Título Original: Cyborg (AKA Slinger)
Año: 1989/2014
Duración: 86 Minutos
País: Estados Unidos
Director: Albert Pyun
Guión: Kitty Chalmers (Albert Pyun)
Música: Kevin Bassinson
Fotografía: Phillip Alan Waters
Reparto: Jean Claude Van Damme, Deborah Richter, Vincent Klyn, Alex Daniels, Dayle Haddon, Haley Peterson, Blaise Loong, Ralf Moeller.
Productora: Cannon Entertainment / Golan-Globus
Género: Acción / Ciencia Ficción
Sinopsis: Siglo XXI, en un futuro apocalíptico... América está sometida a una
anarquía social donde el caos reina a sus anchas, y sobre la que se
cierne el peligro de una devastadora plaga que puede acabar con la raza
humana. Únicamente, la hermosa Pearl (Dayle Haddon), mitad humana mitad
robot, posee el conocimiento necesario para desarrollar una vacuna que
pueda salvar el mundo. Pero Pearl es capturada por un grupo de piratas
del futuro que pretenden apoderarse del antídoto y así dominar el mundo.
Ahora, sólo el héroe Gibson Rtickenbarker (Jean-Claude Van Damme) con
su increíble habilidad para la lucha y su auténtico dominio del sable,
podrá rescatarla y salvar lo que queda de civilización.
Ya hacía mucho tiempo que
no veía esta extravagancia dirigida por el Ayatolá del bajo presupuesto Albert “Pim Pam” Pyun –Captain America
(1990), Combate Sangriento (1991), Adrenalina (1996)- y aprovechando que me
tope con la versión “Renegada” del director decidí verla. Y es que esta
película tiene mucha miga tras ella.
A mí la película siempre me
molo un huevo, pese a ser una macarrada de Serie B siempre tuvo cierto
magnetismo sobre mí. Por aquellos tiempos, el lejano 1989, Jean Claude Van
Damme venía de rodar Contacto Sangriento (1988) pero aun no era la estrella que
sería más tarde. Los tarados de Menahem Golam y Yoran Globus –mandamases de la
Cannon- venían de petarlo con Masters Del Universo (1987) y pretendían hacer
una secuela que dirigiría el bueno de Pyun, así que se gastaron 2 millones de
pavos en la preproducción porque además de dicha secuela querían que al mismo
tiempo Pyun dirigiese una película sobre Spiderman, pero debido a los problemas
financieros de la compañía tuvieron que romper sus contratos con Mattel y
Marvel y ambos proyectos se fueron a pique, así que aprovechando los decorados
que ya tenían montados –Masters del Universo 2 iba a transcurrir en un futuro
postapocalíptico- Pyun decidió escribir un guion llamado “Cyborg” y tirar
p´adelante con el proyecto. Golam y Globus que deberían ir puestos de coca
aceptaron y así nació esta incomprendida obra maestra del nihilismo
cinematográfico que fue un rotundo fracaso a nivel de criticas pero todo un
pelotazo a nivel comercial ya que costando 500.000 dólares llego a recaudar 10
millones lo que propicio un par de secuelas, una de ellas protagonizada por
Angelina Jolie, pero que nada tenían que ver con la original. La película se
rodo entre California, Arizona y Carolina del Norte y se estreno el 7 de Abril
de 1989. Y, para seguir con las curiosidades decir que Cyborg fue el último
estreno en cines de la Cannon antes de entrar en bancarrota debido a los
excesos de este par de locos maravillosos –Golam y Globus- e irse a pique. El
primer actor pensado por Pyum para el personaje principal fue Chuck Norris,
pero Menahem y Yoran le “sugirieron” –supongo que para abaratar costes- a Van
Damme que por aquel entonces aun era un desconocido. Este, durante una escena
de pelea dejo ciego al actor Jackson Pinckney lo que le valió una demanda que
perdió y por la que tuvo que soltar la friolera de 500 mil dólares. La idea
original de Pyun era hacer una especie de Opera sin diálogos rodada con un
blanco y negro granulado, pero los productores aun no habían esnifado tanta cocaína
y se negaron en redondo. Tras el éxito de Contacto Sangriento (1988), Golam y
Globus le ofrecieron a Van Damme participar en Delta Force 2 (1990), El
Guerrero Americano III (1989) o esta, Van Damme se decidió por Cyborg y años
mas tarde en una entrevista se arrepintió de la elección ya que según sus
palabras “No me gusta la película”. Y como curiosidades y frikadas finales
decir que los protagonistas de la película tienen nombres de guitarras como
Fender (Vincent Klyn), Gibson Rickenbacker (Van Damme) o Marshall Strat (Alex
Daniels) y si hoy en día tenemos esta versión “Renegada” es porque los
productores tiraron a patadas a Albert Pyun de la sala de montaje y le dieron
los mandos al propio Van Damme que ya había hecho lo propio en Contacto
Sangriento, años más tarde, Pyun encontró los masters de su versión y decidió
“sacarla” con su propia productora. Hoy en día se supone que Pyun está
trabajando en una precuela sobre Cyborg que contaría la creación de los
mercenarios o Slingers como él los llama.
Y, ¿de qué va esta peli?
Pues, la película arranca en Nueva York en un futuro impreciso con aires de
vertedero abandonado. Tras una guerra la humanidad vive entre escombros sin
electricidad, tecnología ni jabón para lavarse, la gente trata de sobrevivir
como puede y un pequeño grupo de científicos de Atlanta tratan de restablecer
la tecnología y acabar con una plaga para empezar una nueva sociedad, para ello
mandan a una Cyborg, medio humana medio robot llamada Pearl Prophet (Dayle
Haddon) a través del país para que recopile información de algún Spectrum de casete
que quede en funcionamiento y la traiga de vuelta a Atlanta, pero cuando se
encuentra en Nueva York es atacada por una banda de “piratas” liderada por el
malvado acolito del infierno Fender (Vincent Klyn), un tarado que junto a sus
secuaces a formado una especie de secta de seguidores de Satán y que no dudan
en matar a quien se cruce en su camino mientras filosofan sobre la vida y la
muerte, estos pirados asesinan al guardaespaldas de Pearl y el destino hará que
se cruce en su camino Gibson Rickenbacker (Jean Claude Van Damme), un
mercenario que se gana la vida escoltando a gente a cambio de unas perras. Pero
Gibson tiene algo pendiente con Fender, ya que tiempo atrás este ultimo asesino
a una mujer y su hijo con los cuales Gibson había sentado la cabeza, así que
ahora empezara un juego mortal del gato y el ratón a través de todo el país.
Unos quieren llegar a Atlanta, otros matar en nombre de Satán y Van Damme busca
su propia venganza personal. ¡Ouh Yeah!.
Bueno, lo primero que hay
que decir es que pese a ser de Van Damme no estamos ante una de sus películas
de acción al uso, esto es un jodido locuron megalomaníaco salido de la perversa
mente de Albert Pyun tras una noche de drogas y alcohol que se quería marcar su
propio Ciudadano Kane y le salió una extravagancia que por loca y excesiva se
ha convertido en toda una obra de culto, por lo menos para mí. Y, es que pese a
estar hecha con cuatro perras luce la mar de bien dentro de la cochambrosidad
general, la psicosis que invade toda la película le da un magnetismo que por
alocado y exagerado se me mete en la cabeza y no sale, si a eso le sumas que
aquí apenas hay diálogos y si mucha voz en of y filosofía de barra de bar a
altas horas de la madrugada a cargo de esa locaza de villano que es Fender todo
encaja para ser de obligado visionado. El montaje y la edición son de traca,
cutres hasta la indigencia, con planos cortados demasiado rápido que no dejan
apenas ver los golpes en las escenas de pelea, con cámaras lentas soporíferas
flashbacks hipnóticamente rocambolescos y con una música que en un principio no
pega ni con cola pero que irremediablemente acaba envolviendo las escenas para
acabar siendo imprescindible, el argumento es chichinabesco, pero sirve para
plantarnos una road movie de persecuciones que visualmente incluso tiene
semejanzas con juegazos de recreativa como Final Fight. En fin, que muchos la
tachan de patochada infumable, pero si te metes en su vorágine de excesos puede
que te de una sorpresa y te encuentres con una obra más compleja de lo que
pueda parecer. ¿Absurda y demencial? Si, por supuesto!, pero también una obra
maestra del despropósito que logra traspasar la barrera de la vergüenza ajena
para convertirse en una película inmortal. Una jodida obra maestra con un
clímax que va más allá de la épica.
8 / 10
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