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sábado, 23 de enero de 2016

Lost In Translation (2003)


Título Original: Lost In Translation
Año: 2003
Duración: 105 Minutos
País: Estados Unidos
Director: Sofia Coppola
Guión: Sofia Coppola
Música: Brian Reitzell & Kevin Shields
Fotografía: Lance Acord
Reparto: Bill Murray, Scarlett Johansson, Giovanni Ribisi, Anna Faris, Fumihiro Hayashi, Akiko Takeshita, Catherine Lambert, Akiko Monou.
Productora: Focus Features / American Zoetrope / Elemental Films
Género: Comedia Dramática
Sinopsis: Bob Harris, un actor norteamericano en decadencia, acepta una oferta para hacer un anuncio de whisky japonés en Tokio. Está atravesando una aguda crisis y pasa gran parte del tiempo libre en el bar del hotel. Y, precisamente allí, conoce a Charlotte, una joven casada con un fotógrafo que ha ido a Tokio a hacer un reportaje; pero mientras él trabaja, su mujer se aburre mortalmente. Además del aturdimiento que les producen las imágenes y los sonidos de la inmensa ciudad, Bob y Charlotte comparten también el vacío de sus vidas. Poco a poco se hacen amigos y, a medida que exploran la ciudad juntos, empiezan a preguntarse si su amistad podría transformarse en algo más. 
 
Hacia cacho que no revisitaba esta película de Sofia Coppola –Las Vírgenes Suicidas (1999), The Bling Ring (2013)- y ya le tenía ganas. Mucho se ha hablado de ella y el choque de trenes entre los que la odian y los que la aman esta a la orden del día, yo me encuentro entre los que la aman y la disfrutan en cada visionado, cierto es que sin la presencia de Bill Murray y Scarlett Johansson pudiese ser que no me gustase tanto, pero como no es el caso la disfruto como un perro. La trama nos presenta a Bob (Bill Murray) un actor venido a menos al que el rodaje de un anuncio de Whisky le lleva a Tokio, Bob está inmerso en una relación matrimonial en plena decadencia que le hace sentirse perdido, entre rodajes y sesiones de fotos Bob pasa sus horas muertas vagando por el hotel donde se hospeda o tomándose copazos en el bar del susodicho, cierto día, en la barra del bar se topa con Charlotte (Scarlett Johansson), una joven estudiante de filosofía que está en la ciudad acompañando a su marido fotógrafo (Giovanni Ribisi), ella también se siente perdida a su manera ya que su marido apenas le hace caso por motivos laborales y ella no tiene ni puta idea de qué hacer con su vida, pues bien, estas dos almas en pena encontraran un punto de unión en sus soledades y poco a poco entablaran una relación de amistad que los llevara a recorrer las calles, bares, cafeterías y karaokes de Tokio sin rumbo fijo pero con un destino común, reencontrarse a sí mismos y quizás encontrar un aliado con el que compartir penas y anhelos.
Como decía antes, para mí la mejor obra de Sofia Coppola y peliculón sin más, una delicia para los sentidos con un ligero toque de ironía –Bill Murray trademark- y muchísimo encanto, a primera vista puede parecer que tenga una trama algo banal, pero a nada que rascas en la superficie enseguida encuentras autenticas cargas de profundidad a la sociedad, las relaciones de pareja, la soledad sea estando solo o en compañía, los choques culturales o el propio amor. Scarlett Johansson consigue que te enamores de ella tan solo con verla -17 años tenía durante el rodaje, ¡Alarm, danger, danger!- y Bill Murray ofrece una interpretación tan natural y desprovista de artificios que te noquea, puro Murray, no creo ni que este interpretando un papel, el realmente es así y punto y para colmo todo ambientado en Tokio, con todo lo que ello significa tanto visualmente como culturalmente, una autentica delicia de película y una historia de ¿amor? Para enmarcar con escenones como el momento More Than This en el karaoke, el insomnio compartido mientras ven una película antigua o en definitiva cualquier escena en la que compartan plano Murray y Johansson. ¿Qué le susurra Murray a Johansson al final de la película?, unos dicen que tal y otros que pascual, pero ¿Qué más da?, eso queda para Bob y Charlotte y los demás podemos hacer mil cábalas que en el fondo nos dan igual, ya que lo importante ha sido el trayecto y no el destino.

9 / 10 

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