Título Original: Fair Game
Título Traducido: Caza Legal
Año: 1995
Duración: 90 Minutos
País: Estados Unidos
Director: Andrew Sipes
Guion: Charlie Fletcher (Novela: Paula Gosling)
Música: Mark Mancina
Fotografía: Richard Bowen
Reparto: William Baldwin, Cindy Crawford, Steven Berkoff, Salma Hayek, Dan Hedaya, Christopher McDonald, Miguel Sandoval.
Productora: Warner Bros / Silver Pictures
Género: Acción
Sinopsis: Max Kirkpatrick (William Baldwin) es un brillante agente de policía que
se ve obligado a proteger a la atractiva Kate McQuean (Cindy Crawford),
una prestigiosa abogada de derechos civiles de Miami que ve su vida
amenazada por una banda de antiguos agentes del KGB liderada por un
importante hombre de negocios de la antigua Unión Soviética.
Aquí traigo otra peli de acción noventera
denostada totalmente por crítica y publico. En aquellos años las pelis de acción
estaban en la cresta de la ola y a rebufo de pelis como Arma Letal (Richard
Donner, 1987) o La jungla de cristal (John McTiernan, 1988) aparecieron una
ristra de películas de segundo nivel que intentaron seguir la estela de
aquellas pero que se quedaron en el intento. Y ese es el caso de esta Caza
Legal (Fair Game), dirigida por Andrew Sipes -en el que fue se debut y defunción
en la dirección debido al tremendo batacazo de la película-, producida por el
entonces rey midas del cine de acción Joel Silver -que durante mi adolescencia
me hizo disfrutar como un cosaco con peliculones como; Commando (Mark L.
Lester, 1985), Arma letal, Depredador (John McTiernan, 1987), Acción Jackson
(Craig R. Baxley, 1988), Jungla de cristal, De profesión: duro (Rowdy
Herrington, 1989), El gran halcón (Michael Lehmann, 1991), El ultimo Boy Scout
(Tony Scott, 1991), Demolition man (Marco Brambilla, 1993) o Decisión critica
(Stuart Baird, 1996)- con una banda sonora compuesta por el gran Mark Mancina
-que lo peto en esos años con Speed (Jan De Bont, 1994), Dos policías rebeldes
(Michael Bay, 1995), Asesinos (Richard Donner, 1995) o Twister (Jan De Bont,
1996)- y un guion de Charlie Fletcher basado en la novela A Running Duck de
Paula Gosling de la cual también se extrajo la semilla de Cobra (George P.
Cosmatos, 1986).
La película se rodo íntegramente en Florida (EEUU), tuvo un
presupuesto de 50 millones de dólares (Silver no escatimaba en gastos) y una recaudación
mundial de 26, convirtiéndose en un descalabro para la Warner Bros y en la
peste para las carreras de sus dos guapos protagonistas, un William Baldwin (se
le ofreció el papel tanto a Sylvester Stallone como a Keanu Reeves) que venía
de currar en interesantes pelis como Asuntos sucios (Mike Figgis, 1990), Línea
mortal (Joel Schumacher, 1990), Llamaradas (Ron Howard, 1991) o Sliver (Phillip
Noyce, 1993) y que aquí intentaron convertir en héroe de acción y la top model
Cindy Crawford (en un papel para el que se tanteo a Julianne Moore, Geena
Davis, Brooke Shields y Drew Barrymore), que tras el fiasco volvió a sus videos
de aerobic y a las pasarelas y poco más se supo de su carrera como actriz.
Kate
McQuean (Cindy Crawford) es una prestigiosa abogada civil de Miami y runner en
sus tiempos libres a la que cierto día mientras corre por el paseo marítimo de
la ciudad una bala perdida le roza un brazo así que acaba en el departamento de
homicidios donde trabaja el detective Max Kirkpatrick (William Baldwin). Tras
tomarle declaración, Kate se da el piro ya que es una abogada muy ocupada y además
no le da mayor importancia al asunto de la bala ya que no cree ni que haya sido
un disparo, sino un cristal roto de un escaparate que le ha cortado. Pero mira tú
por dónde que a Max se le había olvidado que Kate firmase su declaración, así
que su jefe, el teniente Meyerson (Christopher McDonald) lo manda cagando
leches a casa de Kate para que firme los papeles y al llegar es testigo de cómo
la casa de esta explota en mil pedazos y la abogada sale volando por el balcón
dando con sus huesos en el agua del embarcadero que tiene bajo su casa. Max se
da cuenta enseguida de que eso no es una explosión de gas, sino un atentado ya
que tras la explosión un tipejo empieza a acribillar a Kate en el agua, pero el
detective Kirkpatrick se lanza en plancha a por ella mientras desenfunda su
arma y espanta al asesino a balazos.
Así da comienzo una implacable persecución
de un grupo de ex agentes rusos del KGB que quieren asesinar a Kate ya que podría
tener información derivada de uno de sus casos que podría perjudicarles ya que
tienen intención de cometer un robo a gran escala. Max (que ejercerá de macho
protector) y Kate (sin sujetador el 90% de la película) deberán dejar de lado
sus diferencias y aprender a soportarse para lograr salir con vida del fregado
en el que, sin comerlo ni beberlo, se han metido.
Bueno, como decía antes
estamos ante un segundo escalón en el género de la acción, aquí el guion deja
bastante que desear, pero yo lo paso por alto porque en esos años a mí el guion
me importaba un pepino, lo que me molaba era la acción, los tiros y los protas
molones y duros de matar y esta película tiene todos esos ingrediente a granel.
Desde el maravilloso arranque con el sol saliendo por el horizonte (La carrera
de Sipes se fue al garete tras esta peli, pero este inicio mola que te cagas)
mientras vemos correr a la escultural Cindy Crawford al ritmo de el maravilloso
Main Title que se marca Mark Mancina no pasan ni 15 minutos y ya estamos
metidos en un percal cojonudo de tiros y muertos por doquier a modo de thriller
policiaco que deriva en su parte final en película de acción pura y dura. Vale
que vista hoy en día la trama deja bastante que desear, pero coño, eran los
años noventa y lo que importaba era currarse unas buenas explosiones, tener
persecuciones potentes (y esta las tiene), buenos tiroteos, un malo con carisma
(y Steven Berkoff, que venía de ser un hijo de puta como dios manda en
Superdectective en Hollywood y Rambo, lo era, pese a su insípido papel), una
banda sonora de puta madre y un protagonista que no habrá estudiado en el
Actor´s studio pero que tiene su carisma y a mí me funciona a las mil
maravillas como action hero (el pobre acaba hecho mierda, como debe ser en este
género, tras tanto tiroteo y explosión), si a eso le añadimos a Cindy Crawford
luciendo sonrisa, peinado pantene, palmito y marcando tetas en cada plano, con revolcón
incluido en un tren de por medio, pues ya me dirás. Yo, que eran un adolescente
cuando se estreno no podía pedir más, me molo tanto que en cuanto salió en VHS
me la agencie sin dudarlo. N0 es una obra maestra del género pero tampoco una absoluta porquería
como dicen por los foros de internet. Es una peli de acción noventera,
entretenida que te cagas, que va directa al grano y con un ritmo endiablado en
sus apenas 85 minutos de duración.
6.5/10
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