Título Original: Spectral
Año: 2016
Duración: 108 Minutos
País: Estados Unidos
Director: Nic Mathieu
Guión: Ian Fried, John Gatins
Música: Junkie XL
Fotografía: Bojan Bazelli
Reparto: James Badge Dale, Emily Mortimer, Bruce Greenwood, Max Martini, Clayne Crawford, Ryan Robbins, Ursula Parker, Parker Sawyers, Brian Caspe.
Productora: Legendary Pictures
Género: Ciencia Ficción / Sobrenatural / Bélico
Sinopsis: Un grupo de Operaciones Especiales se prepara para hacer frente y dar
caza a unos seres sobrenaturales que están atacando Moldavia.
Película dirigida por el primerizo Nic Mathieu
que iba a ser estrenada en cines pero Universal paso de ella como de la mierda
y acabo ampliando el exclusivo catalogo fílmico de Netflix. Filmada en Hungría
y Eslovaquia -ahorrando costes, muy del estilo Legendary- se estreno el pasado
9 de diciembre y nos presenta una historia a medio camino entre el thriller
militar y la ciencia ficción sobrenatural protagonizada por James Badge Dale
-Rubicon (2010), 13 Horas: Los soldados secretos de Bengasi (2016)-, Emily Mortimer
-Match Point (2005), Cinturón Rojo (2008)-, Bruce Greenwood -El Núcleo (2003),
Star Trek (2009)-, Max Martini -The Unit (2006), Capitán Phillips (2013)- y
Clayne Crawford -Arma Letal (2016)- en sus papeles principales.
El doctor Clyne
(James Badge Dale) trabaja para la agencia DARPA (Defense Advanced Research
Projects Agency) construyendo cacharros de todo tipo para el ejército
americano. Cierto día su superior le dice que haga el petate y se las pire
cagando leches a Moldavia porque unas gafas térmicas que están utilizando las
fuerzas especiales están funcionando muy malamente. Aun teniendo la mosca tras
la oreja para allá que va y al llegar, el jefazo de la misión, el General
Orland (Bruce Greenwood) le enseña lo que grabaron las gafas de un miembro de
las fuerzas especiales antes de morir para que le dé su opinión. En las imágenes
se ve lo que parece ser un espectro, fantasma o algo parecido. De primeras el
doctor Clyne no sabe muy bien que pensar así que como buen científico pide más
tiempo para poder estudiar bien el fenómeno, pero por allí hay una agente de la
CIA, Fran Madison (Emily Mortimer) que le mete caña ya que piensa que debido a
la corrupción campante y la morterada de pasta que están robando las
autoridades que hay en Moldavia debido a la guerra civil puede ser que se trate
de un sofisticado método de camuflaje del ejército enemigo. En fin, que a Clyne
no le queda otra que sacar de su equipaje un cacharro hecho con el mismo
material que las gafas pero a lo grande y que graba en el rango espectral -o
algo así- y pedirle al general que le deje montarlo en un tanque y salir con
las fuerzas especiales para grabar con nitidez el asunto, ya que dicha cámara
grabara con mucha mas definición lo que cojones sea que hayan grabado las
dichosas gafas. A partir de ahí Clyne, con la ayuda de las fuerzas especiales y
de la agente de la CIA deberán tratar de averiguar que cojones está pasando
antes de que dichos espectros los aniquilen uno a uno.
Bueno, estamos ante una película
para televisión, así que por mucho Netflix que sea tampoco hay que esperar que
ofrezcan obras maestras a precio de saldo. Partiendo de esa base tengo que
reconocer que la película me ha parecido bastante entretenida, no es una película
que vaya a ver cada dos por tres, pero para pasar una buena tarde viendo un
argumento de Serie B con más medios no está nada mal. Cierto es que es muy
simplona en su desarrollo y que tanto la trama como los personajes los hemos
visto cien veces y no menos cierto es que hay doscientos clichés por segundo,
pero aun así tiene su aquel pese a dejar cierta sensación de mezcladillo,
porque aquí tenemos de todo y bastante agitado; tenemos pequeños destellos que
pueden recordar a películas como Black Hawk Down (Ridley Scott, 2001), Aliens:
El Regreso (James Cameron, 1986) o Final Fantasy (Hironobu Sakaguchi, 2001),
incluso a algún videojuego tipo Halo o Call Of Duty o a algún Anime tipo
Appleseed (Kazuyoshi Katayama, 1988), todo en pequeñas dosis, eso sí. De la
banda sonora no hablo porque ni me acuerdo, así que no estaría muy allá, técnicamente
vale la pena remarcar los efectos especiales, bastante majos para el poco
presupuesto de la película. Y, por lo demás poco que decir, quizás le lastre un
poco la indefinición, al principio parece que vamos a ver un tipo de película
pero con el transcurrir de los minutos va dando bandazos; De la acción al
misterio, pasando por el terror sobrenatural para acabar metida de lleno en la
ciencia ficción futurista, cosa que hace que al final no se decante por ningún
genero en concreto dando como resultado una película entretenida pero que se
pasa la verosimilitud por el forro y, ojo, que a mí eso me la pela bastante en
este tipo de pelis, pero por lo menos cúrrate un poco el guion macho, porque
parece que las cosas pasen porque tienen que pasar y punto, hay demasiadas
soluciones al vuelo, sin apenas explicaciones ni porqués del asunto y eso da
como resultado un guion lleno de agujeros que para colmo no profundiza ni en la
historia en si ni en el desarrollo de personajes, con lo que la empatía se va a
la mierda. En cuanto a los actores me parece que el único que está a la altura
es James Badge Dale, los demás estaban de vacaciones en Hungría y punto, Emily
Mortimer no sabe ni que cojones pinta ahí y los que interpretan a las fuerzas
especiales... pues eso, poniendo cara de chungos y ya tal. En fin, que podría
haber sido una gran película para cines si los de Universal hubiesen soltado un
pastizal, pero que al acabar en Netflix se ha convertido en una entretenida y
vistosa, pero vacía y algo sosa película para rellenar la parrilla. Al final la
sensación que te deja es como la del propio protagonista de la peli; Llega,
hace su trabajo y se va. Pues aquí mas de lo mismo; La ves, la borras y sigues
a lo tuyo.
5.8 / 10
No hay comentarios:
Publicar un comentario