Tres
años después de El Graduado (1967) y uno tras el tropiezo de
Catch-22 (1970) Mike Nichols volvía a la dirección de la mano de la
productora Embassy Pictures, compañía fundada por Joseph E. Levine
que empezó como distribuidora de películas extranjeras en los EEUU
y que debido a su alta rentabilidad, acabó (previo acuerdo con la
Paramount y posterior venta al sello discográfico Avco)
convirtiéndose en productora detrás de la cual cabían productos
tan dispares como They came from beyond space (Freddie Francis,
1967), Los productores (Mel Brooks, 1967), El león en invierno
(Anthony Harvey, 1968), Adiós, muñeca (Dick Richards, 1975) o El
exterminador (James Glickenhouse, 1980).
Del
guion de la película se hizo cargo Jules Feiffer, humorista gráfico
ganador de un Oscar y un premio pulitzer por su serie The Village
Voice y que tras adaptar para cine un relato suyo aun no publicado en
esta Conocimiento carnal escribió el guion de Popeye (Robert Altman,
1980). Feiffer le ofreció originalmente a Mike Nichols el guion para
llevarlo al teatro, pero tras leerlo y escuchar las ideas de Feiffer,
Nichols le dijo: “Lo veo mas como una película”. Dicho y hecho.
De
la fotografía se encargó Giusepe Rottuno, director de fotografía
italiano conocido por su labor en Rocco y sus hermanos (Luchino
Visconti, 1960), Amarcord (Federico Fellini, 1973), All that jazz
(Bob Fosse, 1979) o Las aventuras del barón Munchausen (Terry
Gilliam, 1988). La película se rodó entre septiembre y diciembre de
1970 entre los Hollyburn Film Studios y los Panorama Studios de
Vancouver (Canada) y Massachusetts y Nueva York (EEUU). Tuvo un
presupuesto de 5 millones de dolares (de los cuales Mike Nichols se
embolso 1) y una recaudación de 28, dejando unos beneficios de 12
millones para el estudio.
La
trama nos cuenta la historia sentimental (y sexual) de dos amigos
universitarios a través de los años mediante elipsis,
diálogos-monologos y sus relaciones con las mujeres de sus vidas.
Jonathan (Jack Nicholson), un aspirante a abogado que huye del
compromiso y vive por y para tirarse a todo lo que se menee y Sandy
(Art Garfunkel), un tímido estudiante de medicina que busca una
relación casi idealizada. Por supuesto, ambos conceptos de relación
se verán abocados al fracaso a lo largo de las décadas.
Para
interpretar los papeles de Jonathan y Sandy se pensó inmediatamente
en Jack Nicholson y Art Garfunkel, que aceptaron de primeras.
Nicholson estaba recién salido de los éxitos de Easy Rider (Dennis
Hopper, 1969) y Vuelve a mi lado (Vincente Minnelli, 1970) y para
Garfunkel esta era su segundo papel en cine tras haber trabajado
también a las ordenes de Nichols en Catch-22 un año antes. Para
interpretar los papeles femeninos de la película se contrato a
Candice Bergen, que acababa de deslumbrar a critica y publico en
Soldado azul (Ralph Nelson, 1970) y que mas tarde dejaría su belleza
grabada para los restos en celuloide en Caza implacable (Don Medford,
1971), la maravillosa El viento y el león (John Milius, 1975) o
Ricas y famosas (George Cuckor, 1981) junto a otro mujerón de la
época, Jacqueline Bisset. Bergen daría vida a Susan, el primer amor
de Sandy en la universidad. Cynthia O´Neal, que venia de hacer
papeles episodicos en series como Big Town (1956), El millonario
(1956), West point (1956) o Brenner (1961) y que años mas tarde
apareció en ese peliculón llamado Distrito 34: Corrupción total
(Sidney Lumet, 1990) se hizo con el papel de Cindy, uno de los amores
post-susan de Sandy e interés sexual de Jonathan. Rita Moreno,
famosa por haber dado vida a Anita en West Side Story (Robert Wise,
1961) y que estaba recién salida del rodaje del noir Marlowe,
detective muy privado (Paul Bogart, 1969) se hizo con el pequeño
(pero esclarecedor) papel de Louise, trayecto final de Jonathan en
busca de un imposible. Y para finalizar, hablar del papel femenino
mas importante de la película: Bobbie. Para este papel se hicieron
pruebas a cientos de actrices, Mike Nichols se paso seis meses
buscando a la actriz adecuada para el rol y probó y rechazo a
montones de interpretes entre ellas Jane Fonda, que venia de volver
locos a miles de pajilleros gracias a su participación en Barbarella
(Roger Vadim, 1968) y que gracias a ser rechazada para el papel de
Bobbie nos dio una de sus mejores interpretaciones (para un servidor)
en Klute (Alan J. Pakula, 1971) donde, todo sea dicho, estaba
extremadamente cautivadora. También se le hicieron las pruebas a
Raquel Welch, que venia de lucir palmito y provocar infartos en Mi
amigo el diablo (Stanley Donen, 1967), Raquel y sus bribones (Ken
Annakin, 1968), La mujer de cemento (Gordon Douglas, 1968) o
Llamarada (James Neilson, 1969) y que, como en el caso de Fonda,
gracias a no participar en esta película nos dio momentos de
autentica gloria pajillera en la maravillosa Ana Caulder (Burt
Kennedy, 1971) en la cual, Welch luce jodidamente bella y sensual.
Otra que audiciono para el papel fue Natalie Wood, que al igual que
Rita Moreno venia del tremendo éxito de West Side Story y de
películas como la interesante Amores con un extraño (Robert
Mulligan, 1963) formando dúo de guapos junto a Steve McQueen, y las
comedias La picara soltera (Richard Quine, 1964) y La carrera del
siglo (Blake Edwards, 1965). La televisiva (Patrulla de trafico,
Randall el justiciero, Tombstone territory, Intriga en Hawaii, Los
intocables, La ley del revolver...) Dyan Cannon tampoco supero el
proceso de casting, al igual que Ellen Burstyn, que tampoco fue
elegida, se fue a rodar La ultima película (1971) a las ordenes de
Peter Bogdanovich y tras ver Conocimiento carnal admitió que jamas
podría haber interpretado el papel tan bien como lo hizo la que
finalmente fue elegida para interpretarlo... Si, ¡la maravillosa e
insultantemente atractiva Ann-Margret! La actriz sueca, que había
causado gran sensación con su participación en la película Cita en
Las Vegas (George Sidney, 1964) junto a Elvis Presley y que no estaba
pasando una buena racha debido al escaso éxito de películas como El
gran robo (Rossano Brazzi, 1968), El crimen también juega (Nino
Zanchin, 1969) o La familia Manson (Seymour Robbie, 1970) resurgió
de sus cenizas dándolo todo en la piel de Bobbie -un papel que le
cayó del cielo gracias a que Mike Nichols se había quedado prendado
por su actuación en Como una pesadilla (Douglas Heyes, 1964)-
dejándonos una interpretación para la historia (para mi, lo mejor
de la película sin ninguna duda) que le valdría una nominación
como actriz secundaria en los Oscar, premio que le arrebato Cloris
Leachman por La ultima película (Peter Bogdanovich, 1971) y que
personalmente me parece la mejor interpretación de su carrera y su
mejor momento a nivel físico, Margret esta absolutamente exuberante
en esta película, en todos los sentidos.
En
cuanto a las curiosidades alrededor de la película hay que decir que
su estreno causo bastante polémica debido a unos diálogos que
estaban cargados con palabras que hasta entonces no se habían oído
en una película “convencional”, palabras coño coño, polla y
semejantes ademas de sacar un condón en pantalla hicieron que un
gerente de un cine de Albany, Georgia fuese condenado por cargos
relacionados con la obscenidad por proyectar la película. Eso si,
tres años después la corte suprema de los Estados Unidos anulo la
condena dictaminando que la película no era obscena, y que la ley
que se utilizo para condenar al gerente era inconstitucional.
La
película se deja ver, pero vista con los ojos de hoy en día, para
mi se queda algo descafeinada, puede que en su momento fuese algo
novedosa y revolucionaria, pero en pleno 2020 se queda algo insípida.
Toda la trama de los dos amigos de palique de aquí para allá me la
trae al pairo, al igual que los ligues y desventuras sentimentales
del personaje de Sandy. Lo único que me ha parecido interesante de
la película ha sido todo lo relacionado con Ann-Margret; su
personaje, ella en si misma y su relación y broncas con el personaje
que interpreta Nicholson. Puede que me deje llevar por mis filias y
no sea objetivo, pero ¿que le voy a hacer? Ann-Margret me enamora en
esta película, en cada uno de sus planos. En fin, que la peli no
esta mal, pero tampoco es para tirar cohetes. Vosotros mismos. 5.5/10
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