Título Original: The Reef
Título Traducido: El Arrecife
Año: 2010
Duración: 84 Minutos
País: Australia
Director: Andrew Traucki
Guion: Andrew Traucki
Música: Rafael May
Fotografía: Daniel Ardilley
Reparto: Andrienne Pickering, Zoe Naylor, Gyton Grantley, Damian Walshe-Howling, Kieran Darcy-Smith
Productora: Lightning Entertainment
Género: Thriller / Drama
Sinopsis: Un grupo de amigos se encuentra navegando por la gran barrera de coral
"Great Barrier Reef", el arrecife de corales más grande de todo el mundo
en Australia, pero su embarcación vuelca y deciden nadar hasta la costa
todos juntos... cuando un tiburón blanco les empieza a perseguir.
Película Australiana producida, escrita y
dirigida por Andrew Traucki -Black Water (2007), La Jungla (2013)- , rodada íntegramente
en aguas Australianas (Fraser island, Port Lincoln, Bowen, Hervey Bay y la Gran
Barrera de Coral), contó con un presupuesto de 3.5 millones, está protagonizada
por Damian Walshe-Howling, Gyton Grantley, Adrienne Pickering, Zoe Naylor y
Kieran Darcy-Smith y está basada en hechos reales ocurridos en aguas
Australianas en 1983 en el que tres personas fueron asediadas por un tiburón
tigre tras hundirse su barco.
Bueno, por lo que se ve al bueno de Andrew
Traucki o no le gustan los animales o le dan asco los turistas y quiere que los
potenciales viajeros que tengan pensado ir a Australia se lo piensen mejor ya
que si en su anterior Black Water se cebaba sitiando a los personajes frente a
unos cocodrilos en esta The Reef le toca el turno a los tiburones. La Película
nos presenta a Luke (Damian Walshe-Howling), un joven cachitas Australiano que
trabaja llevando veleros de un puerto a otro. Su último encargo es llevar una
de estas embarcaciones de recreo hasta Indonesia y aprovechando el tema invita
al viaje a su coleguita Matt (Gyton Grantley), la novia de este, Suzie (Adrienne
Pickering) y la hermana, Kate (Zoe Naylor), que en el pasado fue pareja de Luke
(y ya se sabe; donde hubo fuego, quedan rescoldos). Al viaje también se suma
Warren (Kieran Darcy-Smith), un compañero de curro de Luke.
Pues bien, los
cinco salen con el velero destino Indonesia y van haciendo escalas en islitas
desiertas para explorar y darse baños en las cristalinas aguas, pero en una de
esas escalas la marea empieza a bajar rápidamente y tienen que salir a toda
leche antes de que el velero encalle pero al poco tiempo chocan contra un
arrecife y el barco se va a pique. Tras sopesar sus opciones (cuentan con una
baliza, pero de corto alcance) Luke decide que lo mejor es nadar al hacia el
norte e intentar llegar a la isla de Tortuga que está a unos 10 kilómetros.
Warren, que conoce esas aguas y sabe que están infestadas de tiburones se niega
y decide quedarse en el velero (que esta boca abajo) y esperar a que alguien le
rescate, pese a los intentos de Luke de que no lo haga ya que la marea le lleva
mar adentro, este sigue en sus trece y se queda, Matt y Suzie deciden seguir a
Luke, Kate decide quedarse con Warren pero cuando ve que los demás se
alejan le entra cosilla y emprende el viaje a nado con ellos. Tras unos buenos
largos empieza el follón cuando divisan a un enorme tiburón que empieza a
revolotear sobre ellos.
A partir de ahí pues lo de siempre en este tipo de películas
sobre ataques de tiburones; mucho plano-contraplano de los náufragos y el tiburón,
mucha visión submarina de piernas en continuo movimiento, mucha aleta de fondo
surcando las inmediaciones y demás parafernalia del genero. Y, es que ya se
sabe, estas películas juegan a su favor con el miedo que por norma general nos
dan los tiburones (y no digas que a ti no, querido lector, porque no tienes
huevos a ponerte en la playa con la tablet o el móvil la peli de Tiburón de
Spielberg y luego darte un baño) y solo por eso ya consigue que te pongas en situación
y en tensión, aunque claro, luego el guion hace aguas (nunca mejor dicho) y
todo se va a pique (nunca mejor dicho de nuevo). En fin, la película se deja
ver (una y no mas), pero no es gran cosa, el planteamiento inicial es poco
original y su desarrollo tres cuartas partes de lo mismo, la película es muy
parecida a Open Water (Chris Kentis, 2003), solo que en esa era una parejita la
que flotaba a la deriva y en esta son cuatro los personajes (estereotipados)
que sufrirán las acometidas del tiburón con el único propósito de llegar vivos
a los títulos de crédito finales. En cuanto a los personajes, no me las quiero
dar de guay pero desde el momento en el que empiezan a nadar y aparece el tiburón
ya sabía quién iba a morir y quien no y el orden exacto de defunción, por lo
menos (alerta spoiler) la que consigue llegar al final de la película es Zoe Naylor,
que desde su irrupción en pantalla me había hecho tilín y he podido disfrutar
de su belleza durante la hora y veinte de metraje que dura la película, pese a
que es ponerse el neopreno e irse mis expectativas onanistas por la borda. Por
supuesto, nada más finalizar esta he ido corriendo (como buen pajillero) a
google para saber (y ver) mas de esta hermosa mujer. En resumen, una película
previsible, con poca tensión y que no aporta nada nuevo al género, a los
amantes del mismo puede que os guste, a mi ni fú ni fá, no me ha dicho gran
cosa y pese a su corta duración me ha aburrido en ciertos momentos, además no
hace mucho que vi The Shallows (Jaume Collet-Serra, 2016) y pese a que es una
fantasmada la disfrute muchísimo mas que esta.
3.5/10
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