Título Original: Crazy Horse
Año: 2011
Duración: 134 Minutos
País: Francia
Director: Frederick Wiseman
Guión: Frederick Wiseman
Fotografía: John Davey
Productora: Gilles Granier / Canal + / Zipporah Films / Centre National du Cinéma / Idéale Audience
Género: Documental / Baile
Sinopsis: Documental en el que Wiseman analiza con su cámara la entrañas del "Crazy Horse", el célebre cabaret de París.
Interesante y carnal
documental dirigido por el documentalista y padre del llamado "Cine
directo" Frederick Wiseman -The Store (1983), The Garden (2005), At
Berkeley (2013)- que introduce su cámara en el mítico cabaré Crazy Horse de
Paris.
Fundado en mayo de 1951 por Alain Bernardin, es famoso por ser el mejor
-y más elegante- cabaré de desnudos del mundo. Bernardin, tras un viaje por los
Estados Unidos se quedo prendado por los espectáculos de Burlesque y decidió
trasladarlos a Paris pero dotándoles de un aire europeo con mayor elegancia y sofisticación.
En 1994 lo encontraron en su oficina del club muerto tras haberse pegado un
tiro en la sien, pero esa es otra historia que ni se toca en el documental, así
que la dejaremos para otra ocasión.
La verdad es que no tenía ni idea de lo que
iba a encontrarme en este documental, mas allá de saber que trataba sobre el mítico
Crazy Horse y lo que me he encontrado es un documental muy del estilo de
Frederick Wiseman; El planta la cámara dentro del club y a grabar, ni voces en
off, ni explicaciones ni nada de nada. Así que tenemos una experiencia casi
voyeur sobre el funcionamiento y los entresijos del club y sus integrantes. De
primeras puede parecer aburrido y mas tratándose de una película de más de dos
horas de duración, pero para mí ha sido todo lo contrario, a los 10 minutos ya
estaba tan metido en las entrañas del club que cuando se ha acabado me ha
sabido a poco. Es un viaje alucinante por todos los estamentos del Crazy Horse,
pasando por su salón con capacidad para 250 personas, con sus mesas de terciopelo
con cubiteras y botellas de champan, sus moquetas rojas, sus espejos, la iluminación
tenue y llegando a las entrañas mismas del local -emplazado en un sótano- los
camerinos donde se cambian las artistas y donde se prueban los vestidos y
pelucas para el show. Todo un recorrido que tiene como parada final el
escenario, y es precisamente ahí donde el documental explota, cada uno de los
shows que se ven durante el metraje, ya sean en "directo" o ensayos
me han volado la cabeza, cierto es que lo primero que llama la atención son las
bailarinas semidesnudas -según las normas del señor Bernardin todas deben tener
prácticamente las mismas medidas, sobre 1,70cm de altura, un pecho pequeño o
mediano, un buen y redondo culo y piernas largas-, pero una vez metido en
harina y, pese a que suene a tópico te olvidas de ese detalle y te das cuenta
de que lo realmente importante del espectáculo es lo que viste a esas mujeres:
Unas coreografías geniales, unos muy bien insertados decorados, unas luces y
unos juegos lumínicos de escándalo, unas proyecciones magistrales y sobre todo
una elegancia, una intención y una seducción que te dejan con la boca abierta.
En fin, que me lo vi principalmente porque mi cerebro reptiliano me envió
señales de que podría dar para paja y acabé degustando una exquisita obra de
arte a modo de cabaré que me fascino y subyugo a partes iguales. Recomendable
7 / 10
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