Título Original: Cold In July
Título Traducido: Frío En Julio
Año: 2014
Duración: 109 Minutos
País: Estados Unidos
Director: Jim Mickle
Guión: Jim Mickle / Nick Damici (Novela: Joe R. Lansdale)
Música: Jeff Grace
Fotografía: Ryan Samul
Reparto: Michael C. Hall, Sam Shepard, Don Johnson, Vinessa Shaw, Nick Damici, Wyatt Russell, Bill Sage, Ken Holmes
Productora: Linda Moran, René Bastian, Marie Savare de Laitre, Adam Folk
Género: Thriller / Venganza
Sinopsis: Texas, años 80. Un hombre irrumpe en una casa, y el padre de familia no
duda en dispararle. Convertido en héroe local, se verá arrastrado por
una trama de violencia y de corrupción.
¿A cuántos hombres puede matar una bala?, así reza el
poster original de esta peli tras la que andaba yo largo tiempo y que por fin he
podido ver. El director, Jim Mickle –Stake Land (2010), Somos Los Que Somos
(2013) - , es una de las cabezas de lanza del nuevo cine indie Norteamericano y
aquí se marca un thriller (basado en la novela de Joe R. Lansdale) con
reminiscencias neo-noir y con un tufo ochentero del que mola hasta decir basta
(por lo menos a un servidor). La historia arranca en Texas el año 1989 -¡The
best fuckin´year!- con Michael C. Hall –A
Dos Metros Bajo Tierra (2001), Dexter (2006)- y Vinessa Shaw –Las Colinas
Tienen Ojos (2006), El Tren De Las 3:10 (2007)-, un matrimonio normal con un
hijo pequeño al que un estruendo en el interior de su casa despierta mientras dormían,
Dane (Michael C. Hall) empuña su pipa y va directo al salón donde se topa con
un ladrón y en un momento de incertidumbre le revienta de un disparo, el buen hombre se
queda en estado de shock por haber matado a una persona (pese a ser un ladrón),
pero la policía y más concretamente el teniente Price (Nick Damici) pasan del
tema, diciéndole que no se preocupe, que es un caso de defensa propia y no tendrá
problemas, así que el prota sigue con su vida en su tienda de marcos fotográficos,
mientras, la noticia del asalto y asesinato en defensa propia corre como la pólvora
por el pueblo hasta que llega a los oídos del padre del asesinado (Sam
Shepard), que acaba de salir de la cárcel y clama venganza contra Dane. Este es
el punto de partida de este peliculón partido en tres partes bien diferenciadas
en el que nada es lo que parece, o mejor dicho, nada acaba como supuestamente debería
hacerlo tras ver como empezaba, ¿Ein?, pues si, raro de cojones (2 o incluso 3 peliculas en una) pero muy
adictivo, lo que empezaba siendo una pequeña historia sobre una acoso nocturno
y alevoso o incluso un Home Invasion en toda regla, deriva por los derroteros
de una investigación con aroma a True Detective (2014) para acabar explotando en una
historia trágica de expiación a base de plomo del bueno, todo aderezado con una
banda sonora muy en la onda New Retro Wave (¡Como mola!), una ambientación ochentera
a más no poder (¡Ese Michael C. Hall con bigote y medio mullet!), una fotografía
cojonuda -¡Ese plano del foco del Mercury abriéndose vale oro, cojones!- y un trío protagonista (Michael C. Hall, Sam
Shepard y el puto amo Don Johnson) que rezuman carisma por los cuatro costados.
Ojo, yo la flipo con la peli porque me mola el rollazo ochentero tanto de la película,
como de la forma de hacerla (sin jodidos efectos digitales) y por la banda
sonora – ¡Sintetizador a tope!-, pero puede que no sea plato de buen gusto para
todos los públicos, sobre todo si estáis mas acostumbrados al cine de hoy en día
de corte videoclipero con tomas de un segundo y cámaras con Parkinson. Lo dicho,
para mí, una pequeña joyita cocinada a fuego lento y con las maneras de
aquellos años ochenta que ya no volverán pero que gracias a películas como esta
o Drive (2011) podemos rememorar. Nada de querer trascender mas allá de contar una
pequeña historia con aroma Pulp y que para mi logra lo que busca que es
entretener. ¡Recomendada para frikis ochenteros!, en cuanto salga en DVD, a la
saca.
9 / 10
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