Título Original: A Deadly Business
Título Traducido: El Crimen Organizado
Año: 1986
Duración: 96 Minutos
País: Estados Unidos
Director: John Korty
Guión: Al Ramrus
Reparto: Alan Arkin, Armand Assante, Michael Learned, Jon Polito, Raymond Serra, James Rebhorn, Marc Gomes.
Productora: Taft Entertainment Television
Género: Drama
Sinopsis: Esta película está basada en la historia real de Harold Kaufman,
ex-convicto que arriesga su vida para desenmascarar a una organización
ilegal, una rama de la Mafia americana, relacionada con desechos de
productos tóxicos. Tras veinte años de prisión Kaufman involuntariamente
se ve inmerso en esta organización criminal. El único camino que le
queda será permanecer en la organización pero trabajando al mismo tiempo
para el FBI.
Antes de la llegada de
internet a nuestras vidas hubo una época en que a la hora de elegir una película
que ver te guiabas casi exclusivamente por la caratula y eso es lo que me paso
con esta El Crimen Organizado (1986), la vi y enseguida me vinieron a la cabeza
recuerdos de esas tardes en los videoclubs rastreando caratulas, está en
concreto es ochentera a más no poder, encima es sobre la mafia y está
protagonizada por el gran Alan Arkin y ese clásico llamado Armand Assante así
que no me quedaba otra que verla.
La película está basada en hechos reales, Harold Kaufman (Alan Arkin) es un falsificador y chanchullero de poca monta que en 1972 sale de prisión tras haber estado 20 años encerrado, un preso que sale junto a él le ofrece un trabajo del que Harold desconfía, así que lo rechaza porque quiere tener un trabajo y una vida normal, pero tras ver que en el trabajo que encuentra lo tratan como a un ex delincuente y que no tiene visos de que eso vaya a cambiar decide ponerse en contacto con el coleguita preso y entrar en el negocio, así es como conoce a Charles Macaluso (Armand Assante) que contrata a Harold para que lleve sus empresas de recogida de basura, Harold se lo curra y va ascendiendo en el escalafón hasta que un buen día se da cuenta de que está trabajando para la mafia y que estos con los residuos tóxicos que recogen están envenenando ríos y tierras produciendo canceres en la población, era una época en la que aun las leyes sobre residuos tóxicos eran muy permisibles a lo largo y ancho de los Estados Unidos y las mafias campaban a sus anchas en lo que parecía ser un negocio licito y legal. Harold, que está harto de haber sido un delincuente toda su vida no quiere participar más en el negocio y como tiene remordimientos por lo que está haciendo decide ponerse en contacto con el FBI para denunciar lo que está pasando, pero el FBI le dice que con denunciar no va a ningún lado y le ofrecen la posibilidad de trabajar para ellos infiltrado, Harold se niega en rotundo pero viendo que no hay otra manera de llevar a juicio a la mafia decide colaborar y seguir trabajando para la mafia pero con un micro oculto para poder tener pruebas solidas con las que ir a juicio.
Como decía antes, la caratula me atrapo desde el primer momento, creía que tenia ante mí una película sobre la mafia que había pasado desapercibida en mi vida, pero lo que me he encontrado es una película hecha para la televisión, con todo lo que ello conlleva, la realización es extremadamente televisiva, el guion de Al Ramrus pese a estar basado en hechos reales deja mucho que desear y no profundiza casi nada en la historia y la mayoría de las actuaciones son de chichinabo, los únicos que se salvan de la quema son Alan Arkin que si que da la talla y Armand Assante que aporta su carisma y presencia. En cuanto al ritmo, la película arranca bien y de manera interesante pero a medida que van pasando los minutos sufre un considerable bajón, a mitad película ya estaba empezando a bostezar y a mirar continuamente cuanto le quedaba para terminar, solo logra remontar cuando faltan escasos veinte minutos que es cuando vemos a Howard infiltrado con los micros y hay alguna pequeña escena con tensión, pero es tan escaso que no llega a reengancharme a la trama. En definitiva, una película que se puede soportar por la presencia de Alan Arkin pero que solo la vería si la pillase un domingo por la tarde en Antena 3 y no diesen nada más interesante, de lo contrario no la recomendaría.
La película está basada en hechos reales, Harold Kaufman (Alan Arkin) es un falsificador y chanchullero de poca monta que en 1972 sale de prisión tras haber estado 20 años encerrado, un preso que sale junto a él le ofrece un trabajo del que Harold desconfía, así que lo rechaza porque quiere tener un trabajo y una vida normal, pero tras ver que en el trabajo que encuentra lo tratan como a un ex delincuente y que no tiene visos de que eso vaya a cambiar decide ponerse en contacto con el coleguita preso y entrar en el negocio, así es como conoce a Charles Macaluso (Armand Assante) que contrata a Harold para que lleve sus empresas de recogida de basura, Harold se lo curra y va ascendiendo en el escalafón hasta que un buen día se da cuenta de que está trabajando para la mafia y que estos con los residuos tóxicos que recogen están envenenando ríos y tierras produciendo canceres en la población, era una época en la que aun las leyes sobre residuos tóxicos eran muy permisibles a lo largo y ancho de los Estados Unidos y las mafias campaban a sus anchas en lo que parecía ser un negocio licito y legal. Harold, que está harto de haber sido un delincuente toda su vida no quiere participar más en el negocio y como tiene remordimientos por lo que está haciendo decide ponerse en contacto con el FBI para denunciar lo que está pasando, pero el FBI le dice que con denunciar no va a ningún lado y le ofrecen la posibilidad de trabajar para ellos infiltrado, Harold se niega en rotundo pero viendo que no hay otra manera de llevar a juicio a la mafia decide colaborar y seguir trabajando para la mafia pero con un micro oculto para poder tener pruebas solidas con las que ir a juicio.
Como decía antes, la caratula me atrapo desde el primer momento, creía que tenia ante mí una película sobre la mafia que había pasado desapercibida en mi vida, pero lo que me he encontrado es una película hecha para la televisión, con todo lo que ello conlleva, la realización es extremadamente televisiva, el guion de Al Ramrus pese a estar basado en hechos reales deja mucho que desear y no profundiza casi nada en la historia y la mayoría de las actuaciones son de chichinabo, los únicos que se salvan de la quema son Alan Arkin que si que da la talla y Armand Assante que aporta su carisma y presencia. En cuanto al ritmo, la película arranca bien y de manera interesante pero a medida que van pasando los minutos sufre un considerable bajón, a mitad película ya estaba empezando a bostezar y a mirar continuamente cuanto le quedaba para terminar, solo logra remontar cuando faltan escasos veinte minutos que es cuando vemos a Howard infiltrado con los micros y hay alguna pequeña escena con tensión, pero es tan escaso que no llega a reengancharme a la trama. En definitiva, una película que se puede soportar por la presencia de Alan Arkin pero que solo la vería si la pillase un domingo por la tarde en Antena 3 y no diesen nada más interesante, de lo contrario no la recomendaría.
3 / 10
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