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miércoles, 19 de julio de 2017

The Conversation (1974)


Título Original: The Conversation
Título Traducido: La Conversación
Año: 1974
Duración: 113 Minutos
País: Estados Unidos
Director: Francis Ford Coppola
Guion: Francis Ford Coppola
Música: David Shire
Fotografía: Bill Butler
Reparto: Gene Hackman, Harrison Ford, Robert Duvall, John Cazale, Allen Garfield, Cindy Williams, Teri Garr, Frederic Forrest.
Productora: American Zoetrope / Paramount Pictures
Género: Thriller / Intriga / Drama
Sinopsis: Harry Caul, un detective de reconocido prestigio como especialista en vigilancia y sistemas de seguridad, es contratado por un magnate para investigar a su joven esposa, que mantiene una relación con uno de sus empleados. La misión, para un experto de su categoría, resulta a primera vista inexplicable, ya que la pareja no ofrece ningún interés alguno. Sin embargo, cuando Harry da por finalizado su trabajo, advierte que algo extraño se oculta tras la banalidad del caso, ya que su cliente se niega a identificarse, utilizando siempre intermediarios. 

Película de 1974 escrita, producida y dirigida por Francis Ford Coppola (su película favorita según el). Producida por Paramount Pictures junto a la propia compañía del director, American Zoetrope, tuvo un presupuesto de un millón y medio de dólares aproximadamente y recaudo en los Estados Unidos casi cinco. Fue rodada íntegramente en San Francisco (EEUU), tiene una duración de 113 minutos, está interpretada en sus papeles principales por Gene Hackman, John Cazale, Allen Garfield, Harrison Ford y Robert Duvall y estuvo nominada a tres Oscar; mejor película, mejor sonido y mejor guion original, quedándose en blanco pero ganando la Palma de Oro en el festival de Cannes. 
Harry Caul (magnifico Gene Hackman) es un devoto católico y amante del Jazz al que le gusta tocar su saxofón mientras escucha sus viejos discos en la soledad de su casa de San Francisco. Pero Harry también es un experto en vigilancia electrónica que ofrece sus servicios tanto al gobierno como a empresas privadas que está considerado como el mejor de la profesión. Su último trabajo, encargado por un poderoso magnate (Robert Duvall) consiste en grabar la conversación de una joven pareja -la mujer del magnate y su amante- en una plaza pública, pese a las dificultades técnicas Harry y su ayudante Stanley (John Cazale) consiguen grabarlos ya que disponen de un equipo ultra moderno fabricado por el propio Harry. 
A Harry, que es un hombre solitario y taciturno, no le gusta inmiscuirse en sus encargos, como el mismo dice: "es sólo un trabajo, se supone que no tienes que sentir nada, sólo hacerlo" así que él se limita a hacer el trabajo y punto ya que en el pasado tras un encargo aparecieron tres personas muertas, hecho que aun le atormenta, así que cumple con su cometido y no presta atención a las grabaciones. Pero mira tú por dónde que durante este último encargo -el de la joven pareja- caerá en la tentación de escuchar las cintas rompiendo sus propias reglas y lo que escucha en ellas empieza a atormentarle y a removerle la conciencia queriendo saber más y metiéndose poco a poco en una espiral paranoide. Supongo que el hecho de que esta película se estrenase entre los dos Padrinos ha hecho que este infravalorada (a niveles mainstream) como producto menor en la filmografía de Coppola e incluso este casi olvidada, pero para mí es una obra fascinante repleta de lecturas y detalles inquietantes, mas allá de la trama de espionaje tenemos una película sobre sentimientos reprimidos de un hombre que espía los secretos de los demás, pero que guarda celosamente su vida privada, rodada con pericia, ejecutada de forma excelente y con un final estremecedor. 
Hackman interpreta a este personaje con muy pocas variaciones, en un ejemplo de contención y sobriedad, mezclando fragilidad e inteligencia, cerrazón y fuerza de voluntad. A su lado no desmerecen John Cazale, Harrison Ford o Robert Duvall, que pese a que sus roles son casi anecdóticos imprimen personalidad al conjunto y dan aplomo al viaje de Harry hacia la paranoia y la culpabilidad. En definitiva, una arriesgada apuesta de Coppola por desmarcarse de la comercialidad y por qué no, la accesibilidad de la saga de El Padrino y acercarse de manera sutil y convincente al alma de las personas grises y anónimas cuyas vidas pueden parecer poco interesantes, pero cuyos interiores rebosan pulsiones que contradicen a la pasividad de sus rostros. Todo enmarcado en un aura de thriller detectivesco pero que encierra en si algo mucho más intimo y personal: el estudio pormenorizado de su protagonista, el fascinante Harry Caul. Y este hecho diferencial fue el que le trajo más de un quebradero de cabeza a Coppola para poder dirigirla, llevaba años dándole vueltas, pero ningún estudio quería producirla debido a ese tufo a cine europeo (en el peor sentido del término) para los estándares de Hollywood. No fue hasta el tremendo éxito de El Padrino que pudo lanzarse a producir con sus propios medios la que para mí es una de las grandes películas del llamado nuevo cine americano de los años 70. Imprescindible.

8/10
 

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