Título Original: Sorority Babes in the Slimeball Bowl-O-Rama
Título Traducido: Chicas de fraternidad en la Bolera (Juego Infernal)
Año: 1987
Duración: 80 Minutos
País: Estados Unidos
Director: David DeCoteau
Guión: Sergei Hasenecz
Música: Guy Moon
Fotografía: Stephen Ashley Blake
Reparto: Linnea Quigley, Andras Jones, Brinke Stevens, Robin Stille, Michelle Bauer, Hal Havins, John Stuart, Kathi O´Brecht, Carla Baron, George Flower, Michael Sonye.
Productora: Beyond Infinity / Empire Pictures / Titan Productions
Género: Terror / Comedia
Sinopsis: Un grupo de 'nerds' son pillados espiando la iniciación de la hermandad
'Tri-Delta' de chicas y son castigados a tener que superar una prueba de
valor en una bolera cerrada. Pero allí las cosas salen mal, y por
accidente acaban despertando a un demonio que hará estragos con sus
poderes sobrenaturales.
Tras ver el maravilloso poster de la película
era obligado ver esta Chicas de Fraternidad en la Bolera dirigida por el
inefable David DeCoteau -Creepozoides (1987), Lady Avenger (1988), Instinto
Sangriento (2002)-, pongo tres películas suyas por hacer una referencia más que
nada, porque según Imdb este pavo lleva a día de hoy 125 películas a sus
espaldas. Estamos ante la típica peliculilla ochentera a medio camino entre la
comedia y el terror con presupuesto de serie B -por no decir Z- que se rodo en
12 días, con un presupuesto de 90.000 dólares que apenas les llego para
alquilar la bolera donde transcurre la acción, así que tuvieron que rodar de
noche mientras estaba cerrada al público y está protagonizada por Linnea
Quigley, "Scream Queen" ochentera gracias a títulos como El Regreso
De Los Muertos Vivientes (1985), Pesadilla En Elm Street 4 (1988) o Hollywood
Chainshaw Hookers (1988) y un par de actrices bastante erótico festivas como
Michelle Bauer y Brinke Stevens.
La trama nos presenta a Calvin (Andras Jones),
Jimmie (Hal Havins) y Keith (John Stuart Wildman), tres coleguillas bastante
frikis que comparten piso y birras en la universidad. Cierta noche, mientras
garrulean un poco Keith les comenta que sabe que esa misma noche va a haber un
ritual de iniciación para nuevas integrantes en la fraternidad de Tri-Delta, así
que deciden pasarse para espiar a las chicas y ver si pillan cacho visual. Al
llegar allí ven como la líder de la fraternidad llamada Babs (Robin Stille),
junto con sus dos compinches Rhonda (Kathi O´Brecht) y Frankie (Carla Baron) se
lo está haciendo pasar putas a dos nuevas candidatas, Lisa (Michelle Bauer) y
Taffy (Brinke Stevens). Tras azotarlas en el culamen y llenarlas de nata, estas
dos se van a darse una ducha antes de la prueba final, así que los tres
frikazos se meten en la casa para espiarlas mientras se duchan y verles el
tetamen y lo que viene siendo el felpudo, pero en ese momento Babs los
sorprende y bajo amenaza les obliga a participar en el ritual. La última prueba
consistirá en que Lisa y Taffy, junto a los tres frikazos vayan a la bolera del
pueblo y roben un trofeo. Pero Babs tiene un as en la manga, y es que la bolera
es propiedad de su padre, así que pretende ir junto con Rhonda y Frankie para
asegurarse de que no puedan robar el trofeo mediante sustos y demás argucias. Una
vez en la bolera el grupito se topa con Spider (Linnea Quigley), una punkarra
que está intentando robar algo de dinero, en un momento dado los chicos
encuentran un trofeo pero durante una discusión lo tiran al suelo y el trofeo
empieza a emanar un misterioso humo del que sale "El Tio Impie", un
diablo juguetón y cachondo que les ofrece hacer realidad cualquier deseo,
Jimmie pide montones de oro, Taffy un vestido para el baile y Keith pasarse por
la piedra a Lisa. A Calvin y Spider no les huele bien el asunto y deciden no
pedir nada, mientras tanto, el demonio ha convertido a Rhonda y Frankie en
zombis, vampiras o algo por el estilo y las manda a matar al grupito de ladronzuelos
de trofeos. Ahora, Spider y Calvin deberán unir fuerzas para enfrentarse a
Impie y no morir en el intento.
Bueno, estamos ante una producción de serie B,
con todo lo que eso implica, así que tampoco hay que pedirle peras al olmo, la película
es un cachondeo y si te la tomas así es muy disfrutable, pero lo mejor que
tiene sigue siendo su tremendo poster, una maravilla digna de ser colgada en la
pared del salón, si hay algo que me ha sorprendido de la película es la iluminación,
para lo cutre que es la producción está muy lograda, cargada de focos cenitales
y de luces muy coloridas que dotan a la película de una gran atmosfera, el hecho
de que suceda todo en un centro comercial cerrado también mola, el argumento
esta tan cogido con pinzas que no hay por donde pillarlo pero aun así tiene su
encanto y es tan disparatada que incluso se hace divertida, si a eso le sumamos
la presencia de Linnea Quigley, los desnudos de la potente Michelle Bauer, las
dosis extras de braguitas, tetamenes y felpudos, el escote de vértigo de la
preciosa Robin Stille y el cachondeo que se gasta el muñecajo diabólico tenemos
como resultado una película que junto a unas birras se convierte en una muy
buena opción para pegarse una risas. Poco más puedo decir, si te va el cine
cutre hecho con dos perras, el terror ochentero barato y la bollería, esta es
una opción muy válida, eso sí, sabiendo lo que vas a ver, olvídate de la
calidad, aquí solo hay una trama absurda, diálogos de vergüenza ajena y
erotismo light.
4 / 10

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