What´s Love Got To Do With It (Brian Gibson, 1993)
Entretenido biopic dirigido por Brian Gibson -director de la interesante
Coacción a un jurado (1996)- con guion adaptado por Katie Laner basado
en la autobiografía “I, Tina” de Tina Turner y Kurt Loder, fotografía a
cargo de Jamie Anderson y una banda sonora compuesta por Stanley Clarke.
La película, producida por Touchstone Pictures, se rodo entre México,
El paso (Texas), Los Ángeles (California), Chicago (Illinois), Londres,
Nueva York, Saint Louis (Missouri) y Nutbush (Tennessee), conto con un
presupuesto de 15 millones de dólares y recaudo unos 40 en los Estados
Unidos. Está protagonizada en sus papeles principales por Angela Bassett
(Que quiso conocer en persona a Tina Turner para que supiese quien iba a
interpretarla y la cual nada más verla exclamo ¡Es perfecta!), en un
papel para el que se presentaron entre otras Halle Berry, Robin Givens,
Pam Grier, Vanessa Williams, Janet Jackson y Whitney Houston (que estuvo
a punto de agenciárselo pero que por estar en esos momentos embarazada
tuvo que renunciar) y por Laurence Fishburne, que rechazo el papel hasta
en cinco ocasiones y que solo acepto cuando supo que Angela Bassett
sería su partenaire.
La película nos cuenta los inicios de Anna Mae Bullock (nombre real de Tina) en su Nutbush natal pasando por su “descubrimiento” por parte de Ike Turner (reputado músico y compositor en esos momentos) y su unión profesional y personal que le traerían a Tina tanto éxitos en el plano musical como tragedias en el personal hasta su separación y el posterior lanzamiento de su carreara en solitario con el hit “What´s love got to do whit it”.
A ver, la película es entretenida pero a rasgos generales se me ha quedado un poco corta en cuanto a dramatismo y por momentos me ha parecido algo naif (según Tina a ella le hubiese gustado que la película contase con mas momentos dramáticos pero los productores no quisieron arriesgarse ya que pensaron que el público no se creería tanta tragedia junta). mas que un biopic sobre Tina Turner, es un biopic sobre Ike y Tina ya que se centra totalmente en la turbulenta relación entre los dos y los continuos maltratos (algunos de los que salen en la película los negó en propio Ike Turner en su autobiografía “Taking back my name”) a los que se vio sometida por su celoso y posesivo marido, dejando de lado el posterior éxito de Tina en solitario. Pero aun así la película vale la pena, es muy noventera, pero vale la pena, sobre todo gracias a una buena ambientación y vestuario, unas potentes canciones (regrabadas por la propia Turner para la película) y por encima de todo las interpretaciones de un gran Laurence Fishburne (nominado al Oscar ese año) y el cual canta todas sus partes musicales de la película y por una deslumbrante Angela Bassett (también nominada al Oscar) que en los números musicales se mete en la piel de Tina Turner y parece que sea ella logrando una imitación física en cuanto a imagen, gesticulaciones y movimientos perfecta. En fin, que la película esta guapa, tiene buenas interpretaciones y temazos musicales y pese a que en algunos momentos el tufillo a telefilm apeste un poquito, vale la pena verla por conocer un poco más los inicios de Tina y su carrera hacia el éxito. 6/10
La película nos cuenta los inicios de Anna Mae Bullock (nombre real de Tina) en su Nutbush natal pasando por su “descubrimiento” por parte de Ike Turner (reputado músico y compositor en esos momentos) y su unión profesional y personal que le traerían a Tina tanto éxitos en el plano musical como tragedias en el personal hasta su separación y el posterior lanzamiento de su carreara en solitario con el hit “What´s love got to do whit it”.
A ver, la película es entretenida pero a rasgos generales se me ha quedado un poco corta en cuanto a dramatismo y por momentos me ha parecido algo naif (según Tina a ella le hubiese gustado que la película contase con mas momentos dramáticos pero los productores no quisieron arriesgarse ya que pensaron que el público no se creería tanta tragedia junta). mas que un biopic sobre Tina Turner, es un biopic sobre Ike y Tina ya que se centra totalmente en la turbulenta relación entre los dos y los continuos maltratos (algunos de los que salen en la película los negó en propio Ike Turner en su autobiografía “Taking back my name”) a los que se vio sometida por su celoso y posesivo marido, dejando de lado el posterior éxito de Tina en solitario. Pero aun así la película vale la pena, es muy noventera, pero vale la pena, sobre todo gracias a una buena ambientación y vestuario, unas potentes canciones (regrabadas por la propia Turner para la película) y por encima de todo las interpretaciones de un gran Laurence Fishburne (nominado al Oscar ese año) y el cual canta todas sus partes musicales de la película y por una deslumbrante Angela Bassett (también nominada al Oscar) que en los números musicales se mete en la piel de Tina Turner y parece que sea ella logrando una imitación física en cuanto a imagen, gesticulaciones y movimientos perfecta. En fin, que la película esta guapa, tiene buenas interpretaciones y temazos musicales y pese a que en algunos momentos el tufillo a telefilm apeste un poquito, vale la pena verla por conocer un poco más los inicios de Tina y su carrera hacia el éxito. 6/10
Vampire In Brooklyn (Wes Craven, 1995)
Maximillian (Eddie Murphy) es el ultimo de un largo linaje de vampiros
descendientes de Nosferatu que tras quedarse solo y viendo que un
vampiro solitario es carne de cañón decide emprender un viaje hacia
Brooklyn (Nueva York) para buscar a una mujer, Rita Veder (Angela
Bassett), que aunque ella no lo sabe es medio humana, medio vampira,
para convertirla en su compañera para el resto de la eternidad.
Intento descafeinado de hacer una comedia de terror por parte de un Wes Craven que venía un año antes de rematar sus saga de Freddy Krueger con La nueva pesadilla de Wes Craven (1994) y que lo petaría un año después con Scream: vigila quien llama (1996), pero que con esta Vampire in Brooklyn se quedo a medio gas.
La película fue rodada entre Brooklyn y los estudios de la Paramount Pictures en Los Ángeles, tuvo un presupuesto de 20 millones de dólares y pese a petarlo en su estreno durante las fiestas de Halloween, su recaudación a nivel mundial tan solo ascendió hasta los 28 millones de dólares, convirtiéndose en un fracaso como la copa de un pino y en uno de los últimos clavos sobre el ataúd de Eddie Murphy que ya venía añadiendo clavos desde hacía unos años con ramplonerías como Su distinguida señoría (Jonathan Lynn, 1992), Boomerang (Reginald Hudlin, 1992) o Superdetective en Hollywood 3 (John Landis, 1994) y que salvo honrosas excepciones como El negociador (Thomas Carter, 1997), Bowfinger: el pícaro (Frank Oz, 1999) o Shrek (Andrew Adamson, Vicky Jenson, 2001) hicieron que perdiera mi fe en uno de los actores que mas horas de disfrute me había dado en mi cinéfila vida.
Por lo visto Eddie Murphy no tenía muchas ganas de rodar esta película, pero tenía un contrato exclusivo con la Paramount (contrato que incluyó Limite 48 Horas o Superdetective en Hollywood) y acepto rematar dicho contrato a cambio de que Paramount liberase los derechos de El profesor chiflado y así Murphy poderse hacer con el ansiado por el papel en el remake del clásico de Jerry Lewis. La película está basada en un argumento del propio Murphy y escrita por tres novatos en el tema, hecho que explica lo hueco del guion que partiendo de una interesante premisa se queda en nada, un conjunto de escenas presuntamente cómicas y otras ligeramente “terroríficas” que ni aportan nada ni van a ningún sitio y es que este intento de homenaje al Blaxploitation y al cine de terror clásico se queda a medio gas en todos sus frentes; de cine de terror clásico solo tiene la ambientación nocturna y la profusión de humos y nieblas y de Blaxploitation, salta a la vista, todo el reparto principal está compuesto por negros. A mí, como película de terror no me funciona nada (mas allá de cierta atmosfera) y como comedia tan solo me funcionan el dúo secundario formado por Kadeem Hardison y John Witherspoon, que interpretan a dos completos tarados que no paran de soltar chistes malos, improperios, rajadas e insultos cada vez que aparecen en pantalla. Por lo demás, la interpretación de Eddie Murphy no está mal, pero no me dice nada. En su momento, cuando vi la película de estreno tampoco me gusto, este no era el Murphy que a mí me gustaba y viéndola ahora me ha pasado lo mismo, me gusta más el Murphy que interpreta otros papeles en la película (el predicador o Guido) que cuando interpreta al vampiro protagonista. Así que aparte de quedarme con Hardison y Witherspoon, me quedo con la maravillosa Angela Bassett, que, esta sí, me sigue gustando como cuando vi el estreno allá por el lejano 1995. 4/10
Intento descafeinado de hacer una comedia de terror por parte de un Wes Craven que venía un año antes de rematar sus saga de Freddy Krueger con La nueva pesadilla de Wes Craven (1994) y que lo petaría un año después con Scream: vigila quien llama (1996), pero que con esta Vampire in Brooklyn se quedo a medio gas.
La película fue rodada entre Brooklyn y los estudios de la Paramount Pictures en Los Ángeles, tuvo un presupuesto de 20 millones de dólares y pese a petarlo en su estreno durante las fiestas de Halloween, su recaudación a nivel mundial tan solo ascendió hasta los 28 millones de dólares, convirtiéndose en un fracaso como la copa de un pino y en uno de los últimos clavos sobre el ataúd de Eddie Murphy que ya venía añadiendo clavos desde hacía unos años con ramplonerías como Su distinguida señoría (Jonathan Lynn, 1992), Boomerang (Reginald Hudlin, 1992) o Superdetective en Hollywood 3 (John Landis, 1994) y que salvo honrosas excepciones como El negociador (Thomas Carter, 1997), Bowfinger: el pícaro (Frank Oz, 1999) o Shrek (Andrew Adamson, Vicky Jenson, 2001) hicieron que perdiera mi fe en uno de los actores que mas horas de disfrute me había dado en mi cinéfila vida.
Por lo visto Eddie Murphy no tenía muchas ganas de rodar esta película, pero tenía un contrato exclusivo con la Paramount (contrato que incluyó Limite 48 Horas o Superdetective en Hollywood) y acepto rematar dicho contrato a cambio de que Paramount liberase los derechos de El profesor chiflado y así Murphy poderse hacer con el ansiado por el papel en el remake del clásico de Jerry Lewis. La película está basada en un argumento del propio Murphy y escrita por tres novatos en el tema, hecho que explica lo hueco del guion que partiendo de una interesante premisa se queda en nada, un conjunto de escenas presuntamente cómicas y otras ligeramente “terroríficas” que ni aportan nada ni van a ningún sitio y es que este intento de homenaje al Blaxploitation y al cine de terror clásico se queda a medio gas en todos sus frentes; de cine de terror clásico solo tiene la ambientación nocturna y la profusión de humos y nieblas y de Blaxploitation, salta a la vista, todo el reparto principal está compuesto por negros. A mí, como película de terror no me funciona nada (mas allá de cierta atmosfera) y como comedia tan solo me funcionan el dúo secundario formado por Kadeem Hardison y John Witherspoon, que interpretan a dos completos tarados que no paran de soltar chistes malos, improperios, rajadas e insultos cada vez que aparecen en pantalla. Por lo demás, la interpretación de Eddie Murphy no está mal, pero no me dice nada. En su momento, cuando vi la película de estreno tampoco me gusto, este no era el Murphy que a mí me gustaba y viéndola ahora me ha pasado lo mismo, me gusta más el Murphy que interpreta otros papeles en la película (el predicador o Guido) que cuando interpreta al vampiro protagonista. Así que aparte de quedarme con Hardison y Witherspoon, me quedo con la maravillosa Angela Bassett, que, esta sí, me sigue gustando como cuando vi el estreno allá por el lejano 1995. 4/10
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