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jueves, 6 de julio de 2017

The Invisible Man (1933)


Título Original: The Invisible Man
Título Traducido: El Hombre Invisible
Año: 1933
Duración: 71 Minutos
País: Estados Unidos
Director: James Whale
Guion: R.C. Sherriff, Philip Wyle (Novela: H.G. Wells)
Música: Heinz Roemheld
Fotografía: Arthur Edeson
Reparto: Claude Rains, Gloria Stuart, William Harrigan, Henry Travers, E.E. Clive, Una O´Connor, Dudley Digges, Walter Brennan.
Productora: Universal Pictures
Género: Fantástico / Terror / Ciencia Ficción
Sinopsis: Adaptación de una novela de H.G. Wells sobre un hombre que posee la facultad de hacerse invisible.

Película de ciencia ficción o "fantástico" -aunque enmarcada dentro del género de Monstruos de la Universal- de 1933 dirigida por James Whale, director entre otras de Frankenstein (1931), La novia de Frankenstein (1935) o El hombre de la máscara de hierro (1939) y basada en la novela homónima de H.G. Wells. 
La cinta está protagonizada por Claude Rains, Gloria Stuart (¡Ojo que esta es la vieja del Titanic de James Cameron¡) y William Harrigan en sus principales papeles, cuenta con un guion de R.C. Sherriff, una banda sonora de Heinz Roemheld y por encima de todo unos soberbios (estamos en 1933) efectos especiales a cargo de John P. Fulton del que hay que decir que conto con la ayuda de varias personas, entre ellas John C. Mescall, Frank D. Williams, Roswell A. Hoffmann y Bill Heckler para currarse el efecto de invisibilidad sobre el que gira toda la trama de la película, estos recurrieron a diversas técnicas para lograr dicho efecto, tales como el stop motion, la doble exposición y los cables. Una de las técnicas utilizadas consistió en vestir a Claude Rains con terciopelo negro bajo los vendajes y ropa, y filmarlo frente a un fondo negro. Estas escenas eran luego combinadas con las tomas donde aparecían los demás actores y la escenografía. En la escena final de la película, donde el efecto del suero deja de surtir efecto, se muestra cómo el protagonista lentamente se hace visible. Esto se logró filmando de forma gradual los elementos que aparecen en pantalla (la almohada hundida, la calavera, los músculos de la cara), para finalizar con el rostro de Claude Rains. Además de estas técnicas, fue necesario retocar cerca de 64.000 fotogramas, tela. La película dura 71 minutos, es en blanco y negro (obvio), tuvo un presupuesto de unos 320.000 dólares y se rodo íntegramente en los estudios de la Universal, que para algo puso la pasta, durante los meses de junio y agosto de 1932. Y para rematar las curiosidades decir que el proyecto le fue asignado en un principio al director Cyril Gardner y entre los actores contactados para interpretar al Hombre Invisible estuvo el mítico Boris Karloff, pero rechazo el papel tras las presiones del productor Carl Laemmie Jr. para que bajase su salario, otros actores considerados para el rol fueron Chester Morris, Paul Lukas y Colin Clive, pero como es sabido el papel fue finalmente asignado a Claude Rains por petición expresa del director en el que sería el primer papel protagonista de Rains y que lo catapultaría directamente a la fama. 
Y ¿la trama? Pues sencillita, para que nos vamos a engañar. Un misterioso hombre llamado Jack Griffin (Claude Rains), cuyo rostro está cubierto por vendajes, llega al pequeño pueblo de Iping durante una copiosa nevada, donde pide alojamiento en una posada atestada de lugareños. Mientras tanto, en su ciudad, su novia Flora (Gloria Stuart) está preocupada por su paradero. Antes de irse, Griffin estaba trabajando en un experimento secreto. Al cabo de una semana, Griffin sigue instalado en la habitación de la posada dándole sin parar y con avidez al quimicefa, los posaderos, hartos de que no les pague deciden tirarlo de la posada, pero en ese momento Griffin revela su verdadero ser, despojándose de los vendajes y dejando ver al Hombre Invisible desatando el pavor entre los viejales asiduos a la posada. Al poco tiempo entendemos el porqué de su comportamiento ya que el Doctor Cranley (Henry Travers), colega de Griffin y padre de Flora junto a su también colega Arthur Kemp (William Harrigan) descubren que Griffin había estado tomando durante sus experimentos una droga llamada Monocaina, que según Cranley volvió loco a un perro al que se le inyecto. Pronto Griffin acudirá, loco y desatado a Kemp para que sea su socio -bajo amenaza de muerte- en una empresa muy particular: Perpetrar crímenes y sembrar el terror en todo el planeta para hacerse con su control (Aquello tan típico del científico loco que manipula las leyes de la naturaleza y acaba pagando un alto precio por ello). La policía deberá ponerse manos a la obra antes de que El Hombre invisible se adueñe de todo y deje un reguero de cadáveres a su paso. A ver, hacia tanto que no veía esta peli que apenas recordaba nada y tras verla me he llevado un pequeño chasco. El inicio, con el hombre invisible llegando a la posada cubierto de vendajes, me ha parecido cojonudo pero a partir de que revela su identidad y empieza la acción me ha parecido demasiado repetitiva y redundante, se nota que el director y los fumapuros de la Universal dejaron un poco de lado el guion y pusieron toda su artillería en mostrar los magníficos efectos especiales ya que desde que descubrimos la invisibilidad del personaje todo pasan a ser escenas en plan !aquí manda mi polla! para que el publico de la época alucinase pepinillos -Chicote dixit- viendo o en este caso no-viendo al hombre invisible haciendo de las suyas, véase; volcar frascos de tinta, quitar y tirar sombreros, montar en bici frente a los incrédulos transeúntes y un largo etcétera de paridas que no van acorde con la magnificencia de la premisa. Cierto es que la peli va directa al grano, no aburre y más o menos mantiene el interés, pero vista hoy en día se me queda corta, se le podría haber sacado más jugo si no lo hubiesen fiado todo a los efectos visuales y especiales y si se hubiesen currado mas los personajes y la trama -¡mas terror leñe!- pero al final me ha dado la impresión de estar viendo en pantalla una brutal idea pero pobremente realizada y con unas escenas equivocadas de tono (o eso me pareció a mi). Por otra parte avisar de que si vais a verla lo hagáis en versión original ya que Claude Rains lo borda con su voz, rozando la sobreactuación y la bizarrada a niveles épicos y por contra la versión doblada es una autentica chapuza que hace que parezca que estemos ante una comedia de vodevil más que ante una película de terror o ciencia ficción. Para rematar la faena decir que el autor, H.G. Wells se ve que no acabo muy contento con el resultado de la adaptación ya que donde el vislumbro un científico brillante para su novela acabo convertido, según Wells, en un lunático bromista y megalomaniaco. En fin, que la peli no esta mal pero podria haber dado mucho más de si.

5/10
 

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