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jueves, 5 de enero de 2017

The Last American Virgin (1982)


Título Original: The Last American Virgin
Título Traducido: El Último Americano Virgen
Año: 1982
País: Estados Unidos
Director: Boaz Davidson
Guión: Boaz Davidson
Música: Mark Allen
Fotografía: Adam Greenberg
Reparto: Lawrence Monoson, Diane Franklin, Steve Antin, Joe Rubbo, Louisa Moritz, Brian Peck, Kimmy Robertson.
Productora: Golan-Globus Productions / MGM
Género: Comedia / Drama
Sinopsis: Rick es el "Adonis" de los sueños de cada chica, y él lo sabe. David es el alegre de la escuela superior, que es importante sólo porque dispone de dinero. Gary es el típico adolescente al borde de la virginidad, es nuestro americano virgen. Caren es la joya del colegio y, naturalmente, es perseguida por toda la población infantil. Gary tiene un empleo que ejerce después del colegio repartiendo pizzas. Enamorado de Caren desde la primera vez que la vio, Gary trata de conseguirla, pero ella lo rechaza alegando que tiene “otros planes”, que resultan ser su mejor amigo; Rick. En un intento de apartar a Rick de Caren, Gary organiza una excursión a casa de Carmela, una explosiva mexicana que recibe con alegría a Rick, Gary y David...

El Ultimo Americano Virgen (Boaz Davidson, 1982) es un remake del film Israelí Polo De Limón (1978) dirigido por el mismo director y basado en experiencias de su propia juventud. Pero esta vez la acción en lugar de transcurrir en los años 50 se traslada a los años 80 y pese a que pueda parecer que estamos ante la típica comedia gamberra al estilo Porky´s (Bob Clark, 1981), American Pie (Paul Weitz, 1999) o Virgen a los 40 (Judd Apatow, 2005) cargada de sexo y humor no es así -que también lo hay-, pero va mas allá. Estamos ante una producción "Cannon", con todo lo que ello conlleva, rodada íntegramente en California (EEUU), con una banda sonora cojonuda con temazos de REO Speedwagon (Keep On Loving You) o Journey (Open Arms) y pese a que se quería hacer una franquicia al estilo de "Polo de Limón" con el título de "El Ultimo Americano..." la cosa no fructífero, supongo que debido a los escasos cinco millones de recaudación y no se hicieron mas películas. 
Gary (Lawrence Monoson) es un jovenzuelo que va al instituto y se saca unas perrillas trabajando como repartidor de Pizzas, entre clase y clase sale de fiesta con sus dos inseparables amigos Rick (Steve Antin) y David (Joe Rubbo), los tres se mueren por "mojar" sea como sea. A Rick se le da bastante bien ligar con tías ya que es un guaperillas seguro de sí mismo, David, pese a ser gordito también se las ingenia para acabar metiendo el churro, pero al bueno de Gary se le hace mas cuesta arriba y mas desde que al instituto llega Karen (Diane Franklin), una preciosa jovencita de la que Gary cae rendidamente enamorado. Tras unos lamentables intentos por acercarse a ella la cosa se tuerce cuando Rick se le adelanta, se la liga y de propina se la pasa por la piedra lo que pondrá en un grave compromiso la amistad entre ambos. 
Hasta aquí podríamos decir que llega la comedia gamberra en la que hemos tenido, fiestas, alcohol, drogas, tetas, hormonas disparadas y ese largo etcétera de tópicos de las comedias juveniles de pajilleros, pero en este punto la película da un giro y se convierte en un dramón trágico en el que tienen cabida la lealtad entre amigos, el aborto, el trato a las mujeres, el amor no correspondido, el desengaño, la traición o el pagafantismo elevado al cubo. Y es que esta película tiene una historia de fondo -alternada por gags- y sobre todo un desenlace que es una autentica bofetada de realidad que la convierten en una de las comedias más duras de la historia del cine. Más de uno se podrá sentir identificado con el personaje de Gary, interpretado magistralmente por Lawrence Monoson, sobre todo si habéis tenido un amor de juventud no correspondido. En resumen, una película bastante olvidada pero muy disfrutable con dos partes muy diferenciadas entre sí, con una primera hora de cachondeo y unos últimos 30 minutos asombrosamente duros y reales para lo que estábamos acostumbrados hasta ese momento y con un final al ritmo del Just Once de Quincy Jones que te deja con un nudo en la garganta y que merece pasar a la historia.

7 / 10 


 

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