, el
director y guionista de la película, Richard Brooks se planto ante
el estudio y dijo que para interpretar a Brick quería a Anthony
Franciosa, pero pese a estar en el candelero gracias al éxito de Un
rostro en la multitud (Elia Kazan, 1957) y Un sombrero lleno de
lluvia (Fred Zinnemann, 1957) el estudio se negó. Finalmente el
elegido (seguramente por descarte o porque la Metro claudico) fue
Paul Newman, no sin reticencias ya que cuando se dio cuenta de que la
adaptación no iba a ser totalmente fiel al texto de Williams (quien
sea dicho, se cago en todos los muertos posibles por ello) expreso su
decepción y malestar al estudio.
Contratada la estrella masculina,
tocaba la femenina. Para interpretar a Maggie “La gata”, Richard
Brooks quería a toda costa a Ava “el animal mas bello del mundo”
Gardner, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto y Ava se
vino a Pamplona a costa de la Twentieth Century Fox a emborracharse
como una cuba durante el rodaje de Fiesta (Henry King, 1957). De
Gardner se paso a Lana Turner, pero esta ya se había comprometido
con Universal Pictures para rodar Escala en Tokyo (Jake Arnold, 1958)
y con la Paramount para Brumas de inquietud (Lewis Allen, 1958), así
que la Metro fue a por Grace Kelly, que era todo un estrellón de
Hollywood desde que lo petara unos años antes con Mogambo (John
Ford, 1953), pero Kelly estaba en esos momentos a tope con su proxima
boda con el príncipe Rainiero de Mónaco y declino la oferta y de
paso abandono su carrera cinematográfica. Marilyn Monroe se presentó
al casting, pero fue rechazada y fue en ese momento cuando los
mandamases de la Metro apostaron por Elizabeth Taylor, que venia de
petarlo a tope con Gigante (George Stevens, 1956) junto a James Dean
y Rock Hudson. Taylor acepto y un 12 de marzo de 1958 la producción
de la película se puso en marcha.
Apenas una semana después del arranque
del rodaje, Elizabeth Taylor contrajo un virus que la mantuvo alejada
del plató, dicho virus le hizo cancelar los planes que tenia de
viajar con su (séptimo) marido, el productor Mike Todd a Nueva York,
donde en New York Friars Club iba a conceder el galardón de “Showman
of the year”. El avión en el que viajaba Todd se estrello y todos
los pasajeros, incluido Todd, murieron. Rota por el dolor, Taylor
permaneció fuera del rodaje hasta el 14 de abril, momento en el que
regreso al set físicamente mas delgada, débil y habiendo
desarrollado un tartamudeo severo que sin embargo no le afectaba
durante el rodaje de sus escenas.
A duras penas, se pudo concluir la
película y nada mas estrenarse se convirtió en un absoluto
taquillazo, aupándose al numero uno de la taquilla Estadounidense
durante cinco semanas seguidas y recaudando 1,6 millones de dolares
en su primer mes y obteniendo unas ganancias totales de mas de 10
millones de dolares en todo el mundo, lo que le reporto a la
Metro-Goldwyn-Mayer unos beneficios de casi 2,5 millones de dolares,
convirtiéndose en uno de los mejores diez éxitos de taquilla de
1958.
Sin mas, una gran película del
Hollywood clásico. 8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario