Lady In A Cage (Walter Grauman, 1964)
Cornelia Hilyard (Olivia de Havilland) se instala, tras romperse la cadera, un ascensor en su lujosa casa de tres pisos.
Todo va de maravilla hasta que el 4 de julio, fiesta nacional, se despide de su hijo y al subirse al ascensor se va la luz y se queda atrapada en el, al tratar de pedir ayuda lo único que consigue es que una pandilla de malhechores entre en su casa, a partir de ahí se desata la locura y yo asisto a una película tremendamente dirigida por Walter Grauman con un pulso férreo y un incesante desfile de momentos gloriosos; La violencia, la alienación de la sociedad, el terror, la soledad, el calor asfixiante, el timbre (ese desquiciante timbre) de auxilio, el brutal y violento James Caan (en su primer papel en cine), la tensión y el suspense, el drama familiar del que es inconsciente esta mujer, los brillantes títulos de crédito, la afilada banda sonora, los coches que pasan, el helicóptero que sobrevuela, el oro, la vajilla, la maldad por la maldad, la falta de cualquier ética o moral, la silla eléctrica, la dureza y sequedad de Peckinpah sin Peckinpah, los soliloquios y la arrebatadora interpretación de Olivia de Havilland y así un no parar. En definitiva, un absoluto sorpresón que me he llevado con esta notable película de género de la que ni tan siquiera había oído hablar.
No la dejes pasar. 7/10
Todo va de maravilla hasta que el 4 de julio, fiesta nacional, se despide de su hijo y al subirse al ascensor se va la luz y se queda atrapada en el, al tratar de pedir ayuda lo único que consigue es que una pandilla de malhechores entre en su casa, a partir de ahí se desata la locura y yo asisto a una película tremendamente dirigida por Walter Grauman con un pulso férreo y un incesante desfile de momentos gloriosos; La violencia, la alienación de la sociedad, el terror, la soledad, el calor asfixiante, el timbre (ese desquiciante timbre) de auxilio, el brutal y violento James Caan (en su primer papel en cine), la tensión y el suspense, el drama familiar del que es inconsciente esta mujer, los brillantes títulos de crédito, la afilada banda sonora, los coches que pasan, el helicóptero que sobrevuela, el oro, la vajilla, la maldad por la maldad, la falta de cualquier ética o moral, la silla eléctrica, la dureza y sequedad de Peckinpah sin Peckinpah, los soliloquios y la arrebatadora interpretación de Olivia de Havilland y así un no parar. En definitiva, un absoluto sorpresón que me he llevado con esta notable película de género de la que ni tan siquiera había oído hablar.
No la dejes pasar. 7/10
Shotgun Stories (Jeff Nichols, 2007)
A primera vista puede parecer una pequeña película independiente pero
tras verla te das cuenta de que hay mucho más. Tenemos drama familiar,
un tenso thriller sureño con pinceladas de western en el que la tragedia se va cociendo poco a
poco, un guion y unos personajes con calado, una cadencia lacónica en el
ritmo que te va envolviendo en un manto trágico y desolador, sangre,
honor, dolor, relaciones familiares y un Michael Shannon que con solo su
mirada y su voz demuestra el enorme actorazo que es. Si a eso le añades
una buena banda sonora, una atmosfera abrasadora y unas cuantas
canciones del gran Benny Mardones de fondo nos da como resultado una
interesantísima película que vale mucho la pena ver. Pequeña
gran sorpresa. 7/10
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