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miércoles, 24 de febrero de 2021

El Laberinto Rojo (Jon Avnet, 1997)

 


El guionista Robert King, autor de los libretos de Nido Subterráneo (Terence H. Winkless, 1988), Chicos de fuego (Fritz Kiersch, 1988), Imposible de matar (Cirio H. Santiago, 1989) con la tremebunda Monique Gabrielle o La isla de las cabezas cortadas (Renny Harlin, 1995) llevaba un tiempo moviendo por Hollywood un guion sobre la falta de libertades y juicios justos en la China comunista y finalmente fue la Metro-Goldwyn-Mayer quien se hizo con el para producirlo. Para dirigir el cotarro se contrato a Jon Avnet, director sin gran personalidad en sus trabajos pero muy correcto en la ejecución y que aquí entrega un entretenido (sin mas) drama judicial con toques de thriller. Avnet había despuntado con su primer largo para cine, Tomates verdes fritos (1991) y que venia de dirigir un par de películas, The War (1994) e Intimo y personal (1996) que si bien no habían sido grandes éxitos de taquilla si que habían tenido buenas criticas y que también se involucro en labores de producción junto a su socio Jordan Kerner con su productora Avnet/Kerner Productions. A la Metro (que también ejercería de distribuidora) y Avnet y Kerner se les unieron en dicha labor Gail Katz y su socio el director y productor Wolfgang Petersen, que venían de producir En la linea de fuego (1993), Estallido (1995) y Air Force One (1997), las tres dirigidas por el propio Petersen.
La trama nos presentaba a el abogado americano Jack Moore, que está a punto de cerrar en Pekín un contrato entre una compañía de televisión estadounidense y el gobierno chino. Hasta que los funcionarios chinos decidan, le ofrecen a él y a su delegación un variado programa de entretenimiento. En el marco de ese programa Moore se encuentra con una joven modelo, con la que pasa la noche y que se encuentra muerta al día siguiente, brutalmente asesinada. Moore es detenido, porque piensan que él es el asesino y la modelo resulta ser además la hija de un general chino, que desea verlo muerto. Para defenderse contara con la ayuda de una joven abogada china llamada Shen Yuelin, que de primeras no cree en su inocencia, pero que poco a poco descubrirá que algo huele a podrido en el gigante rojo y sus instituciones.
El diseño de producción corrió a cargo de Richard Sylbert, diseñador curtido en mil batallas gracias a películas como Esplendor en la yerba (Elia Kazan, 1961), El mensajero del miedo (John Frankenheimer, 1962), ¿Quien teme a Virginia Woolf? (Mike Nichols, 1966), El graduado (Mike Nichols, 1967), La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968), Chinatown (Roman Polanski, 1974), Dispara a matar (Roger Spottiswoode, 1988) o Atrapado por su pasado (Brian De Palma, 1993) y que para esta película tuvo que realizar dos viajes de investigación a China donde tomo mas de 1.500 fotografías para proporcionar referencias de la vida real para la posterior construcción de los sets de rodaje que incluían una reproducción de dos hectáreas de un vecindario de Beijing que se construyo cerca del aeropuerto internacional de Los Angeles y que incluía 300 bicicletas, 15 coches y miles de accesorios, desde estufas hasta tapas de alcantarillas que habían sido importadas desde China. Así mismo y para aumentar el sentido de la realidad de la película, el director Jon Avnet, la actriz Bai Ling y el productor Martin Huberty viajaron a Beijing y durante una semana estuvieron filmando en plan “guerrilla” sin el conocimiento o permiso del gobierno Chino. Ademas de recrear Beijing en Los Angeles también se rodó en los Culver Studios y en el aeropuerto de Long Beach.
La fotografía de la película se le encargo al alemán Klaus Walter Lindenlaub, director de fotografía de cabecera de Roland Emmerich con el que había trabajado en El secreto de los fantasmas (1987), Estación lunar 44 (1990), Soldado universal (1992), Stargate (1994) e Independence day (1996) y que venia de trabajar con Avnet en Intimo y Personal un año antes.
Para componer la banda sonora, Avnet se trajo a otro compinche con el que también había trabajado en Intimo y Personal: el compositor Angelino Thomas Newman, encargado de bandas sonoras del calibre de Jóvenes ocultos (Joel Schumacher, 1987), Tomates verdes fritos (Jon Avnet, 1991), El juego de Hollywood (Robert Altman, 1992), Esencia de mujer (Martin Brest, 1992), Cadena perpetua (Frank Darabont, 1994), Mujercitas (Gillian Armstrong, 1994) o El escándalo de Larry Flint (Milos Forman, 1996) y que aquí nos deja temas remarcables como “Main title”, “Shen Yuelin” o “Remarkable things”.
El proceso de casting se le encargo a David Rubin, que tras iniciar su carrera en el Saturday Night Live de Nueva York se mudo a Los Angeles y ejerció de director de casting en películas como El nombre de la rosa (Jean Jacques-Annaud, 1986), Dos sabuesos despistados (Tom Mankiewicz, 1987), Los fantasmas atacan al jefe (Richard Donner, 1988), La guerra de los Rose (Danny DeVito, 1989), Dias de trueno (Tony Scott, 1990), Análisis final (Phil Joanou, 1992), La tapadera (Sydney Pollack, 1993), Waterworld (Kevin Reynolds, 1995) o Intimo y personal (1996) en la que coincidió con Jon Avnet.
Rubin eligió a Richard Gere, que venia de petarlo fuerte con El primer caballero (Jerry Zucker, 1995) y Las dos caras de la verdad (Gregory Hoblit, 1996) con la potente irrupción de Edward Norton en la gran pantalla, para interpretar a Jack Moore; para dar vida a Shen Yuelin, la abogada defensora de Moore se contrato a la actriz china Bai Ling, que tres años antes había dado el salto a Hollywood tras una corta carrera en su país natal con la película El cuervo (Alex Proyas, 1994) y que venia de interpretar un pequeño papel en Nixon (1995) de Oliver Stone; Byron Mann, el inefable Ryu de la desastrosamente cómica Street Fighter: La ultima batalla (Steven E. de Souza, 1994) se hizo con el papel de Lin Dan; Robert Stanton, visto en Ellas dan el golpe (Penny Marshall, 1992), Daniel el travieso (Nick Castle, 1993) o Stiptease (Andrew Bergman, 1996) daba vida al funcionario de la embajada americana Ed Pratt y la actriz china Tsai Chin, conocida por interpretar a Lin Tang en El regreso de Fu-Manchu (Don Sharp, 1965), Las novias de Fu-Manchu (Don Sharp, 1966), La venganza de Fu-Manchu (Jeremy Summers, 1967) y Fu-Machu y el beso de la muerte (Jesus Franco, 1968) se hizo con el papel de la jueza Xu.
La película tuvo un presupuesto de 48 millones de dolares y recaudo 22 en el mercado americano convirtiéndose en un absoluto fracaso de taquilla.
A ver, estamos ante un vehículo para el lucimiento de Richard Gere, así que tampoco se le puede pedir mucho mas, quizás si en vez de Gere la protagonizase un actor con mas enjundia dramática seria mejor película, pero aquí hemos venido a ver al bueno de Richard corriendo, huyendo entre tejados chinos, siendo vilipendiado por las autoridades chinas y redimiéndose de sus pecados pasados y eso, joder, mola y entretiene, así que le perdonamos la panfletada tendenciosa, maniquea, y simplificadora anticomunista y si nos dejamos llevar por la acción y el suspense, la película se deja ver fácilmente Aunque tras este nuevo revisionado he de decir que lo que mas me ha gustado ha sido la presencia y el buen hacer de Bai Ling, una actriz a la que no le he seguido mucho la pista, pero que en esta película me ha sorprendido para bien. 6/10

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